Resumen del último tiempo político
Como se ha podido ver en este último tiempo político, han ocurrido
ciertos hechos que han llamado la atención y que generan una cierta vicisitud
en el sistema y en el ambiente político del país, el que se mantiene un poco observante o expectante de
la situación que está ocurriendo. Vemos por un lado un gobierno, que ha ido
cimentando las reformas prometidas, las que se han ido desarrollando a pesar de
las indolencias de quienes desean impedir que las mismas se consoliden, sin
embargo, se han ido desplegando y consolidando paulatinamente de acuerdos a los
distintos tiempos políticos.
Por otra parte, tenemos un
sistema político que no ha estado necesariamente a la altura de las necesidades que está demandando el país, un
sistema o coalición política gobernante, La nueva Mayoría que se ha visto simuladamente
coordinada en estas labores de gobierno y frente a los casos de corrupción por
todos conocidos en este último tiempo.
El gobierno no tiene en si una narración
coherente, sin embargo, les ha permitido desarrollar su política con cierta
tranquilidad, pero con indiscutibles vaivenes que los han llevado a tener dificultades,
las que tendrían que ser controladas con habilidades políticas que no sean
cuestionables.
Recientemente nos encontramos con
los problemas del Ministerio de Justicia donde la ministra Blanco ha sido
cuestionada en su toma de decisiones políticas las que son inculpadas de poco
transparentes, especialmente por los hechos ocurridos en Gendarmería y en el
Sename, materias que competen a su ministerio, donde se ha visto enfrentada a problemas
que son intrínsecamente determinados en su tarea, problemas con señales políticas
de los cuales la oposición trata de sacar ciertos dividendos estatales a falta
de un relato gubernativo coherente y ordenado, sin embargo, ellos no están
ajenos a esta coherencia política, ya
que también se enfrentan a una crisis de probidad (Penta, S.Q.M, etc.), interna
de partidos y falta de liderazgo.
Se puede decir que el sistema
político y los partidos en general no están teniendo ni respondiendo a las
necesidades que el país requiere y eso genera que tengamos una sensación de
inquietud de ir a la deriva política. Actualmente los partidos y los sistemas
políticos como tal no responden a las necesidades que generalmente se plantean
las personas, que son la seguridad, consolidación de las reformas, cierre de
los programas y qué es lo que viene a futuro.
La política está bastante más cercana a las
peleas y a las coyunturas políticas, lejana a las soluciones de los problemas,
por lo tanto, vemos que en este contexto vamos a enfrentarnos a una elección
municipal en que por primera vez vamos a tener un sistema más democrático como
es el sistema de primarias que generó tantas expectativas dentro de una u otra
coalición, sin embargo, vemos poca participación y gran apatía lo que genera una
gran incertidumbre para esta elección municipal.
Esta gran crisis de las
coaliciones políticas la vemos reflejada en las encuestas donde la
aparición de nuevos partidos como El Partido Progresista de MEO generarían
nuevas opciones políticas, nuevas coaliciones o grupos de partidos siendo esa
tercera fuerza de partidos que al llegar
a ser gobierno tendría un parlamento desmejorado que las llevaría a
pactar con las fuerzas más arraigadas.
Pero el tema es que la
inconsistencia política, que es el caldo de cultivo y el abono que va a permitir a estos grupos
levantarse como una candidatura al no ver otra expectativa, porque las otras coaliciones
ya han agotado las ideas, los ordenamientos y lo que más enfrentan es crisis,
más bien son coaliciones unidas por necesidades que por convicciones.
Todo esto la gente lo está viendo y evaluando
cada vez más en las distintas encuestas, las que en lo general plantean una
baja adhesión a la política y a los partidos, producto de las escases, las soluciones,
la inoperancia de respuestas, porque al parecer se le acabaron las ideas.
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