jueves, 11 de mayo de 2023

La caja de resonancia de los matinales

 

La caja de resonancia de los matinales 

Nadie puede desconocer que la mayoría de los medios de comunicación tienen una preponderancia sobre el espectador, ni mucho menos discutir sobre el lugar y la importancia de los matinales en esta materia, quienes compiten diariamente por mantener la línea editorial con mayor influencia. 

En esta dinámica, dichos programas deben mantener cierta coherencia lucrativa, recurrir a prácticas efectivas a la vez que reactivas, justificando muchas veces sus acciones profesionalmente, todo para asegurar la realización del programa. Al final, sus contenidos se acomodan como caja de resonancia a las situaciones que son convenientes para la sintonía, o bien, por las situaciones recurrentes que sobreviva el país en ese instante. 

Dicho esto, antes el 18 de octubre del 2019, previo al estallido social y sus focos de protestas, disturbios, saqueos y violencia desbandada, en las pantallas de televisión se veía una línea editorial basada en temas banales. Muchos televisores, que se mantenían apagados, por la contingencia se prendieron aumentando la sintonía, transformando los matinales en programas de conversación y debate, a favor del pueblo, de la ciudadanía y de las reivindicaciones sociales. Se les empieza a dar cabida a voces que ellos conjeturaban representaban a la gente, dejando como consecuencia a muchos rostros sin trabajo, porque encarnaban lo frívolo de la sociedad, todo lo contrario a la cultura que se impugnaba en las marchas, no contribuían al nuevo modelo de matinal. En otras palabras, los matinales se acomodaron a la realidad del momento. Ahora ellos también entendían lo que querían los ciudadanos, ya que Chile había cambiado, Chile había despertado. 

No obstante, con el cambio de gobierno emprende la delincuencia, el poder ejecutivo inicia su espectáculo de equivocaciones enfocándose en otras materias mientras la agenda pública se torna hacia la inseguridad. El nuevo discurso ciudadano exige implementación de medidas de control, a mostrar la nueva realidad. Ya no es hora de acometer a carabineros, de criticarlos por cometer abusos a los derechos humanos y de no controlar la delincuencia, por el contrario es tiempo de defenderlos. Pasamos de criticar a los sectores económicos, la inflación, las denunciar de abusos y mostrar las protestas, a la crisis de la emigración y la delincuencia. 

Por consiguiente, cabe reflexionar sobre a quiénes representan los medios en conformidad y los matinales como su mayor difusor. Al respecto, técnicamente no representan a nadie, porque el acontecer político público en el país les sirve a todos para vender información. Es más, tienen una postura para cada ocasión, para cuando el gobierno goza del apoyo de la ciudadanía y otra con el público en contra. Los medios estarán a favor y a la vez estarán en contra de la seguridad, a su vez estarán a favor o en contra de las medidas según lo que convenga. Todo lo necesario para mantener audiencia. 

También es cierto, que parece ser que quienes consumen estos medios, un grupo no menor de conciudadanos, adolecen de claros valores y principios. Estos buscan la noticia a causa de la contingencia que venden, con sus exposiciones y relatos. Prenden televisores, suben la sintonía y se colocan en una posición congruente con relativismo y amarillismo absoluto de la prensa. Si es que ellos se ven influenciados o buscan ese contenido no lo sabemos, solo que potencian más a matinales y similares para seguir moviéndose en esa línea. 

A diferencia de los partidos políticos los medios si son amarillos, porque no tienen una línea política fija, se acomodan a lo que les adecúa para vender lo que les interesa. Es labor de los ciudadanos substraer lo que no sea de provecho, no creer en los discursos al pie de la letra, porque no sabemos si en un mes más habrá otra transformación que amerite un nuevo discurso. 

Es un hecho, que el país se transfiguró y demanda una mayor oportunidad con una perspectiva más impulsada a lo moralista, a una vida más crítica y también un pensamiento más crítico. Esa es una realidad que tienen que asumir los matinales, porque si no, jamás van a relacionarse adecuadamente con los habitantes.

 

 

 

Nelson Leiva Lerzundi

Cientista Político  

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