jueves, 10 de agosto de 2023

Resultados del Simce 2022

 

Resultados del Simce 2022 

A mediados de Junio se dieron los resultados de la prueba Simce 2022. Este indicador, que busca entregar información acerca del cumplimiento de los objetivos educacionales por parte del sistema general y el de discriminar la calidad de la educación entre los establecimientos, arrojaron bajos puntajes en matemática y lectura para alumnos de 4° básico y segundo medio. 

Para el ministro de educación, esto es culpa de los cuatro años sin aula. En parte tiene razón, pero hay que considerar un problema sistémico que viene más allá de los cuatro años del gobierno de Sebastián Piñera, donde los resultados en pruebas internacionales ya nos situaban por debajo de la media de los países evaluados de la OCDE. Acá ocurren un conjunto de factores que arrastra el país desde hace muchos años por causas psíquico sociales, sociológicas y culturales, que sumados a los años de pandemia arriman el hombro al desarrollo de nuestros estudiantes. 

Para empezar, en Chile ya no hay hábitos de lectura para fomentar el desarrollo intelectual y la creatividad de los estudiantes, lo que indudablemente perjudica la comprensión de lectura analítica y de otros elementos. Estamos mal en gramática, estructura, fonología, semántica, etc. 

Del mismo modo, se han visto limitadas las destrezas o capacidades del lenguaje por las formas de hablar de los chilenos que cada vez son más paupérrimas, Se suma a esto, la integración parcial del Coa (la jerga delincuencial) con el castellano local, volviendo ininteligible e inentendible la comunicación, implicando a casi todas las clases sociales independientemente a su cercanía al lumpen. 

La televisión también hace lo suyo, porque perceptiblemente tampoco aporta a un lenguaje modulado y claro. De esta manera caen en la misma trampa del lenguaje deformado, perjudicando al aprendizaje de los niños y jóvenes. Como resultado, hay poco conocimiento histórico que tenemos de nosotros mismos, de nuestra propia tradición y de la cultura general. 

Igualmente son factores en este problema, la situación sociocultural de cada familia, la falta de interés en aprender de los mismos estudiantes, la desigualdad educacional transformada en lucro en donde en cada colegio prima mejorar las puntuaciones de sus estudiantes en el SIMCE propiciando prácticas absurdas y sin relevancia pedagógica. 

En definitiva, es un hecho mucho más global y no solo de un gobierno en particular. Son un conjunto de factores que traen como desenlace esta realidad, afectando al desarrollo de una generación de estudiantes. Por lo tanto, hay que establecer un pacto social por la educación que involucre a todas las familias, al gobierno, los políticos, los docentes, administradores y los mismos estudiantes. 

Es armar una cooperación social Interrelacionada con la participación de los medios de comunicación. Potenciar espacios más educativos en televisión, radios, medios audiovisuales, para acercar los aspectos principales que queremos motivar, a los pilares básicos de la cultura, concernientes a lo indiscutible (epistemología), lo humano, lo equitativo y lo bello. Hasta el momento el SIMCE está muy alejado de todas estas oportunidades creativas y de la vida pensante y dialogante, que pueden gestarse en nuestros establecimientos escolares para edificar una sociedad mejor y más justa. 

Al mismo tiempo, es primordial atrapar a nuestros jóvenes con temas interesantes, con estrategias en la lectura y en matemáticas, articulando actividades en distintos niveles de desafíos. Más aún, mejorar los servicios básicos escolares, sobretodo el fortalecimiento en la innovación y la educación integral. Adaptar ese programa a la educación y a la preparación de los profesores, y que estos tengan más espacio para planificar y preparar las clases. Se debe avanzar en la dirección en ese objetivo. 

Tal vez, estos puedan ser pequeños pasos que nos encaminen a cambiar esta situación, aunque no solamente tiene que hacerlos los profesores, o el ministerio de educación y los  equipo directivos, en conjunto con todo el circuito pedagógico. Más bien, es toda la sociedad la que debe participar para reformar nuestra calidad educativa.

 

Nelson Leiva Lerzundi

Cientista Político

No hay comentarios:

Publicar un comentario