viernes, 24 de julio de 2020

El Chile de la vergüenza que vemos en la pandemia.


El Chile de la vergüenza que vemos en la pandemia.

La pandemia nos vino a mostrar un Chile que ignoramos, un Chile que no queremos ver, un Chile que cierra los ojos, que da vuelta la cabeza y la esconde como la avestruz, un Chile que no los quiere reconocer. Nos creemos los jaguares de américa, desarrollados, justos, la mejor economía del mundo, nos pretendemos la ficción, muchas veces, que somos, los crecemos, los que avanzamos, los que integramos, los  mejores de Latinoamérica, porque tenemos grandes índices macroeconómicos.

Luego, la pandemia vino a mostrarnos a nosotros los chilenos y al gobierno en particular, una realidad que la abrigábamos aquí y que la veíamos a diario en algunos noticieros; otros ni siquiera lo mencionaban. Por lo tanto, la pandemia nos trajo algo positivo, mostrarnos esta circunstancia de que aún al día de hoy hay campamentos. Un cúmulo de campamentos.

En consecuencia, estas alusiones, son los campamentos de las comunas de Santiago, Peñalolén, Maipú, Puente Alto, Bajos de Mena, etc., que mantienen aún personas, sin viviendas, sin energía eléctrica, sin alcantarillado, sin agua, sobreviviendo con lo mínimo. No tienen trabajo estable. Están absolutamente abandonados. No obstante, en Santiago Centro aún existen cites; modelo habitacional de vivienda colectiva característico, antiguas, donde viven muchas  familias, allegados y la mayoría son migrantes, de Haití, Colombia, Venezuela y otros países.

Este fenómeno de la inmigración que cada vez se ve más crecida, a la vez, no ha sido enfrentado con las leyes y normas adecuadas. Sobre todo, las instituciones de trabajo informal que han aumentado esta cesantía, cesantía encubierta por estos trabajos informales; trabajos en ferias, ambulantes, vendedores de dulces, etc. En otras palabras, estamos contemplando en estas familias que no tienen para coexistir, tienen que ganarse el día a día, que a pesar de todo, ahora se les crean estos ingresos de emergencias; pudieron haberse hecho mucho antes.

En consecuencias, en estos hacinamientos de los cites, también hay chilenos, muchos de ellos, con pensiones bajas, miserables, de asistencia social, por un sistema previsional, que en lo ideal era maravilloso, pero que ahora están pagando los costos de ello, no les alcanza. Todos viven juntos en estas viviendas colectivas que han favorecido la pandemia del COVID -19 que ha colapsado las instituciones médicas. Por esta razón, las autoridades llaman a quedarse en casa. ¿Pregunta? con estas condiciones, estas familias podrán quedarse en su casa, obviamente que no.

Otro punto importante es la discriminación, todas estas personas, más los discapacitados, sufren una discriminación por su condición social, por su índole económica explícita. Porqué, nadie se ha preocupado, de los discapacitados que no poseen movilidad, que tienen dificultades, que no tienen una familia que los ayude. Como están enfrentando ellos la pandemia, si se quedan en casa, quien les ayuda, quien les llevara la comida, lo que necesiten para sobrevivir, alguien se preocupara por ellos. Los  municipios no dan abasto, los municipios se preocuparan por ellos realmente, ¿existe un catastro?

La discriminación en Chile es toda una institución, parte desde saber en qué colegio estudiaste, hasta a la universidad a la que perteneces, y eso se mantiene hasta el día de hoy.

Luego, la violencia intrafamiliar, otro flagelo, que está en toda la sociedad y que ahora con la pandemia, recién algunos se dan cuenta, especialmente, los gobiernos de turno de que esto existe, pero obviamente, el gobierno hasta el momento y los políticos no habían afrontado esta realidad

Al final, todos estos problemas que he numerado y muchos otros están apareciendo ahora en la pandemia. Hoy en día, recién se acuerdan que existen,  actualmente dan la razón que preexiste, al presente, recién tienen minutos de TV. En el momento, son problemáticas, antes no eran problemáticas, simplemente se escondía debajo de la alfombra. Es de esperar, en que esta vez, ya reconocida la problemática empiecen a enfrentarla.



Nelson Leiva Lerzundi
Cientista Político

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