miércoles, 26 de septiembre de 2018

INFLUENCIA EJERCIDA EN CADA UNA DE LOS PERIODOS ANALIZADOS V



En este periodo el P.D.C. vuelve a dirigir un gobierno, esta vez en coalición, logra reinstalar a su gente en el Estado, como lo vimos anteriormente, nunca desaparecieron de este, sino que volvieron al protagonismo, teniendo satisfacciones electorales esporádicas,  que permitieron reforzar que  este partido supo capitalizar en la región el rol protagónico del periodo anterior. 

Esta etapa se caracterizó por los avances y decisiones de los gobiernos del P.D.C. pero también por la  pérdida de votación, de compromiso y mística del militante, eso hace muy complejo el actuar político a lo largo de este periodo. 

En  forma clara, en este capítulo de conclusión,  sin duda, podemos decir que el P.D.C. en general empieza a sufrir el costo de los años de protagonismo con alzas y bajas electorales intermitentes, que sin duda marcan la necesidad de enfrentar los nuevos  roles de partido eje del gobierno, partido con vocación electoral y necesidades políticas, y por supuesto mantener una influencia acorde a esas necesidades. 

En estas circunstancias, podemos concluir, que estos desafíos fueron difíciles de lograr y de compatibilizar el rol del partido con sentido electoral, con metas, y  de partido eje de gobierno, por ello que se enfrentan crisis o fenómenos como los ya nombrados, bajo compromiso de la militancia, falta de mística, de renovación y otros ya mencionados anteriormente, que van plasmándose en crisis y bajas electorales en la zona y el país.

Sin embargo, a pesar de esta nueva realidad provocada por el excesivo poder obtenido y a veces no siempre bien controlado y utilizado, genera que el partido se mantenga de todas maneras en una posición importante, interviniendo en decisiones, acercándose y manteniendo aceptación con la ciudadanía. 

Si tenemos que preguntarnos sobre el poder político de este partido y los cambios que ha sufrido, es evidente que los excesos de poder y la mala preparación de la militancia junto a otros factores ya nombrados empezaron a perjudicar y a desvirtuar la fuerza e imagen política de la colectividad, pero no ha disminuido su intervención en la región, que a pesar de que no es la misma de antes mantiene sin duda su estilo e importancia, ya que se conserva intacta  la cercanía con sectores ciudadanos, la acción política en la sociedad local, sus dirigentes aunque de bajo perfil, pero no sin empeño y esfuerzo, lo que ayuda a acercarse a los intereses ciudadanos indudablemente. 

En este periodo de complejidad política  existen varios tipos de influencias que tienen como labor mantener el acercamiento con la ciudadanía lo que no se logra totalmente. 

§  Influencia política direccional

§  Influencia de pertenencia

§  Influencia reorganización de participación

§  Influencia de transacción política 


Este partido logró aglutinar el poder y a medida que este aumenta genera vigorizar una capacidad de dirigir a  la   Concertación y al gobierno, pero a su vez va perdiendo en forma lamentable la sensibilidad social que es y fue clave para su interacción ciudadana, sin embargo, privilegia claramente la posibilidad de establecer planes y nortes políticos con la intención de conseguirlos con el control del Estado, pero sin la intervención ciudadana, la que es ignorada completamente producto de  la soberbia política existente. 

No obstante esto, el partido logra establecer maneras y formas de administrar este poder y  conseguir mecanismos de utilización sin importar el estado real en que este se encuentre como institución, con lo cual logra mantener un control de la dirección pública, instalar a su gente en espacios políticos y guiar la dirección política desde el estado para  establecer una  transición coherente con resultados políticos beneficiosos, que con el paso del tiempo buscan concretar y dirigir los resultados hechos e intereses políticos sobre los intereses ciudadanos o más bien  tomarlos en cuenta, pero con fines políticos más directos, generando una participación más selectiva y menos masiva, manteniendo la dirección de posibles  necesidades y conflictos, los que ,sin duda , han cambiado el sistema político de uno u otro modo. 


En este tipo de influencia el P.D.C. logra una cercanía a sectores y renueva el sentido de pertenencia, no igual al de periodos anteriores, pero sí el suficiente para poder seguir a pesar de su baja electoral y no ver deteriorada su importancia, ya que aún tiene una identificación social y política, la que determina fomentar reiteradamente los vínculos y lazos sociales en la medida de las capacidades de la realidad existente, buscando no perder su imagen política y reposicionarse como un partido con poder en el inconsciente colectivo con el fin de asegurar ciertos avances en políticas y logros de intereses. 

Al ganar esta aceptación y cercanía, este partido toma un rol agresivo al tratar al gobierno, al Estado y a su administración con un sentido de pertenencia, producido un poco por ser el partido más grande de la coalición y del país, además por la alta administración y concentración del poder, por este motivo el P.D.C. trata de trasmitir una sensación o mecanismos de que la ciudadanía también es parte de sus gobiernos y de sus decisiones, sea esto cierto o no,  lo que con el paso del tiempo origina legitimidad y la posibilidad de certificar actitudes y decisiones las cuales no se habrían confirmado si es que no hubiera existido esta venia ciudadana.


En este periodo el P.D.C. junto a sus aliados y los partidos opositores validan una definitiva organización política que nace con la idea de la democracia protegida, la cual es resistida por algunos partidos, pero que beneficia a los partidos más grandes, por ende, los sectores y coaliciones políticas se reestructuran liderados por los partidos más poderosos, donde  el partido en estudio se ve beneficiado al tomar un buen protagonismo en las decisiones políticas, generando con los demás  protagonistas fuertes un monopolio político y un nuevo orden, que permite que participen sólo aquellos partidos que en el país y la región puedan adaptarse a las nuevas reglas, al margen de lo electoral, pretender generar, crear y para asegurarse un mayor protagonismo que el que poseen. 

En este caso al margen de la existencia de las alianzas para apoyar y derrotar a la dictadura con el paso del tiempo estas se consolidan provocando una reestructuración en la que el P.D.C. intervino con el fin, creemos, en especial en la zona, tener una cuota de poder seguro ya que los vaivenes políticos han perjudicado a ciertos partidos históricamente moderados al producirse una tendencia centrípeta generalizada, es por ello que al intervenir para que la reorganización política favorezca a los partidos con más poder, genera que se eliminen fuerzas políticas del panorama electoral, pero no de su influencia socio política, en donde este partido sigue interactuando con estas y tratando de limitar su campo de acción. 

A su vez esto genera que la participación ciudadana se vea afectada y controlada por el P.D.C. y los partidos de coaliciones grandes, que en si requieren que la participación sea democrática y masiva, siempre y cuando la nueva organización les permita asegurar que parte de su poder se mantenga, de lo contrario  no será beneficioso. 

En resumen esta influencia genera que el P.D.C. genere una nueva distribución política con las fuerzas de mayor tamaño junto a las que gobernaban con el régimen militar, siendo este último el que les permitió o aseguro a estos partidos el poder o su intervención política y social,  generando una participación adaptada a la democracia representativa que es conveniente para estas fuerzas ya que lo hacen sin la ciudadanía. 



En este tipo de influencia del periodo, el P.D.C. instaura la política de acuerdos, pactos y búsqueda de consensos políticos, que tanto en la región como en el país le permitió posicionarse como el  administrador garante e impulsor de cercanías sociales, por ello, en este periodo se buscó, en la región y el país acuerdos macro, para generar un desarrollo que permitiera a la ciudadanía entender que los acuerdos sociales y políticos son necesarios, se impulsaron en forma masiva, generando resultados positivos como negativos, pero en esencia, instaurando una política de acuerdos, que por lo general trajo estabilidad, dándole un cierto protagonismo al P.D.C. junto con las demás fuerzas políticas, pero a su vez eludiendo problemas sociales y humanos importantes y trascendentes, que deciden someter a acuerdos para generar cierta estabilidad, lo que produce una transacción masiva de distinta índole que este partido empieza a validar como forma de regulación de la convivencia política tanto en la región y en el país para mantener la tranquilidad.

Por esa razón asume un  papel negociador, regulador y estabilizador que va instalando una búsqueda de acuerdos, de ceder y obtener en diversas materias, lo que permite que los distintos actores políticos interactúen con  el nuevo escenario que este partido fue creando y generando un nuevo espacio de convivencia.  

La llamada “democracia de los acuerdos” permitió y generó una cultura de la necesidad del ceder y transar, que fue acomodando a los partidos moderados, obligando a los partidos más de extremos a cambiar sus actitudes, en palabras simples al liderar la concertación el P.D.C. buscó que su filosofía de acuerdos y equilibrios en las acciones políticas, generara o más bien instalara la filosofía de transacción masiva como un tema estabilizador que acabo con los extremismos de antaño y provocó instalar la moderación política como valor necesario en el funcionamiento de esta.
 

Nelson Leiva Lerzundi
Cientista Político
Celular: 982839785

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