jueves, 8 de mayo de 2025

La disyuntiva sobre qué estatua usar, Baquedano o Mistral

 La disyuntiva sobre qué estatua usar, Baquedano o Mistral

Tras ya varios años del retiro al monumento al General Baquedano en Plaza Italia, el gobierno finalmente intenta definir su sitio definitivo y reemplazar su antigua ubicación por un monumento a Gabriela Mistral, configurando una escaramuza entre los que están a favor de uno o de otro.

Respecto a ello, aquí no hay que manosear la historia, no hay que dar una visión ideológica, ni reivindicaciones políticas, ni tampoco buscar personificaciones de una por sobre la otra. Tanto la poetisa Gabriela Mistral como el General Manuel Baquedano disfrutan de reconocimiento por todo el país, pero claramente tienen ordenaciones y visiones distintas en la historia de Chile.

Todas las representaciones tienen su historia, es decir, las circunstancias por las cuales fueron concebidas. Esta en particular, corresponde a un reconocimiento a la guerra del pacifico, símbolo de la unidad nacional, el idealismo del guerrero chileno al servicio de su patria que llega a entregar su vida en el cumplimiento del deber, como Arturo Prat, Ignacio Carrera Pinto y tantos otros.

Porque nuestros héroes son figuras que van más allá de cualquier color político, o los gobiernos de turno, ellos son parte de la unidad nacional, de nuestra tradición, son parte de nuestra historia y la historia de un país que se quiere, se respeta.

Dicho lo anterior, la plaza Italia o plaza Baquedano es el lugar en donde 1928 se instaló su estatua para recordarlo. Entonces, por qué desconocer su rol de combatiente destacado, héroe nacional en vez de descontextualizar su figura histórica. Debemos ubicarlo en la línea de tiempo a la que perteneció, en sus labores de guerra, dirigiendo, planificando y combatiendo. El general Baquedano ganó una guerra luchando junto a muchos chilenos y chilenas para anexar un territorio que hoy es la fuente de mayor ingreso del país. El monumento o cápsula conmemorativa, es un reconocimiento a su ejemplar carrera militar y vida personal dedicada a la patria, ese es su valor.

Hecha esta salvedad, no podemos empequeñecer a nuestra primera Premio Nobel de literatura, que no tan solo es reconocida en el país, sino que en todo el orbe. Posee monumentos y reconocimientos en todo el territorio, aunque el mayor reconocimiento debería ser más leída, sus libros y publicaciones reeditados y promovidos.

En definitiva, ambos son figuras importantes de nuestra joven historia en roles y en situaciones totalmente distintas. El problema acá es darle una connotación política, ocuparlos como figuras de la historia nacional en un contexto político e histórico distinto, usarlos para justificar los principios que defendían en el estallido social. Ambas son figuras connotadas que están más allá de un pensamiento ideológico, están más allá de la izquierda o de la derecha. Sino que ambos representan el respeto a la patria.

Por lo tanto, me niego terminantemente a aceptar una nueva contradicción que este gobierno nos impone al manosear políticamente a héroes de la historia, que nos pueden gustar o no, que tienen luces y sombras como todo protagonista que ayudó a forjar el país. No obstante, eso no les quita ser reconocidos por sus aciertos y el aporte en beneficio de la patria, no nos venguemos, no seamos puristas. Simultáneamente, muchos nos negamos a aceptar que esta administración trate de politizar y simbolizar todo políticamente a su gusto, aun cuando su representación es del 30%.

Entonces, lo que le pedimos al gobierno y a la ciudadanía es que vean el contexto, no busquen a través e la historia sacar dividendos políticos, hacer una simbología política barata, porque aquí lo que hay que buscar son símbolos que unan al país, no busquemos dentro estos símbolos un conflicto artificial para sacar dividendos políticos. Indiscutiblemente, esto no significa que las personas no puedan manifestarse libremente o que no puedan expresar su descontento en la llamada plaza Baquedano o Italia, ahora dignidad. Está bien que así sea, pero no con una violencia inusitada, repudiable, sin respeto a sus compatriotas. Tu democracia termina cuando transgredes la del otro.

Para concluir, ¿Cuál es el mejor lugar para ubicar a nuestros héroes? Qué duda cabe, cada uno de nosotros pensará de una manera diferente y habrá muchos cientos de pensamientos, muchos tal vez coincidan, pero llegaremos a lo de siempre, no podremos ponernos de acuerdo y la discusión será eterna. Creo que el mejor lugar radica en el pensamiento y alma de cada chileno que se respete.

Nelson Leiva Lerzundi

Cientista Político

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