Piñera
sin códigos en Perú
Generalmente se constituye una idea esencial
en política, la ropa sucia se lava en casa, ante los vecinos Chile tiene que
tener una misma posición, o sea, gobierno y oposición deben poseer una análoga posición política, y lo dicen para
parecer y ser unidos ante los vecinos, las diferencias que existan se
solucionan en nuestra política interna.
Los expresidentes de la República están en
todo su derecho de criticar a un gobierno que este de turno y más aún cuando ambicionan
seguir siendo entes políticos activos con clara intención de repetirse el plato,
y puede parecer hasta coherente, el tema es cuando esa crítica se hace en otro
país, y ahí el código de que la ropa sucia se lava en casa se rompe por un ex
presidente, el que debe manifestar sus diferencias, criticar lo que le parezca
mal, dar su opinión sobre la política interna cuando estime conveniente, con
coherencia, con claridad con diligencia y con mucho cuidado.
La presidenta Bachelet mientras fue
expresidenta jamás funo a Piñera en el ejercicio de su envestidura. Ella se
mantuvo en el organismo ONU mujer dedicándose exclusivamente al trabajo
encomendado y no intervino en la política chilena. El expresidente Lagos tampoco
intervino salvo en ocasiones especiales. Frei tampoco intervino
demasiado, salvo, cuando surgieron temas relacionados con la muerte de su padre
y en materias específicas, sobre todo cuando Piñera atacaba hechos
concernientes a los 20 años de concertación, obviamente los expresidentes salen
a defender su obra.
El tema ahora es que el expresidente Piñera, tal
como nos tiene acostumbrados, se sale de todos los esquemas, rompe todos los bocetos
y además políticamente rompe códigos, lo que es malo, ¿porque es malo?, porque todos
los políticos tienen sus límites y esos códigos se respetan, se puede criticar, decir todo lo que se quiera,
pero aquí, en Chile, no se critica a un presidente en ejercicio y menos en el
extranjero como ocurrió en Perú, en donde criticó duramente la posición en que
se encuentra Chile en materia económica y la actitud del gobierno frente a la
delincuencia.
El expresidente Piñera, puede hacer crítica
perfectamente, es legítimo, él tiene un rol opositor activo, lo puede forjar
sin duda, pero en Chile, aquí en Chile él puede dar su ponencia, puede establecer
todo lo que quiera, puede reprochar todo lo que desee al gobierno, yo lo he
hecho, mucha gente lo hace, pero ir a un país vecino y establecer una diatriba
al gobierno es altamente temerario, altamente irrespetuoso, altamente fuera de
lugar, ya que al país vecino no le interesa nuestro problema político.
No se gana nada políticamente criticando
Chile en un país lindante, ya que su posicionamiento político debe ser acá. Obviamente
causa más efectos políticos lo que se dice afuera que adentro del país, son más
negativos que positivos, además es una deslealtad política con los códigos. Es tácito
que los expresidentes critiquen, pero que lo hagan aquí, no salir a criticar afuera
al presidente en ejercicio.
¿Porque lo hace?, porque él expresidente
Piñera es especial, él quiere diferenciarse del resto, él quiere tener una
marca personal que lo distinga del resto, por ello, él lo aplica constantemente,
se trata de diferenciar de todos, él es Piñera. Esto le puede jugar en contra,
ya que no ha todos nos gusta que se ande por afuera ventilando nuestros
problemas.
Ahora bien, podemos estar de acuerdo con las
críticas que haga o diga, podemos estar de acuerdo en que el gobierno no lo ha
hecho bien en muchas materias, hemos concordado con él en algunas ocasiones con
su puntos de vista político, pero disentimos en el lugar donde escogió para decirlo,
no es conveniente, no es bueno, no es positivo, lo único que va a generar son ataques
políticos del gobierno en forma gratuita.
Sebastián Piñera está pavimentando su
candidatura para postularse como candidato a presidente para las próximas
elecciones, lo está haciendo desde el día que entrego su banda presidencial, no
necesita entrar en conflictos, ni en críticas muy abiertas, pero la ansiedad
por querer volver a la escena política a veces lo nubla, el poder de pronto lo engolosina
y solamente busca, no muchas veces, favorecer al país, sino, busca tener una
posición de privilegio para lograr sus ambiciones personales. En su gobierno
pretendía hacer el mejor gobierno de la historia y no lo logro, desea uno nuevo, ya sabemos para qué.
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