jueves, 18 de agosto de 2016

LA REINSCRIPCION



La reinscripción

                                                  ¿Políticas sin contenido o castigo de militancia? 

La reforma de la reinscripción de los partidos a quién está castigando, si todos  entendemos que los partidos políticos necesitan una reestructuración, algunos de ellos lo concebían en forma voluntaria, otros se están viendo obligados por la reforma presentada y exigida por la nueva ley de partidos políticos.

El cuestionamiento que se presenta  es por qué se tiene  que obligar a las directivas a hacer reformas políticas que lleven a cabo la voluntad de una ley  acarreando a sus militantes, entendiendo que los militantes no tienen la culpa de las malas gestiones directivas.

El problema de los partidos políticos es la crisis de legitimidad, tanto del  SERVEL como de las malas  decisiones políticas tomadas  por los partidos y sus dirigentes, en cambio, la  militancia solo sigue ordenes,  sigue las estructuras y tiene cierta autonomía y acceso a  ciertos cargos que son los  mínimos, los que son permitidos por la elite y la dirigencia.

Aparentemente esta es una reforma que  favorecería a los militantes, pero, por qué los militantes  deben reinscribirse, por qué  deben  asumir  un costo político que es voluntario para ellos, pero no es voluntario desde el momento que es castigado al tener que hacer nuevamente  este mismo trámite, por culpa de una directiva que no fue capaz de modernizar el partido anteriormente a lo que esta ley plantea o que no fue capaz de ver la nueva estructura  de los partidos del  siglo veinte uno.

Los reales culpables son los dirigentes de los partidos políticos, la militancia es la base,  es la formación, que  no está siendo tomada en cuenta, no está siendo bien formada, no está siendo bien tratada, solo es ocupada   para campañas políticas  como una herramienta o mano de obra barata y la castigan  con la reinscripción cuando ellos trabajan sólo por convicción. 

 La temática aquí es quién es el que está mal. La militancia que debe reinscribirse o la dirigencia que no plantea bien las necesidades  que el nuevo partido político debe responder en esta nueva época.

 Resumiendo,  todos los militantes debemos, haremos y harán la fila para reinscribirse en sus respectivas colectividades, por amor a la camiseta, por convicción política o por algún otro interés específico.  Pero bastará con esto, bastará con la reinscripción o realmente lo que hay que  hacer es una reformación de la elite, una reformación de las ideas políticas, un establecimiento de partidos ordenados y una  vigilancia de las autoridades políticas y de las directivas, una estructuración política electoral que no sólo la obligue la nueva  ley, si no que debiera haber estado hecha con antelación, porque la ley obliga ciertas estructuras, lo que es bueno, pero va a generar partidos uniformes, partidos iguales y no vamos a estar generando diferencias, que las hay, pero retóricamente en el discurso, no en la estructura, así vamos a estar creando partidos políticos en serie.  

 

 

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