martes, 5 de julio de 2011

JORGE SCHAULSHON ¿El Mauricio Israel de la política?

Al conocer esta semana los problemas que está enfrentando el ex dirigente del P.P.D, y del actual chile primero, al tener deudas y negocios pendientes con varias personas e instituciones. Esto sumado a casi el descabezamiento político del partido antes mencionado, el cual fracasó rotundamente en las últimas elecciones, y que casi no tiene participación en el gobierno.

En este panorama el dirigente político no se pronuncia, más bien, anda desaparecido totalmente, disponiendo que este problema aparezca en los medios de comunicación. Por este motivo, me atrevo a reflexionar y examinar los sucesos de este hecho con lo acontecido con el comunicador Mauricio Israel, quien abandonó polémicamente el país, y de quien se dice, para no pagar gran cantidad de compromisos económicos, ocasionando un gran revuelo mediático y judicial.

¿Qué tienen en común?, ambos son personajes públicos de distintas áreas de la sociedad, que tenían una alta aprobación y apoyo en distintas épocas, además esto les dio alta figuración publica, que les trajo como consiguiente una arrogancia y ego gigantesco que no supieron controlar.

Uno era un político fiscalizador, persiguió la corrupción del gobierno militar como sabueso, implacable para fiscalizar la fortuna de Pinochet, para demostrar, como era de suponer, que no fue tan probo como se suponía. El otro, rasgó vestiduras contra Chile Deportes y la corrupción existente, donde la plata no llegaba a los deportistas y se perdía en políticos codiciosos. Posteriormente al llegar a animar un noticiero matinal, por supuesto, sin tener mucho mérito para hacerlo, fiscalizó a los políticos con profundo celo y severidad, esto y otras cosas más vino a suplir sus falencias como periodista deportivo al ignorar con creces el deporte que comentaba, que a pesar de las críticas parecía indemne en el canal donde trabajaba.

En palabras simples, lo que tienen en común estos dos personajes, al menos cuando eran protagonistas, eran su actitud enjuiciadora de demandar exigencias morales y éticas a gran parte del mundo en su área profesional. Ambos vieron la paja en el ojo ajeno permanentemente, haciendo juicios de valor por doquier, pero como lo ha demostrado el tiempo, al igual que todo el mundo, tienen su tejado de vidrio, sus errores pueden ser burla a destajo de sus adversarios que pueden denostarlos todo lo que quieran sin pudor.

¿En qué se diferencian? aunque no se crea, estos dos potenciales caras dura, se diferencian en matices. No en el daño, ya que este es igual en ambos casos; el matiz está en que la fuga de Israel y su responsabilidad pública es grave, pero muy inferior ya que no tiene responsabilidad política; en cambio, Schaulshon sí, ya que al ser académico y un político respetable tiene una reputación que salvaguardar.

Mauricio Israel no posee esa reputación, se la estaba ganando en la medida que la construía, sin embargo, la perdió a raíz de los hechos en que participó, quedándose con una imagen negativa y destruyendo la carrera que estaba estableciendo, pero solo perjudicándose él y su entorno.

Ahora, con sus acciones, Jorgito, se muestra no sólo como un oportunista político producto de su cambio ideológico, sino que denosta todavía más el quehacer político, le da la espalda a gente que creía en él, casi destruye a todo un partido que aspiraba legítimamente florecer en el sistema, juega con las ideas y valías políticas, una vez más su conducta desilusiona aún más a los que creen en la política, demuestra que el principio de decencia y moral se utiliza y se relativiza permanentemente, haciendo que los lideres y políticos se aprovechen de personas instalando una doble moral que beneficia algunos de los que Jorgito es campeón.

No hay que saber de política ni de derecho para entender que los abusos de poder y engaños no son aceptados, que por ende, quienes lo buscan y denuncian su falta son los primeros en tener el deber de cumplirlo, lo que aquí no ha ocurrido, ya que la ideología de la corrupción que Jorgito denunció en la concertación parece que también lo incluye a él

Por esa razón y ya respondiendo la pregunta, SCHAULSHON no es el Israel de la política, es superior a él, por razones lógicas más cuestionable y reprochable, porque el campeón de la otrora fiscalización ciudadana resulto tan mortal y equivocado como otros, lo que no tiene nada de malo, el conflicto esta en que no sólo hay que ser honesto, sino que parecerlo, la apariencia que es muy importante en la política ya la perdió hace rato.



Nelson Leiva Lerzundi
Cientista Político

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