jueves, 7 de julio de 2011

LA VELOCIDAD DE LUZ EBENSPERGER

 La intendenta de la región de Tarapacá nos puso en el tapete un tema importante hoy en día, que es el de la autoridad y su relación con el poder. ¿Deben ellos tener una vigilancia permanente para no abusar de él? Las imágenes mostradas en TV del exceso de velocidad cometida por su chofer para llegar a tiempo a una reunión, nos lleva a una profunda reflexión, y tratar de responder una pregunta sencilla, pero difícil ¿Quién vigila a las autoridades? Esto es sin duda un cuestionamiento complejo de abordar y de solucionar en este caso específico, dado a que la autoridad aludida fue responsable y reconoció el error, además instruyó pautas futuras para que este hecho no se repita. 

La fiscalización de la autoridad es fundamental, no sólo por los medios de comunicación o grupos organizados, si no por el ciudadano mismo, como en este caso, donde alguien grabó el video sin saber que el auto era fiscal y lo que llevó a investigarlo. Esto nos demuestra que son los mismos ciudadanos los que tienen que exigir que sus autoridades cumplan las reglas, ya que por moral tendrían que ser los primeros en respetarlas. Esa es nuestra tarea, la cual se ve beneficiada por los nuevos mecanismos tecnológicos que se disponen actualmente.

Por otro lado, tampoco se debe abusar de esta oportunidad ya que puede perjudicar la credibilidad de la labor ciudadana y de los derechos de nuestra democracia amenazándola de manera peligrosa, poniendo en riesgo el limpio juego político. Mas, siempre es bueno saber que los ciudadanos están dispuestos a aportar al buen funcionamiento y trasparencia del país, y el actuar de sus autoridades. Ojalá se masifique y se vuelva una costumbre, aunque sea una coincidencia como en este caso.

Ahora la tarea es llevar esta lógica a todas las autoridades, en especial los parlamentarios, quienes en su mayoría no tienen ningún tipo de control, no se sabe lo que hacen con claridad, no todos actúan con trasparencia y por lo general son el símbolo máximo del abuso de poder; los ciudadanos, no siguen su proceder, ellos tampoco lo explican, ni tampoco se  aproximan como debieran, lo que termina generando un círculo vicioso que les permite hacer lo que quieran, entre muchas cosas, correr como si estuvieran en una competencia de formula uno hacia Valparaíso. Esto último mostrado hasta el cansancio por los medios de comunicación.

Por esta razón no solo las autoridades del ejecutivo tendrán que bajarse del auto de formula uno, sino que como es sabido, se debería exigir lo mismo al parlamento que siempre pasa incólume, hasta que son pillados infraganti, por ello el criterio fiscalizador debe imitarse, como en este caso de la intendenta y para las demás autoridades también.

Esperemos que estos hechos no se repitan, que la fiscalización y la vigilancia sean permanentes, porque sin ninguna duda nos hace bien como país.


Nelson Leiva Lerzundi
Cientista Político

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