La falsa
integración un discurso que yo ya no compro.
Sinceramente
no estamos en un minuto en que acaezcan principios importantes en la república que
estén teniendo validez. Por otra parte, de un día para otro esa validez se
asume por toda la población milagrosamente, como algo normal. Perdónenme, pero
yo ya no soy tan ingenuo, no me creo ese cuento.
El
cuento de la integración, la ficción en que vamos a respetar a la mujer, en la parábola
que vamos a tener un espacio para las mujeres, en la paridad de género, en el respeto
entre las clases sociales, que
apetecemos una sociedad mejor, que ansiamos la paridad de género, la asamblea constituyente,
que ni una menos, que no queremos chistes xenófobos a las mujeres, que pifiamos
a los que antes nos hacían reír, que queremos integrar a la población, que
vamos a integrar a la discapacidad, a la minoría sexual, y a aceptar todo lo
que antes no aceptábamos.
Sin
embargo, curiosamente, en menos de un año; del 18 de octubre en adelante, Chile
cambio, Chile es otro: octubre, noviembre, diciembre, enero, febrero, marzo, en
seis meses Chile es otro. Se acaba la pobreza, se acepta la homosexualidad, no
se hace bulling, se acepta al discapacitado, se le da trabajo y se le reconoce
como tal. Si es profesional puede desarrollarse y pasa a poseer una salud digna.
A
pesar de todo, perdónenme que sea tan aguafiestas, en un eslogan del momento,
yo ya no les creo nada, en seis meses ustedes no van a cambiar su perspectiva en
funar a humorista como el che copete, que nos hacía reír a todos, porque todos nos
carcajeábamos, hombres y mujeres, todos reímos de su payasadas. Toman el
desquite con él, con Kramer, por revelar nuestra realidad. Me parece que es una
frescura, si los humoristas se reían de la realidad. ¿Y cuál es la realidad?,
la realidad es que hay gente con discapacidad, que ha sido objeto de burla, discriminación,
en todo el mundo.
Ciertamente,
la realidad es que la gente tiene sentido del humor y que con un muy buen sarcasmo,
igual uno se ríe, pero uno no es tonto grave, sobre todo cuando muestran chascarros
que a uno le ocurren. Se ríen de los gay, siempre se reirán de los gay, de las
lesbianas, porque son una minoría y no los aceptan amigos míos aunque les duela
escucharlos, no los van a aceptar a la fuerza, ustedes quieren que nos acepten
a la fuerza, no lo van a lograr, porque esta gente no lo va aceptar, es normal
que no nos acepten, porque es normal para ellos y bajo su prisma como
discapacitado he aprendido que aquí uno
tiene que entender, que tiene que aceptar las reglas del juego o entras al juego
o te quedas fuera del juego, pero si entras al juego tiene que aceptar las
reglas, y las reglas son claras.
En
otras palabras, los individuos son homofóbicas, xenofóbicos, racistas,
discriminadores y lo serán siempre, consistirán en los medios, en los colegios,
en los trabajos. Lo harán en todas partes y no porque sobrevenga una
efervescencia social dejaran de hacerlo. Y no porque en este momento todos queramos
cambios sociales y políticos, se hará en seis meses, que Chile cambie en seis
meses acepte lo que nunca se ha aceptado.
Más
aún, a causa que yo lo he visto en la calzada, uno circula en ella y las
personas murmuran; observa esta persona, este niño, etc. Implícitamente considero
mucho más natural un niñito se te acerque
y te refiera, señor como está usted, tiene algún problema, te lo dice con toda
pureza, le dices, sí tengo un problema, que se yo. Uno lo toma con naturalidad,
es un niño que lo ve con naturalidad, pero no es hipócrita, se da cuenta de la
realidad.
De
todos modos, lo que está constituido en estos seis meses, es la hipocresía. Que
tengo que aceptar, lo que antes no aceptaba. Yo prefiero cien mil veces, que no
me acepten y que me digan esta hipocresía a la cara de lo que estamos viviendo.
Por lo tanto Chile no cambió, Chile sigue siendo el mismo, pero está ocultando
lo que siente.
Nelson
Leiva Lerzundi
Cientista
Político
No hay comentarios:
Publicar un comentario