En este periodo el P.D.C. vuelve a dirigir un gobierno, esta vez en
coalición, logra reinstalar a su gente en el Estado, como lo vimos
anteriormente, nunca desaparecieron de este, sino que volvieron al
protagonismo, teniendo satisfacciones electorales esporádicas, que permitieron reforzar que este partido supo capitalizar en la región el
rol protagónico del periodo anterior.
Esta etapa se caracterizó por los avances y decisiones de los
gobiernos del P.D.C. pero también por la
pérdida de votación, de compromiso y mística del militante, eso hace muy
complejo el actuar político a lo largo de este periodo.
En forma clara, en este capítulo
de conclusión, sin duda, podemos decir
que el P.D.C. en general empieza a sufrir el costo de los años de protagonismo
con alzas y bajas electorales intermitentes, que sin duda marcan la necesidad
de enfrentar los nuevos roles de partido
eje del gobierno, partido con vocación electoral y necesidades políticas, y por
supuesto mantener una influencia acorde a esas necesidades.
En estas circunstancias, podemos concluir, que estos desafíos fueron
difíciles de lograr y de compatibilizar el rol del partido con sentido
electoral, con metas, y de partido eje
de gobierno, por ello que se enfrentan crisis o fenómenos como los ya nombrados,
bajo compromiso de la militancia, falta de mística, de renovación y otros ya
mencionados anteriormente, que van plasmándose en crisis y bajas electorales en
la zona y el país.
Sin embargo, a pesar de esta nueva realidad provocada por el excesivo
poder obtenido y a veces no siempre bien controlado y utilizado, genera que el
partido se mantenga de todas maneras en una posición importante, interviniendo
en decisiones, acercándose y manteniendo aceptación con la ciudadanía.
Si tenemos que preguntarnos sobre el poder político de este partido y
los cambios que ha sufrido, es evidente que los excesos de poder y la mala
preparación de la militancia junto a otros factores ya nombrados empezaron a
perjudicar y a desvirtuar la fuerza e imagen política de la colectividad, pero
no ha disminuido su intervención en la región, que a pesar de que no es la
misma de antes mantiene sin duda su estilo e importancia, ya que se conserva
intacta la cercanía con sectores
ciudadanos, la acción política en la sociedad local, sus dirigentes aunque de
bajo perfil, pero no sin empeño y esfuerzo, lo que ayuda a acercarse a los
intereses ciudadanos indudablemente.
En este periodo de complejidad política existen varios tipos de influencias que
tienen como labor mantener el acercamiento con la ciudadanía lo que no se logra
totalmente.
§ Influencia política
direccional
§ Influencia de
pertenencia
§ Influencia
reorganización de participación
§ Influencia de
transacción política
Este partido logró aglutinar el poder y a medida que este aumenta
genera vigorizar una capacidad de dirigir a la Concertación
y al gobierno, pero a su vez va perdiendo en forma lamentable la sensibilidad
social que es y fue clave para su interacción ciudadana, sin embargo,
privilegia claramente la posibilidad de establecer planes y nortes políticos
con la intención de conseguirlos con el control del Estado, pero sin la
intervención ciudadana, la que es ignorada completamente producto de la soberbia política existente.
No obstante esto, el partido logra establecer maneras y formas de
administrar este poder y conseguir
mecanismos de utilización sin importar el estado real en que este se encuentre
como institución, con lo cual logra mantener un control de la dirección pública,
instalar a su gente en espacios políticos y guiar la dirección política desde
el estado para establecer una transición coherente con resultados políticos
beneficiosos, que con el paso del tiempo buscan concretar y dirigir los
resultados hechos e intereses políticos sobre los intereses ciudadanos o más
bien tomarlos en cuenta, pero con fines
políticos más directos, generando una participación más selectiva y menos
masiva, manteniendo la dirección de posibles
necesidades y conflictos, los que ,sin duda , han cambiado el sistema
político de uno u otro modo.
En este tipo de influencia el P.D.C. logra una cercanía a sectores y
renueva el sentido de pertenencia, no igual al de periodos anteriores, pero sí
el suficiente para poder seguir a pesar de su baja electoral y no ver
deteriorada su importancia, ya que aún tiene una identificación social y
política, la que determina fomentar reiteradamente los vínculos y lazos
sociales en la medida de las capacidades de la realidad existente, buscando no
perder su imagen política y reposicionarse como un partido con poder en el inconsciente
colectivo con el fin de asegurar ciertos avances en políticas y logros de
intereses.
Al ganar esta aceptación y cercanía, este partido toma un rol agresivo
al tratar al gobierno, al Estado y a su administración con un sentido de
pertenencia, producido un poco por ser el partido más grande de la coalición y
del país, además por la alta administración y concentración del poder, por este
motivo el P.D.C. trata de trasmitir una sensación o mecanismos de que la
ciudadanía también es parte de sus gobiernos y de sus decisiones, sea esto
cierto o no, lo que con el paso del
tiempo origina legitimidad y la posibilidad de certificar actitudes y decisiones
las cuales no se habrían confirmado si es que no hubiera existido esta venia
ciudadana.
En este periodo el P.D.C. junto a sus aliados y los partidos
opositores validan una definitiva organización política que nace con la idea de
la democracia protegida, la cual es resistida por algunos partidos, pero que
beneficia a los partidos más grandes, por ende, los sectores y coaliciones
políticas se reestructuran liderados por los partidos más poderosos, donde el partido en estudio se ve beneficiado al
tomar un buen protagonismo en las decisiones políticas, generando con los
demás protagonistas fuertes un monopolio
político y un nuevo orden, que permite que participen sólo aquellos partidos
que en el país y la región puedan adaptarse a las nuevas reglas, al margen de
lo electoral, pretender generar, crear y para asegurarse un mayor protagonismo
que el que poseen.
En este caso al margen de la existencia de las alianzas para apoyar y
derrotar a la dictadura con el paso del tiempo estas se consolidan provocando
una reestructuración en la que el P.D.C. intervino con el fin, creemos, en
especial en la zona, tener una cuota de poder seguro ya que los vaivenes
políticos han perjudicado a ciertos partidos históricamente moderados al
producirse una tendencia centrípeta generalizada, es por ello que al intervenir
para que la reorganización política favorezca a los partidos con más poder,
genera que se eliminen fuerzas políticas del panorama electoral, pero no de su
influencia socio política, en donde este partido sigue interactuando con estas
y tratando de limitar su campo de acción.
A su vez esto genera que la participación ciudadana se vea afectada y
controlada por el P.D.C. y los partidos de coaliciones grandes, que en si
requieren que la participación sea democrática y masiva, siempre y cuando la
nueva organización les permita asegurar que parte de su poder se mantenga, de
lo contrario no será beneficioso.
En resumen esta influencia genera que el P.D.C. genere una nueva
distribución política con las fuerzas de mayor tamaño junto a las que
gobernaban con el régimen militar, siendo este último el que les permitió o
aseguro a estos partidos el poder o su intervención política y social, generando una participación adaptada a la
democracia representativa que es conveniente para estas fuerzas ya que lo hacen
sin la ciudadanía.
En este tipo de influencia del periodo, el P.D.C. instaura la política de acuerdos, pactos y búsqueda de consensos políticos, que tanto en la región como en el país le permitió posicionarse como el administrador garante e impulsor de cercanías sociales, por ello, en este periodo se buscó, en la región y el país acuerdos macro, para generar un desarrollo que permitiera a la ciudadanía entender que los acuerdos sociales y políticos son necesarios, se impulsaron en forma masiva, generando resultados positivos como negativos, pero en esencia, instaurando una política de acuerdos, que por lo general trajo estabilidad, dándole un cierto protagonismo al P.D.C. junto con las demás fuerzas políticas, pero a su vez eludiendo problemas sociales y humanos importantes y trascendentes, que deciden someter a acuerdos para generar cierta estabilidad, lo que produce una transacción masiva de distinta índole que este partido empieza a validar como forma de regulación de la convivencia política tanto en la región y en el país para mantener la tranquilidad.
Por esa razón asume un papel
negociador, regulador y estabilizador que va instalando una búsqueda de acuerdos,
de ceder y obtener en diversas materias, lo que permite que los distintos
actores políticos interactúen con el
nuevo escenario que este partido fue creando y generando un nuevo espacio de
convivencia.
La llamada “democracia de los acuerdos” permitió y generó una cultura de
la necesidad del ceder y transar, que fue acomodando a los partidos moderados,
obligando a los partidos más de extremos a cambiar sus actitudes, en palabras
simples al liderar la concertación el P.D.C. buscó que su filosofía de acuerdos
y equilibrios en las acciones políticas, generara o más bien instalara la
filosofía de transacción masiva como un tema estabilizador que acabo con los
extremismos de antaño y provocó instalar la moderación política como valor
necesario en el funcionamiento de esta.
Nelson Leiva
Lerzundi
Cientista Político
Celular: 982839785
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