jueves, 12 de octubre de 2023

Eduardo Frei Montalba y la Constitución

 

Eduardo Frei Montalba y la Constitución 

Don Eduardo Frei Montalba, el 27 de agosto 1980 en el teatro Caupolicán, elabora un discurso llamando al pueblo a rechazar el texto constitucional, el del plebiscito de 1980, que además del texto agregaba una serie de artículos transitorios propuestos por el régimen militar, favoreciendo abiertamente a la concentración total de su poder. 

Como siempre en su talante, a través de una moderada alocución, con fuerza, claridad, gran valentía y sin temor alguno al régimen, explicaba las consecuencias de lo que traía consigo. Y como era debido, interpelaba vehemente al jefe del Estado del momento, manifestando que estas normas jurídicas transitorias afectarían la vida, seguridad y libertad da cada chileno o chilena, privándolos de sus derechos esenciales hasta los años donde sería efectiva la nueva carta. Entonces, no se equivocó en alzar la voz. 

En otro contexto, pero en el mismo tono, con la misma fuerza y vehemencia, podría hacer la misma denuncia en la actualidad. Que nos diría don Eduardo Frei en este momento, no a la cúpula militar sino a todas las fuerzas políticas, a su propio partido la Democracia Cristiana (DC). Probablemente, diría que no han sido capaces de llegar un acuerdo constitucional pese a existir la voluntad, porque prevaleció sobre ellos la mezquindad. A diferencia, él como gran líder político nunca pensó egoístamente, siempre tuvo presente el proyecto país ante todo. 

Por esta razón manifestó en su momento, “no somos enemigos del plebiscito como forma de consulta popular. Al contrario. Pero queremos un plebiscito verdadero”. Obviamente, que impugnaría el primer plebiscito y estaría inconforme con lo trabajado realizado hasta el momento en el segundo, por las mezquindades políticas que se presentan. 

El ex presidente aspiraba hacia el porvenir, buscar para Chile una salida racional lo más pacífica posible, para que el país no viviera en la regresión, sino que evolucionará de acuerdo a su personalidad histórica. Que el país siguiera sus 170 años de vida republicana en un proceso evolutivo siempre ascendente, en busca de perfeccionar la democracia, asegurar la libertad y el imperio del derecho e integrar a todas las clases sociales en un progresivo desarrollo. 

Pese a todo, el discurso pronunciado en ese teatro nos hace reflexionar del gran valor que tiene para la democracia el unirse frente a los grandes y graves conflictos que nos acechan, comprendiendo lógicamente las legítimas diferencias políticas e ideológicas que nos separan. Sin embargo, eso no nos puede transformar en enemigos aun pensando distintos, ya que lo único que puede ayudarnos en este momento de violencia, de odio y de revanchismo es el acuerdo. Es lo que él deseaba en vida, así como también otros líderes de su estirpe. 

Es uno de los discursos más grandes nuestra historia republicana, porque de manera magistral defendía una democracia derrotada, enfrentándose al opresor directamente. Seguramente muchos lo han escuchado por radio, leído o visto en los programas de televisión, sea cual sea la forma transmitía la misma necesidad actual de una constitución que nos represente a todos. 

Fueron esos argumentos políticos y jurídicos que no se tomaron en cuenta ni en el primer proceso constituyente y hasta ahora lo mismo con los consejeros constitucionales. Al no atendérselos en el centro de los partidos, la dirección tomada convirtieron el espacio en un feudalismo de intereses que no representaban el deseo de democracia que aspiraba Frei, puesto que así no se construye una patria orgánica. 

Ahora en democracia no existiendo el contexto de la dictadura mediante, podemos ir más allá. Podemos buscar un crecimiento y desarrollo, perseguir una voluntad general más profunda. No obstante, caemos en lo mismo una y otra vez en las mismas incertezas y mismas arbitrariedades. 

Hoy día, buscar cómo podemos aplicar este magistral discurso del teatro Caupolicán y hacerlo carne para tener una nueva constitución que represente a todos los chilenos, esa es la tarea de ahora en adelante.

 

Nelson Leiva Bustamante

Cientista Político

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