Cathy Barriga va por
Maipú y el Oso Yogi va por Coelemu.
En estos últimos días se estableció las candidaturas
municipales y los nombres de los distintos candidatos y se ha confirmado por el Chile Vamos que
Cathy Barriga va a competir por la alcaldía de Maipú.
Quiero dejar en claro que esto no
es una crítica individual ni personal
hacía una persona en especial, sino que es un análisis netamente político o de
lo que debería hacer la política, comparándola con lo que es, por lo tanto la crítica
que establecemos aquí no es solamente a
la persona, sino a que al hecho propiamente tal.
Las últimas elecciones nos han
dejado claro que los partidos no están nominando a los candidatos adecuados en desarrollo
y en ideología, solamente postulan los candidatos que les aportan a sus
respectivas coaliciones una bolsa de votos necesarios para quitar y obtener
cargos.
En el caso de Cathy Barriga es el
modelo de un ejemplo de la llegada de personas de la Tv y farándula a la
política, idea que no es nueva y que se está aplicando desde hace ya mucho
tiempo en la política y la UDI es uno de los partidos que más los utiliza para
postular a diferentes cargos (alcaldes, diputados, concejales) a personajes que
pertenecen o pertenecieron al mundo de la televisión.
La controversia es si ellos
tienen las capacidades o si son militantes de base del partido y que se demuestre
que han hecho carreras al interior de los partidos, no sabemos si Cathy Barriga cumple
con estas características de preparación y de militancia para obtener este
nombramiento, pero desde el momento en que su partido no ha salido a clarificar
su nombramiento, nos lleva a pensar que
su denominación
busca conseguir votos fáciles y
no le deja cabida al militante de carrera que tal vez pueda hacerlo
mucho mejor, militante que tiene un grado de preparación ideológica.
Claramente esta que la UDI no es
un partido ideológicamente estricto como mucho otros y se da el lujo de
institucionalizar esta forma política, la cual ha contagiado a otros partidos y
esta forma se ha institucionalizado de manera coherente, pero no tiene
resultados positivos, ya sabemos que muchos
alcalde famosos elegidos han sido evidenciados por distintos hechos de
mala administración y otros tipos de fenómenos que son contrarios a la
probidad, por tanto, yo no digo que este sea el caso, sino que se insiste y se sigue
promoviendo esté tipo de hacer política que se aleja de los ciudadanos, de los
partidos y de las militancias y concibe que los partidos vayan perdiendo fuerza
y credibilidad, claramente hechos como los diputados que vienen del mundo de la
Tv como Andrea Molina y otros, que han
demostrado su capacidad política, pero el origen de su nombramiento es
ilegitimo, no en el sentido de que la votación no les la legitimidad al
elegirlos, sino que políticamente ilegitimo, por su formación, estructura y
carrera dentro de la organización política a la cual representa.
Muchos
expertos no los ven con las mismas capacidades y fuerza que otros políticos,
entonces la gran pregunta es, ¿cualquiera puede ser alcalde?, ¿cualquiera tiene
la formación para ser alcalde?, ¿cualquiera debería ser alcalde?, por eso el
título de este análisis. Así como nos
plantea la realidad, cualquiera podría ser alcalde, pero todos tenemos más o
menos un ideal de cómo este podría ser, por tanto todos concordamos que debe
tener un mínimo de preparación, un mínimo de formación y respeto por lo que
haces, por tanto no solo les pedimos a los partidos políticos que en estas
elecciones municipales busquen a candidatos
populares que les arrastren votos y que les permitan ser elegidos, si no que
les den un mínimo de preparación política, pero una preparación política
profunda y un reglamento que imponga el compromiso que para ser nominado se
deba tener un mínimo de militancia activa de años dentro de los partidos, que
el militante se gane su derecho como tal, pero no que no salgan a buscar con
grúa a estos a personajes que les quitan un lugar a los militantes que se han capacitado
y trabajado durante años, militantes que además son castigados con una
reinscripción que ya nos hemos referido en artículos anteriores.
Estos son
fenómenos que están muy ligados que de continuar de esta forma las
consecuencias que puede tener en la política nacional son tremendas, no
solamente con las destrucción de los partidos, la poca credibilidad; que ya
existe, la baja participación de las personas en las votaciones, podemos establecer
que es lo que va a ocurrir en estas próximas
elecciones sin ser pitonisos, pero lo que se prevé es una alta abstención.
Si los
partidos políticos quieren una participación y creen que tienen credibilidad,
deben tomarse las competencias políticas en serio, deben tomar a la gente en
serio, deben tomar a los militantes en serio
y actuar con responsabilidad.
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