sábado, 29 de junio de 2024
viernes, 28 de junio de 2024
El presidente Boric y su metamorfosis
El presidente Boric y su metamorfosis
“No es lo mismo ser activista, que ser presidente de todos los chilenos”. Palabras para el bronce que Gabriel Boric responde al post de Instagram sobre su metamorfosis, una descriptiva ilustración que engloba las transformaciones en su carrera política, desde sus inicios como dirigente estudiantil, al paso de su imagen como presidente. Y con su respuesta estamos copiosamente de acuerdo con el señor presidente.
Sabemos que desde un principio fue activista, criticando duramente a los presidentes de turno cuando daba sus primeros pasos en el mundo político y, por lo tanto, siendo muy irresponsable como tal. Sin lugar a dudas como activista quiso imponer mecanismos poco usuales, hasta tratar de generar un golpe blando para conseguir sus objetivos.
Ahora en el poder hace mea culpa, y en este reconocimiento tiene absolutamente toda la razón, es muy distinto ser activista que estar en el gobierno. Sin embargo, este es un principio lógico y natural de toda buena formación política aprendida en la militancia de los partidos, desarrollar el propio juicio político, tomar sus propias decisiones y expandir su acción responsable dentro de la sociedad democrática.
En esencia, los que militan en distintos partidos políticos saben que una cosa es ser simpatizante y otra cosa muy distinta es ser militante. Indudablemente esa es la primera responsabilidad, dar ese paso a miembro activo, representando y promoviendo la ideología, para luego postular a cargos públicos. Una vez en uno usted gobierna, por lo tanto, no se emiten ciertas vicisitudes ni se dejan entrever ciertas contradicciones, las que habitualmente cuando ya se alcanza la presidencia no se deben cometer.
Dicho de otra manera, al momento de convertirse en presidente de la República no se puede pensar como el activista que inicia en política, o acaso se cree que gobernar el país es ser como Greta Thunberg, manifestándose con una pancarta en un grupo organizado y protestando alrededor del mundo. Mucho menos es dar a conocer tus inquietudes atacando a la policía o destrozando los bienes públicos o privados.
Está bien apasionarse y diferenciar sus ideas, pero cuando se tienen cargos de gobierno no solamente se tienen que dar a conocer la ideas, las mismas se tienen que cumplir. En ese proceso de llevarlas a cabo existen problemas, indolencias e indiferencias, problemas políticos, coaliciones con las que se debe negociar, se debe ver la realidad cuando no se tiene mayoría en el parlamento, y en ese momento no se puede ofrecer el moro y el oro.
No cabe duda que algunas tomas de decisiones políticas son difíciles, en donde no se pueden dejar contentos a todos, donde a veces se tienen que tomar determinaciones que no gustan, que no son populares y que evidentemente se escudriñan en el ejercicio de los cargos públicos.
Por el contrario, hay una gran mayoría que ganan los cargos públicos sin ninguna preparación, sin conocimiento, aprenden en el camino experimentando en el cargo con ensayo y error. A todos les pasa lo mismo. No obstante, los políticos de carrera, los que llevan años en el parlamento, en la cámara de diputados o en el senado están al corriente de cómo se mueve la mecánica y por eso conocen mejor el funcionamiento, tras tener esos años de experiencia es más lógico optar a un cargo presidencial. Muy pocos han pasado de ser diputado a ser presidente, sin estar en el senado.
Entonces, la experiencia que te da pasar por ambas cámaras da una perspectiva, ofrece el discernimiento de cómo funciona el sistema político y los distintos partidos políticos, los tuyos y los adversarios. Se conocen, dialogan, conviven diariamente, comparten, saben cómo piensan para negociar un acuerdo. Aquí el Frente Amplio (FA) empezó de cero a 100, por lo tanto, ni ellos conocían como pensaba el resto y el resto no conocía claramente cómo piensan ellos. Simplemente tomaron la oportunidad para llegar al sistema sin proponer una propuesta viable.
Con su respuesta, lo que Gabriel Boric nos da a conocer es que se ha dado cuenta mientras tiene poder, con en el ensayo y error, que la situación no es nada fácil y que obviamente ser un activista o militante no es lo mismo que tener un cargo político. En buena hora Señor presidente, pese a lo cual ya es tarde, ya lo elegimos. Tendrá que terminar de madurar en el cargo.
Nelson
Leiva Lerzundi
Cientista
Político
sábado, 22 de junio de 2024
viernes, 21 de junio de 2024
La izquierda y el progresismo
La izquierda y el progresismo
Para nadie es un misterio que la mayoría de los artistas se posicionan ideológicamente con la izquierda. Es tan común que proporcionen su imagen para encabezar campañas vinculadas al sector, que inmediatamente reconocemos que recibirán cargos.
Algunos bien lo harán por afinidad, por responsabilidad social o participación cívica. Pero sobre todo asociamos sus intervenciones como modos de politizar la cultura, donde ellos son los únicos que tienen la palabra final al respecto. Es que dentro de los círculos del arte también existe una especie de dictadura y autoritarismo, en donde no se puede pensar distinto.
Cosa en común con las ideas ignominiosas de la izquierda, su comportamiento sectario y el afán de apropiarse de la cultura popular. Finalmente, ambos creen que gran parte de ese mundo milita y tiene pensamientos similares. Son los dueños de la cultura, los que imponen las reglas de esa erudición y son los que utilizan el arte como un brazo político. Cualquier otra que se desarrolle y difiera de su pensamiento, como la cultura conservadora propia de la derecha, para ellos no debería existir. Ellos son los únicos fieles representantes del mundo actual, del progresismo y del desarrollo humano. Solo ellos determinan quienes ofician el arte, a su vez que establecen que es y que no.
Así mismo, el estado socialista soviético en sus inicios utilizó en su revolución a los artistas para exaltar el trabajo, la solidaridad y la eficacia del régimen comunista. Era un arte que no cumplía con los principios capitalistas, sin decadencia y para nada burgués, útil a los propósitos de la ideología como una herramienta política.
Se mantuvieron los primeros años al lado del poder establecido, para acabar algunos perseguidos, criticados, sometidos a la dictadura, a ese socialismo real. Se hace lo que el partido decide y no hay otra expresión, por lo que muchos escaparon a otros países de Europa y del mundo.
La utilización de la cultura por parte de la izquierda en el socialismo real es un tema histórico. Ahora la mutación del manejo cultural es liderada por la nueva versión de la izquierda, la que sigue plasmando su pincelada, el progresismo joven.
Como muestra, el Frente Amplio utiliza las artes de forma más inclusiva que el partido socialista, que el PPD y otros partidos tradicionales de izquierda. Sin duda les fue muy trascendental para la elección del presidente a Gabriel Boric, donde por medio de artistas consiguieron militantes y lograron masificar sus políticas feministas y de identidad de género.
Sin embargo, siguen los pasos de la misma Unidad Popular (UP), que fue una clara demostración de ideología entregada, donde toda la cultura estaba al servicio de entes ideológicos, principalmente de izquierda y todos sus matices.
Entonces, ojo con la promoción de cultura en las obras de teatro, en la música, en la actuación. Si bien, muchos de estos virtuosos profesionalmente hacen arte para expresar sus sentimientos o pensamientos, porque les nace el deseo por hacerlo, muchos caen en el contratiempo de ser utilizados políticamente, o bien, de frente colocan su arte a los beneficios de un sector político determinado, convirtiendo así su trabajo en un arte partidario y discriminativo.
Porque
el arte debería incluir a todos, sin discriminar a quienes lo realicen y sin
armar un monopolio al respecto. No nos olvidemos que cuando la izquierda es
gobierno estos dominan las instituciones públicas que dictan los premios
culturales y los financiamientos. Así dictaminan lo que es correcto e
incorrecto, monopolizando al beneficio de los suyos.
Ejemplos de grandes personajes en el arte que no han sido de izquierda y que han sido discriminados por ello son varios. Entre ellos Mario Vargas Llosa le costó décadas lograr un premio nobel, pero cuando se le otorgó el 2010 las voces izquierdistas suecas reaccionaron gritando: ¡No les den el Nobel,es un derechista!
El mismo Jorge Luis Borges, al no ser Peronista y cuestionar al sector, fue castigado por tener un acercamiento a Rafael Videla, y por los elogios a Augusto Pinochet, dichos que fueron tomados en cuenta para que no le otorgaran el Nobel.
Debemos
reconocer este anacronismo que tiene la sociedad chilena, uno extendido también
por toda latinoamérica, y que debe cambiar. Nadie que tenga un pensamiento de
izquierda progresista o de derecha, de centro, tiene monopolio absoluto de las
ideas del arte, o del pensamiento. A pesar de lo cual, parece que estos
principios progresistas de izquierda se quedan solamente en eso.
Nelson
Leiva Lerzundi
Cientista
político.
sábado, 15 de junio de 2024
viernes, 14 de junio de 2024
sábado, 8 de junio de 2024
viernes, 7 de junio de 2024
Acaso se merece el PC la Presidencia de la Cámara Baja
Acaso se merece el PC la Presidencia de la Cámara Baja
Bien sabemos que la práctica de la política depende mucho de las negociaciones. Cuando se acordó que el Partido Comunista (PC) presidiera la Cámara de diputados, debieron negociar para acordar los beneficios a cambio del apoyo y lealtad a los intereses del gobierno. Sin embargo, al llamar a movilizaciones para presionar la aprobación de las reformas del ejecutivo, dio inició al veto del resto de partidos, haciendo peligrar su directiva tras 112 años de historia partidista esperando esta oportunidad.
Es que la manera de expresar del PC deslegitimiza al usar siempre la fuerza externa como moneda de cambio. Es cierto que tienen derecho a que se cumpla el acuerdo refrendado el año pasado, presidir la cámara de diputados entre marzo y octubre del 2024, pero los presentes en el parlamento se han ganado la autoridad, por lo tanto, la legitimidad al recibir la representación de la población.
Dicho esto, no solamente la democracia es generada con el rito de las elecciones, sino también el comportamiento de quienes ostentan el poder debe ser acorde a lo democrático. Irrecusablemente cuando el senador del PC Daniel Núñez prorrumpe expresando aptitudes poco democráticas al llamar a su propio gobierno a convocar a la presión de la ciudadanía para sacar adelante las reformas, reconoce una costumbre poco democrática contra su misma cartera. En otras palabras, esta es una política poco republicana contra su misma representación.
Parte de la culpa es de la misma ciudadanía al darle al gobierno una minoría política en el parlamento, porque ningún gobierno puede establecer sus políticas sin el suficiente apoyo de las reformas directamente asociadas al ejecutivo. Desgraciadamente esa ignorancia política en Chile se ha convertido en un problema constante, un problema que no puede solucionarlo el PC o cualquier otro partido por mucho que presionen.
Indiscutiblemente el PC tiene que asumir que el Frente Amplio es minoría y tiene que persuadir a la oposición. En ese ejercicio de exhortar, el gobierno deberá negociar apoyo y las actitudes tomadas por el PC no ayudan mucho a lograrlas. Volver a las actitudes setenteras y hacer presión social en la calle, el poner a los ciudadanos como bala de cañón para que un gobierno de turno defienda sus intereses atentando contra el orden público, contra las personas, contra el mismo gobierno.
Estas conductas son las que explican preceptos propios con las cuales muchos partidos políticos no han estado de acuerdo con que lideren la cámara. Pese a lo cual, han crecido por medio de estas actitudes sediciosas e irreflexivas, poco democráticas.
De muestra un botón, lo sucedido durante el gobierno de Gabriel González Videla (1946- 1952). El gobierno contaba con tres ministros de Estado del PC con los que Videla tuvo algunos problemas. Se le sumó la creación de grupos paramilitares del PC para derrocarlo. Al parecer su conducta se repite cuando las cosas no consiguen acuerdos o cuando van muy lentas, llaman a la presión de la ciudadanía para sacar adelante sus propósitos. Siempre quieren ir rápido, obviar la democracia de las mayorías. Invariablemente pasando a menospreciar las reglas democráticas básicas.
Los cambios se hacen con mayorías. Si no tenemos mayorías, hay que conformarlas y si no se pueden conseguir acordar, estamos imposibilitados. Es una realidad, la legitimidad se respeta, no se puede fallar al principio democrático por llamados a movilización, en donde se quiere valer de la ciudadanía, de los dirigentes sociales, para obtener lo que tanto desean.
Asimismo, la altanería y el chantaje social que el PC, el Frente Amplio y otros sectores lo manipulan como una manera de hacer política. Le enseñan las uñas a la derecha, al centro, a la izquierda y a su propio gobierno complejizando aún más la situación, dándole la razón a quienes pudieran estar de acuerdo. Entonces, merece realmente el Partido Comunista la presidencia de la Cámara de Diputados. Ustedes tienen la palabra.
Nelson
Leiva Lerzundi
Cientista
político