El diálogo para la nueva constitución no debe ser interminable
Por esta razón, si soy elegido su representante constituyente, obviamente, consiento el compromiso de mantenerme abierto al diálogo en todos los temas para poder llegar a los acuerdos.
Pero, este diálogo debe tener un final, no puede ser interminable, ya que el público no puede esperar. Que esta sea una conversación de dos o más años, en donde se llegue a concretar. Esta consulta debe ser con procedimientos, límites, plazos, para ir mostrando los avances, las ideas y los acuerdos concretos.
Puesto que, la discusión en sí misma es positiva, por el contrario, nunca se debe tener un diálogo interminable, se precisan buscar acuerdos y, para que estas colaboraciones se den, se tiene que dar un diálogo franco y flexible. A causa de, que no pueden haber constituyentes desemejantes tratando de imponer cada uno su posición y dejar de negociar lo más importante para las personas. En otras palabras, cada constituyente debe ceder a un bien común.
Aquí no nos sirve que uno consientan y otros
no, sino que todos deben ratificar para obtener el mejor de los acuerdos para
una sobresaliente constitución que podamos lograr y, fehacientemente este diálogo
debe ser con plazos coherente y escuchando, pero no interviniendo.
Cientista Político
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