sábado, 18 de febrero de 2023

No se puede conducir a Chile sin un orden

 

No se puede conducir a Chile sin un orden

 

Nuestra sociedad está construida sobre pilares de orden y constitución, compendios inexcusables para poder mantener la estabilidad y el bienestar de la comunidad en su conjunto. Al acuerdo que busca mantener este equilibrio y orden le solemos llamar pacto social, y es quien establece control sobre los elementos que componen la sociedad y sustentan la armonía con conductas muy claras de como relacionarnos entre sí, sobre todo para resolver nuestros conflictos cuando estos surgen. 

Estas prácticas deben ser guiadas por una estructura política adecuada, enfocada en la claridad de los derechos y las obligaciones de cada ciudadano para que actúen dentro del margen de la ley, sin represalias o perturbaciones hacia otros miembros de la comunidad. Además de poseer límites bien definidos de los que tienen el poder y los derechos ciudadanos, estableciendo de este modo una consonancia e igualdad de oportunidades entre sus miembros, eliminando el favoritismo o exclusión por cualquier razón. 

De cumplirse estos criterios tendríamos una sociedad equilibrada, más justa y con capacidad de mayor progreso. Sin embargo, los pactos sociales se han roto por años de incumplimientos, generando fracturas sociales que se han evidenciado y manifestado en los últimos años. Esto exige su restauración inminente, para lo cual es necesario aplicar medidas para recuperar este orden. Concepto que sólo mencionarlo provoca impopularidad, porque la mayoría suele confundirlo con cierto autoritarismo, recuerdos de la dictadura y una serie de cosas que no tienen nada que ver con lo que realmente es. 

El orden social es lo que permite que funcione una comunidad. Es el que nos ayuda a salvaguardar la paz, el que proporciona a las autoridades gobernantes un procedimiento para aplicar justicia cuando se produzcan actividades delictivas, ayudando de esta forma a garantizar que quienes las cometen sean castigados adecuadamente de acuerdo a lo establecido en nuestro pacto, actuando así de forma disuasoria, evitando que se repitan por temor a las consecuencias impuestas. 

Y esto solo se conseguirá mediante un acuerdo de convivencia entre todos los integrantes de la sociedad civil, las instituciones del Estado, los poderes políticos, económicos, ciudadanos, etc. Una vez reestablecido este pacto, cada uno de nosotros deberá cumplir con las directrices acordadas que regularán nuestro comportamiento individual dentro de la sociedad: respetar a las autoridades, fomentar el sentido de comunidad y la cohesión social, el apoyo al compromiso y la participación cívica, el fomento a una cultura de respeto a la diversidad y a los derechos humanos, el establecer acuerdos políticos y de convivencia. Ante todo, establecerá una voluntad mínima para que el país y la sociedad funcionen, facilitando con esto la gobernabilidad. 

Porque parte de las consecuencias que tiene la falta de orden y la ausencia de un pacto social efectivo, es la ingobernabilidad. Esta se ve a través de la falta de confianza en las instituciones de gobierno, les resta poder y efectividad a la hora de tomar acciones. Principalmente crea una crisis de representatividad, donde no se confía en quienes gobiernan y surgen iniciativas anti democráticas para demandar necesidades. 

En particular, esta crisis se está profundizando en la presente administración. El duro golpe asestado contra el primer intento de acuerdo social, la reprobación de la Constituyente, este gobierno que aspiraba a ser el transformador del sistema va perdiendo cada vez más el rumbo y el apoyo. Con todas sus fichas puestas al apruebo, sumado el lento accionar legislativo y los reiterados errores administrativos, no consiguen dar gobernabilidad, ni capacidad de administrar bien el poder. Revertir su mala posición necesita de tomar control de la situación, generar tranquilidad y orden para administrar, lo que requeriría que tomen acciones sin conocerse con qué juicio político y ética de por medio, porque obviamente ellos apostaron previamente por la agitación social.

Es tremendamente importante que cambiemos como sociedad para avanzar en las transformaciones que tanto necesitamos y que tanto hemos anhelado. Debemos alcanzar el orden, el acuerdo social y así construir un Estado que nos garantice derechos, dignidad e igualdad. Esa es la única manera de tener estabilidad, porque no puede crecer un país que esta fracturado socialmente, ni que busque la agitación social de por medio para favorecerse políticamente.  

 

 Nelson Leiva Lerzundi

Cientista Político

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