jueves, 23 de febrero de 2023

El bochorno de la cancillería

 

El bochorno de la cancillería

 

A finales de enero del presente año se filtra desde el ministerio de Relaciones exteriores un audio de la Canciller Urrejola refiriéndose en duros términos a Rafael Bielsa, embajador de Argentina en Chile, sobre sus comentarios respectos al rechazo del proyecto Dominga. 

Este evento desata gran polémica en el ámbito político por la gravedad del mal manejo de cancillería. El lenguaje empleado por la ministra al referirse al embajador Bielsa, es un agravante al prestigio ganado por la Academia diplomática que ensombrece la tradición en las relaciones exteriores que tiene el país. Pero principalmente el problema radica en la filtración del audio, grabado sin autorización en una reunión privada de equipo, para hacerse público con algún fin personal que afecta de por medio a cancillería. 

Toda la polémica que ha vivido la ministra se resume en la opinión de varios ex cancilleres chilenos como bochorno histórico, una vulgaridad, puerilidad e impericia. Es uno de los impases diplomáticos más fuertes que ha vivido el Estado de Chile hasta ahora y lo protagoniza un grupo político aficionado. 

A pesar de toda esta irregular gestión, desgraciadamente a la canciller le sale barato, porque no renuncia y en ningún momento tuvo la intensión de ello. Y frente al bochorno que trajo esta situación, debe haber un responsable político más allá de la directora de comunicaciones, Lorena Diaz. 

La canciller Antonia Urrejola debería hacerse una crítica o mea culpa por la filtración de esas opiniones políticas, tomar alguna responsabilidad. Eso sería lo ideal. Aunque estas filtraciones pone hincapié en una actitud habitual del gobierno, no se castiga a nadie, simplemente el presidente las dejará pasar, dando la impresión de no haber seriedad. 

¿Es por qué no tienen a más gente? ¿no quieren asumir la responsabilidad política? ¿ven este tipo de respuestas como la forma normal de actuar? Por cómo se están manejando las cosas en la política chilena, con este grado de improvisación, sin responsabilidades políticas salvo una cara sonriente y una disculpa, tal parece ser que esas preguntas son afirmativas. Si el actual gobierno fuera ahora oposición, estarían pidiendo la cabeza del ministro correspondiente y haciendo el ruido suficiente, así como lo hicieron con la administración de Sebastián Piñera. 

Sin embargo, la actitud del resto del sistema político es desconcertante, les perdonan sus exabruptos y equivocaciones, cuando en la realidad debieran estar haciendo exactamente lo mismo que hicieron ellos en su momento. 

Toda la situación deja una vez más presente la inexperiencia del actual gobierno. Existe un mal manejo en materias internacionales, en el modo en que el gobierno interviene, opina o exige a sus pares de otras naciones. Y profundizando más, las intervenciones presentes en el audio demuestran la actitud de su política, la arrogancia e inexperiencia presente en sus palabras. Quieren comerse el mundo sin tener la habilidad y los recursos políticos para ello. Justifican sus deseos de protagonismo, de intervención, sin considerar la tradición de trabajo que tiene la nación. 

Es el modo nuevo de hacer política, un gobierno que comete errores casi en todo. Una administración que está improvisando con ensayo y error, clara y directamente. Sin lugar a dudas este tipo de anacronismos y errores se pagan caro en materia internacional y en materias política interna. 

Afortunadamente, esto no afecta nuestra relación bilateral Chilena y Argentina. Son años de trabajo en conjunto que están por sobre malos entendidos del momento. Y Argentina ha reiterado que no es motivo para romper relaciones.  Entonces, el gobierno debe agradecer que no pasara a mayores y debe entender que ya no tiene tiempo para cultivarse e instruirse, es tiempo para gobernar sin ensayar y equivocarse, sin bochornos. 

 

 

Nelson Leiva Lerzundi

Cientista Politico

 

 

 

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