La crisis de la DC

 

La crisis de la DC 

En otras palabras, hay que decir que la Democracia Cristiana a lo a lo largo de su historia ha tenido crisis, disidencias, fracasos. Además, desde su inicio como partido en Chile se ha pronosticado su fin, la derecha, izquierda y radicales; casi todos los sectores del espectro político han fantaseado con ello, han querido ultimarlo, han soñado con su extinción, desplomarlo, aniquilarlo. Sobre todo, ya en las elecciones municipales anteriores se indicó el fin de la DC y, obviamente la DC renace como la cigarra, como lo dice la canción, para seguir cantando y compitiendo. 

Pero, no obstante aquello como todo partido político se tiene que actualizar, al igual que las aplicaciones de celular, como las organizaciones sociales, las empresas etc. En otras palabras, los partidos políticos deben actualizarse, corresponden modificar su plataforma programática, han de acercarse a los jóvenes, a las nuevas temáticas, a los nuevos mecanismos, dar cabida a nuevas ideas, cambiar sus principios político ideológicos, adaptarlos a una nueva realidad,  dar respuestas a los nuevos conflictos y a la nueva sociedad, para así, ir ganando nuevos electores; sin perder los que ya tienen, puesto que, esto es lo que debería hacer todo partido político, no solo la DC, ir modificando sus plataformas y estructuras programáticas, ir detectando los nuevos problemas. 

Decididamente, lo que acontece, es que los partidos políticos en general y la DC en particular se achancharon, pensaron en que los electores estaban ahí, bastaba con hacer el trabajo mínimo, no gastaron en formación, no alistaron nuevas ideas, no generaron más cuerpo intermedio y, esta es la tarea que requiere no sólo la DC, sino que todos los partidos. 

En resumen, el trabajo social y el trabajo estructural ninguno de los partidos tradicionales lo tiene, ni siquiera el frente amplio, apruebo dignidad, la lista del pueblo, esto es simplemente una tarjeta amarilla para todo el sistema político especialmente para los partidos más tradicionales. Lo que es peor, es una luz de alerta para que entiendan que hay que modernizar. El perder, el desaparecer o el ganar va ser efímero.

 Nelson Leiva Lerzundi

Cientista Político