Los conflictos políticos y decisiones políticas
En lo inmediato, el gobierno de Gabriel Boric se ha visto en la obligación de tomar una decisión de este tipo, por los recurrentes sucesos de intoxicación que ha habido en la zona de operación de la fundición Ventanas, con sus repetidos cierres de escuelas y enfermedades respiratorias de niños y niñas. La decisión finalmente ha sido cerrar la filial de Codelco.
A pesar de todo, la anuencia del Presidente Gabriel Boric a este cierre tras casi 60 años de funcionamiento puede afectarle a su naciente gobierno o puede fortalecerlo. Esto dependerá de la credibilidad del momento y de la aceptación de las fuerzas vivas que apoyen esta gran cruzada. Por un lado, al instante las medidas fueron acogidas de manera positiva por vecinos de Quintero y Puchuncaví, pero que para el mundo sindical de Codelco estalló una lucha que detuvo las operaciones por unos días, estableciendo los primeros efectos políticos al problema.
Acá se da una señal muy clara sobre las decisiones medio ambientales de este gobierno. El jefe de estado siempre ha especificado que como país no se puede permitir que el desarrollo que da crecimiento económico, sea contradictorio para el cuidado del medio ambiente. Se debe saber compatibilizar por sobre todo, la salud de la población y por esta misma razón la señal finalmente eleva los entandares a las otras empresas que operan en el lugar.
En contraste, el cierre de la fundición Ventanas trae aparejado la reubicación de 350 trabajadores de Codelco y sus familias, es decir, una gran movilización de trabajadores del cobre que debemos recordar siempre han tenido una gran fuerza gremial, justa o injustamente les guste o no a una mayoría, pero que cuando se ven afectados sus interés se organizan y colocan al país en Jaque con sus paralización de faena o protestas. Ya lo supo Pinochet en su momento con la primera protesta nacional contra la dictadura realizada el 11 de mayo 1983, así mismo acompañados por varios ex presidentes que se sumaron a estos paros de los trabajadores del cobre, con políticos o sin ellos, y que los llevó a denominarse aristocracia obrera, dejando un gran contraste con el resto de los obreros de la nación. Inclusive el mismísimo Sebastián Piñera ha tenido que manejar la relación con Codelco con sumo cuidado, porque se sabe que es el único gremio que por número todavía tienen el poder para imponer sus negociaciones.
Entonces, la pregunta es cómo va compatibilizar el presidente a futuro los problemas del medio ambiente y salud con este tipo de problemas políticos que se desatan por estas intenciones. Siempre habrá un gremio o grupo de presión que será capaz de presentar una gran muralla a las buenas decisiones políticas. Para esta ocasión, fue el gremio de trabajadores de Codelco.
Una vez más esto nos demuestra que no se
puede servir a dos señores y que desgraciadamente no existe el desarrollo
sustentable; conservación del medio ambiente y la equidad social y repetidamente.
Una verdad que nos pega en la cara, la realidad que tenemos de la economía estastista,
Chile es un país extractor de minerales y exportador de materias primas. Es
hora que nuestras políticas públicas se hagan cargo de nuestro propio proceso de
desarrollo, en el que nuestro cobre dé un salto de calidad y comencemos forjar nuestros
propios productos, que se agregue valor a la producción, que dé más empleo y
aumente el valor de las exportaciones. En resumen, fortalecer la cadena
productiva de la minería chilena. Este es el gran desafío, una política
nacional de fundiciones pero evidentemente tendremos que esperar y ver si somos
capaces como país de seguir el ritmo de maduración que el país ha demostrado en
otros ámbitos.
Nelson Leiva Lerzundi
Cientista Político
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