martes, 10 de mayo de 2011

ELECCIONES EN LA UDI

Se ha celebrado la primera elección en la UDI como partido de gobierno, donde competía el senador Coloma, actual presidente del partido, y José Antonio Kast, actual diputado. Esta elección se realizó en el contexto del consejo general del partido, donde se brindó un apoyo al gobierno y se siguió buscando profundizar las políticas que le han dado éxito a esta colectividad en este tiempo, dándole un apoyo al presidente, y a su vez, afianzarse como una opción de continuidad.

Esto es la interpretación a grandes rasgos de lo que se vio, pero lo vivido ese fin de semana no es tan inocente. Lo primero, y en materia práctica, la elección de presidentes en los partidos de Chile es por lo general poco democrática, debido a que la militancia de base no interviene mucho en las decisiones. De hecho, la votación realizada en la UDI fue efectuada por delegados de su junta nacional, una votación indirecta, que sin embargo es frecuente. Entonces, es válido cuestionarse, si los partidos buscan la democracia, ¿cómo pueden ser poco democráticos en su mayoría?.

Los partidos, recién en estos últimos años han entendido que se le debe dar participación a sus militantes, aunque siga siendo muy limitada. Un ejemplo de intento es lo que la D.C. y el P.R. han efectuado, sin conseguir mayores logros. Es por esto, que actualmente la UDI no comete ningún pecado en elegir el procedimiento que quiera para sus elecciones, a pesar de que su método es poco democrático. Como se dice, el que este libre de pecado que lance la primera piedra, o peñasco. Nadie está incólume, se lo aseguro.

Lo segundo, ya en materia política, este partido que tiene una fuerte base social y de masas muy bien formada, actúa por la fuerza de sus cúpulas o cuadros, que son quienes deciden. Aquí surge lo interesante de esta elección, ya que desde sus inicios el partido de Guzmán funcionaba guiado por él, y tras su muerte inspirados por su visión, sin sufrir las divisiones políticas e ideológicas de los demás partidos,  como por ejemplo, la nueva izquierda en el socialismo, o la pugna de chascones, freístas y guatones en la DC. Característica que a todas luces le daba su mayor fortaleza, y que sin embargo, no duraría para siempre.

Al crecer como partido y al ser uno de los más grandes del país, se da el proceso natural de competencia interna, por el hecho de que empiezan a surgir distintas visiones y formas de interpretación de una misma visión, sumando que al estar en el gobierno, los intereses grupales, sectarios e individuales que nacen en toda institución se manifestarán más fuertes a medida que transcurra el gobierno. Lo que aquí se da es un choque generacional muy poderoso entre la generación fundadora, los Coloma, Larraín y otros que tenían una visión de partido moderno que les dio muchos éxitos hasta hoy, y otra generación encabezada por Kast, que busca modernizar y no sólo administrar los logros obtenidos, sino que ir más allá, profundizar más en lo social, modernizar su partido, etc. En resumen, se tiene una disputa entre dos generaciones, una que quiere conservar su modo de habitual de actuar, y una generación que ve debajo del agua y que se proyecta a futuro.

Lo que nos lleva claramente al problema que tienen casi todo los partidos hoy, modernizarse o morir, con la salvedad que en la UDI todavía son un partido joven y quieren correr riesgos.

¿Cómo termina esto?, Simplemente se acaba con la bienvenida a la madurez de este partido, porque su extremado consenso, era hasta cierto punto insano. En un partido político existen diferencias, que ordenadas y sistematizadas con procesos competitivos, sirven para crecer, desarrollarse y generar otra personalidad que permita un mayor diálogo. Un partido que dice ser de masas tiene que darle un espacio a estas, no sólo ver los cuadros dirigenciales y solventar la cercanía de las masas en una alta votación, la que puede encandilar a la organización, porque en estos resultados mucho tiene que ver la persona, el carisma del candidato y su cercanía individual con la gente, y no necesariamente la ideología.

Sin ser pitonizo, en la UDI se vendrán luchas por el poder y los espacios internos, especialmente por los sectores no escuchados, y tanto KAST como otros generarán nuevos liderazgos.

¿Se los dejará desarrollarse? ¿Tendrán participación? Buenas preguntas que sólo tendrán respuesta si al igual que los demás partidos del país, la UDI entiende que para llegar a gobernar Chile, requiere escuchar a sus bases, dejar fluir el debate interno, tener feliz y desarrollada a su militancia. No sólo basta con gobernar y preocuparse del ciudadano común, sino que también debe preocuparse de su militante, que está dentro de estos ciudadanos. Al ser sus principales agentes en esta sociedad, deben ser los primeros a los cuales se debe escuchar. De lo contrario, seguirán mandando las cúpulas, y como institución se enquistarán, perdiendo todo tipo de credibilidad, interna y externa, ocasionando un descontento que las irán deteriorando. Lo que no fueron capaces de leer este fin de semana, al igual que muchos partidos, a largo plazo les pesara mucho.

PARTIDOS DE CHILE: RENUEVEN SUS ELITES DIRIGENCIALES Y TOMEN ENCUENTA A SUS BASES O DE LO CONTRARIO MORIRAN.



Nelson Leiva Lerzundi
Cientista Politíco

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