En este periodo de influencia disputada el P.D.C. mantuvo y defendió
su obra, principalmente entró de lleno a la guerra ideológica, política y
filosófica del momento; guerra, porque claramente se perdieron los códigos
políticos de buena convivencia social y de amistad cívica existente, lo que se trasformó en una disputa sin cuartel de la
cual nadie se salvó ni estuvo al margen. Cada institución buscó imponer sus
ideologías sin validar a las demás, ganando espacios y destruyendo otros.
Ideológicamente las distintas ideas políticas se descalificaban entre sí, no se toleraban ni aceptaban desde ningún
punto de vista. Filosóficamente el sustento
de las ideologías creadas debían seguirse en forma pura y unos no
aceptaban su divulgación en desmedro de otros.
En este periodo y por estas circunstancias se ve el periodo de influencia más oscuro, no en
cantidad de votos ni en la intervención social, sino en la manera de enfrentar
los problemas políticos y al mirar de distinta manera el sistema democrático.
A lo largo del estudio se pudo comprobar que este partido tuvo la actuación política más
dura y confrontacional, quizás, más dura que en el periodo del gobierno
militar, ya que todo el poder que obtuvo y que conservó de una u otra manera lo
utilizó con el fin de imponerse en la lucha ideológica, filosófica y política,
de la cual no hubo ganadores, pero que produjo que los partidos políticos en especial el P.D.C.
validara caminos más agresivos y duros de los que su ideología y principios
permite, lo cual, producto del nivel de poder e importancia que tenía, lo convirtió en un rival duro, con
conciencia fuerte, donde el no hacer y
no dejar hacer fueron conductas claves y necesarias para su desarrollo
político.
Esto nos permite establecer que el rol que tuvo el P.D.C. en este
periodo es de un rival político calculador, con poder, con fuerza social y
política (la segunda en la región), lo cual le permite de una u otra manera
imponer sus términos e impedir logros y ambiciones políticas del equipo de
partidos gobernantes. Bajo este punto de vista el P.D.C. actuó de una forma más
conservadora que la etapa anterior ya que buscaba mantener sus reformas y
combatir la amenaza del marxismo que asustaba a la mayoría de los partidos que
no eran de la U.P. en la zona.
Por este motivo, en este periodo, donde el P.D.C. mantuvo su lugar de privilegio,
ejerció su poder y fuerza para producir cambios políticos, los que se
concretaron en una disputa con los partidos de gobierno, forzando la
manutención de cambios, tanto por el
fracaso como por el empecinamiento de desarrollo de ideas, lo cual va
convirtiendo al P.D.C. en un opositor
duro, implacable e intransigente, especialmente en el ámbito social.
El P.D.C. en este periodo de influencia disputada se mostró duro y
agresivo pero mantuvo un rol
protagónico, siendo un actor político tanto en la toma de decisiones como en
las acciones políticas, concentrándose más en la omisión, en impedir esa acción
por parte de sus rivales políticos que se manifiesta en los siguientes tipos de
influencia:
§ influencia ciudadana.
§ influencia juvenil
§ influencia ideológica agresiva
§ influencia social
sutil.
Este tipo de influencia es una de las más importantes de este periodo.
Aquí se disputan los espacios de poder y las formas de llegar a la población,
se busca politizar todo espacio público y político, poner atención en donde la
ciudadanía pudiera afectar en las decisiones y politizar sus intereses como
entes políticos. El P.D.C. ayudó como gestor
de poder y políticas ciudadanas con el fin de presionar y atar al
gobierno de turno en las decisiones
políticas que le interesaran e identificaran a los sectores ciudadanos.
En palabras simples el P.D.C.
por su cercanía con la gente, por el progreso social relativo que
generó, por la sensación de protección que otorgó a sectores anti izquierdistas
que fueron beneficiados y que temían perder sus beneficios, logró que su
proyecto ciudadano y político generara una aceptación en gran parte de la
población, la cual de alguna manera se unió al P.D.C. y se transformó en un
aliado político esencial para lograr presionar y mantener en forma clara una
resistencia ideológica, ganando legitimidad en sus actos, inclusive alentada
por esta ciudadanía y fomentada por la efervescencia política animada a la
violencia física y sicológica como un camino
no descartado por los sectores sociales que este partido busca
representar e inclusive afectados por
las formas de actuar de los distintos
actores de este tiempo.
El P.D.C. logró a través de sus grupos, poder, que ostenta en la
representación ciudadana generar un quiebre político, que después con el
proceder de los otros actores del gobierno y el resto de la oposición, se
transforma en un poder social, ya que una gran parte de las bases
populares no se sentían identificadas
con el gobierno que asumió, pero sí, con el P.D.C. y el resto de la oposición,
lo que genera, que este partido cumpla un rol concientizador de esta diferencia
y de una cierta resistencia a cambios no deseados por parte de la ciudadanía
que no estaba conforme con el
aceleramiento de estos, lo que originó que este descontento fuera canalizado e
incentivado por esta opción política , basados en la idea de no hacer y no
dejar hacer, con la intención de que la ciudadanía legitime a esta organización
como lo hizo de algún modo como interlocutor válido y necesario para las nuevas
reformas.
El P.D.C. creó un escenario político, donde la ciudadanía lo
consideraba necesario para la estabilidad y a su vez el único negociador que
podía permitir la continuidad en el tiempo de los cambios y el éxito del
proyecto popular, demostrado en la zona por los fuertes choques sociales de uno y otro grupo, donde
el P.D.C. actuó como concientizador,
como líder para mantener los espacios,
para que la oposición mantuviera su descontento y ocasionara flexibilidades y
dependencias políticas que complicarán y maniatarán al gobierno.
Finalmente, el P.D.C. buscó disminuir la intervención social del
gobierno de la U.P.
ganarle espacios, obligarle a negociar, debilitarlo, lo que en Magallanes logró
parcialmente, pero si, logró que no sea un gobierno cómodo, ni tan popular, ya
que sectores populares se identificaban con el P.D.C. , lo que este utilizó muy bien a su favor, manteniendo una imagen
opositora necesaria para la gobernabilidad y acuerdos con un gobierno débil,
acuerdos que sabían que era difícil que se cumplieran , teniendo ciudadanos militantes
comprometidos y consientes, que desde su espacio debían enfrentar la disputa
ideológica para ganarla, ya que el
compromiso ciudadano del partido era muy profundo.
En este tipo de influencia el P.D.C. actuó claramente con la intención de capitalizar descontentos
y consolidar posiciones activas, ya que si los sectores de la U.P. tenían una juventud
activa, este partido de igual manera logró tenerla, fue reclutando,
ganando centros de alumnos en la región,
tanto de los liceos como de la
Universidad , más la continua militancia y actividad política
permanente, logró además generar una mentalidad contraria a las reformas y
decisiones del gobierno, lo que los puso en la disyuntiva de politizar los
problemas que a ellos les interesaban, frenar la ENU y eliminarla como proyecto, además reafirmar el sentido democrático
participativo que los jóvenes creían perder con la amenaza de la instalación
del sistema marxista.
En ese panorama el P.D.C. incentivó y dio un espacio a los jóvenes
para que se expresaran, dividió y buscó
posicionarse en una de las áreas de
exclusivo uso de la izquierda, pero esto genera otro foco de protesta y
descontento del que se aprovechó para desestabilizar un gobierno débil.
Producto de la rivalidad política y sus disputas se fue generando una
efervescencia ideológica, la que se va acentuando poco a poco y en este tipo de
influencia este partido entiende su rol de continua rivalidad y disputa, usa de
manera simple y directa la base ideológica como eje para imponer sus términos y ritmos políticos e
impedir el avance y el desarrollo de sus rivales, ya que tanto en la región
como en el país se buscaba imponer los términos políticos de uno u otro, fuera
como fuera, lo que genera que el P.D.C. acelerará procesos de intervención en
la sociedad y en todos los ámbitos de su
interés diera a conocer su ideología, buscara expandirla y combatir la
expansión de las ideologías rivales, acusando intervencionismo real, pero no
muy lejano a lo que permitía y obligaba la realidad del momento. Para ello, estar interviniendo en todos los
ámbitos posibles era fundamental, además de obstaculizar la intervención del
gobierno para debilitarlo y quitarle legitimidad. Por eso, al mantener un campo
de operaciones donde poder intervenir teniendo una solvencia ideológica con
herramientas sociales, culturales etc., le permitió manejar de manera agresiva
asegurando ciertos objetivos propios e impedir logros del gobierno de turno,
hacerlos dependientes, sobre todo impedir una expansión única de la ideología
marxista, manteniendo un espacio de resistencia que se va haciendo cada vez más
fuerte, buscando derrotar o anular la
expansión de uno u otro pensamiento.
El P.D.C. incentivó la necesidad de estar alerta e impedir de manera
belicosa el cambio social que se quería hacer, por ende lo buscado y perseguido
por este partido, era frenar la expansión de la ideología marxista,
presentarse como una alternativa válida
y así operar con tranquilidad, hacerse necesaria, disputar ideológicamente el
terreno político con libertad, sin muchos limites, en cambio, la Unidad Popular en la zona
siendo una mayoría relativa se veía limitada, frenada en su influencia, ya que
el control social que esperaban que se identificarán con ellos, el P.D.C. logró
conservarlo y/o aumentarlo e invertirlo estratégicamente, lo que les puso un
tope de margen de acción que no pudieron superar.
Por esta razón la agresividad política se presentaba con la intención
de mantener su influencia, poner un tope a la de ellos, para así obtener cierto
poder y control sobre sus actos.
Este tipo de influencia tiene que ver
con la manera de transmisión y canalización de la relación de la sociedad con el proceder del
P.D.C. Que ha estado en contacto
constante con la ciudadanía, lo que les ha permitido una relación cercana,
beneficiosa, con cierta identificación ciudadana y también social, pero
evidentemente no influye en todos los sectores, por lo que debió actuar con sutilezas y cuidados para ganar
terreno e impedir el avance en la sociedad de sus rivales ideológicos. Para ello tanto el sindicalismo como los
demás gremios buscaban intervenir en los temas sociales
delicados, en que las decisiones fueran
las correctas y beneficiosas al partido, para que este pueda ejercer su poder y
sacar ventajas, ganando en representación social en las capas intermedias de la
sociedad, como en colegios, liceos, etc., con ello, entendiendo que de esta
manera se le quita de alguna manera el monopolio de representación a la
izquierda tradicional monopolizadora, provocando
con esto la generación de dos visiones y proyectos sociales dentro de estas
capas de la sociedad que no se ponen de acuerdo, que generan disputas sociales
que no favorecen a la estabilidad ciudadana y de la sociedad en general.
Nelson Leiva
Lerzundi
Cientista Político
Celular: 982839785
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