jueves, 21 de abril de 2022

La pesada carga de la Convención

 


 La pesada carga de la Convención


Es noticia como la Convención ya está dando forma a la nueva Constitución con la aprobación al pleno de diversas propuestas, por sobre todo marcando gran controversia con las que rigen el marco político. Ante estas, es fundamental marcar una línea de raciocinio entre sensatez política y cordura jurídica al interior de los miembros de la constituyente a la hora de aprobar dichos artículos.  

Evidentemente debido a las luchas internas y a las propuestas extremas de un grupo de constituyentes, van a acabar complicándose las representaciones, o bien, dificultando el avance de estas. Sin embargo, como he constantemente mencionado, las posturas a seguir deben ser realistas, prácticas y consensuadas, que de otro modo generarán fricciones en diversos ámbitos políticos. 

Tales como las decisiones de estos grupos radicales de la constituyente que han conseguido los votos necesarios para obtener la mayoría de aprobación al artículo más controversial de la asamblea, terminar con el bicameralismo y al actual Senado. Como argumento esbozan que esta cámara es la principal causa de estancamiento de las leyes y de la representación popular, pretendiendo de esta manera terminar con 200 años de funcionamiento para sustituirlo por una nueva Cámara de regiones. 

Estas tensiones afectan a la ya sacudida estructura política, y por sobre todo al gobierno actual. Así el gran desafío que tendrá de ahora en adelante el actual Presidente Gabriel Boric será tomar posturas. Llamará a aprobar la nueva constitución, aún si esta contiene artículos controversiales para la mayoría de los conciudadanos; o a rechazarla con franqueza, sin rodeos. O más bien, será que se mantendrá neutro, sabiendo que las encuestas de opinión publicadas recientemente muestran que la ciudadanía en su mayoría ha perdido la fe en el proceso, a raíz de las rencillas internas y las propuestas radicales de algunos de los constituyentes. 

En el presente el presidente se declara preocupado por el sondeo de opinión y expresa que se modifique lo que haya que modificar para llegar hasta el escrito final, el cual debe ser votado obligatoriamente el próximo 4 de septiembre. 

Por su parte, algunos partidos políticos acusan que las últimas propuestas cambian profundamente el soporte legislativo vigente, denunciando abiertamente que algunas de las normas que se han elaborado han sido propuestas sin la mayoría de los miembros constitucionales, causando un distanciamiento. Esto significa que a raíz del resultado de la votación que se obtuvo para aprobar o rechazar esta nueva constitución - por los distintos partidos políticos convocados – pueden dejar de mantener la misma posición, quizás puedan variar de acuerdo al resultado que acontezca. 

Esto claramente es algo que se está asomando por la cabeza de sus líderes políticos al percatarse de lo que está sucediendo, por como se está trabajando y al tono con que se está llevando la construcción de la nueva Constitución al interior de la Convención Constitucional. Al momento hay dudas y vacilaciones que no pueden ser ignoradas, que nos estamos farreando el punto de encuentro. 

No es que la convención este haciendo todo mal, puesto que ya existen algunos artículos beneficiosos para el colectivo. Solo sabemos lo que se quiere mostrar en los medios, así como ciertos cuestionamientos de individuos de mala práctica que desean desprestigiarla, no hay que ser inocentes. 

Pero qué duda cabe, ¡Se han tomado malas decisiones! Más aún, hay una mayoría de constituyentes que desconocen mucho de los aspectos técnicos, políticos y jurídicos necesarios. Esto era muy posible que ocurriera cuando el sistema se abriera a los individuos que no provienen del mundo político, pero se demandaba una responsabilidad de estas personas por una asesoría de la cual ya no tuvieron. 

Para terminar, el panorama cada vez se ve más oscuro y con ello el resultado del plebiscito cada vez más inconstante. Lo que buscábamos con el “yo apruebo la nueva constitución” no ha generado lo que todos esperábamos, nuevos consentimientos, transversalidad, unir a nuestra sociedad. Hasta el momento, seguimos divididos, y la crisis política que origino este proceso, profundizándose.

 

 

Nelson Leiva Lerzundi

Cientista Político.

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