sábado, 12 de agosto de 2023
viernes, 11 de agosto de 2023
jueves, 10 de agosto de 2023
Resultados del Simce 2022
Resultados del Simce 2022
A mediados de Junio se dieron los resultados de la prueba Simce 2022. Este indicador, que busca entregar información acerca del cumplimiento de los objetivos educacionales por parte del sistema general y el de discriminar la calidad de la educación entre los establecimientos, arrojaron bajos puntajes en matemática y lectura para alumnos de 4° básico y segundo medio.
Para el ministro de educación, esto es culpa de los cuatro años sin aula. En parte tiene razón, pero hay que considerar un problema sistémico que viene más allá de los cuatro años del gobierno de Sebastián Piñera, donde los resultados en pruebas internacionales ya nos situaban por debajo de la media de los países evaluados de la OCDE. Acá ocurren un conjunto de factores que arrastra el país desde hace muchos años por causas psíquico sociales, sociológicas y culturales, que sumados a los años de pandemia arriman el hombro al desarrollo de nuestros estudiantes.
Para empezar, en Chile ya no hay hábitos de lectura para fomentar el desarrollo intelectual y la creatividad de los estudiantes, lo que indudablemente perjudica la comprensión de lectura analítica y de otros elementos. Estamos mal en gramática, estructura, fonología, semántica, etc.
Del mismo modo, se han visto limitadas las destrezas o capacidades del lenguaje por las formas de hablar de los chilenos que cada vez son más paupérrimas, Se suma a esto, la integración parcial del Coa (la jerga delincuencial) con el castellano local, volviendo ininteligible e inentendible la comunicación, implicando a casi todas las clases sociales independientemente a su cercanía al lumpen.
La televisión también hace lo suyo, porque perceptiblemente tampoco aporta a un lenguaje modulado y claro. De esta manera caen en la misma trampa del lenguaje deformado, perjudicando al aprendizaje de los niños y jóvenes. Como resultado, hay poco conocimiento histórico que tenemos de nosotros mismos, de nuestra propia tradición y de la cultura general.
Igualmente son factores en este problema, la situación sociocultural de cada familia, la falta de interés en aprender de los mismos estudiantes, la desigualdad educacional transformada en lucro en donde en cada colegio prima mejorar las puntuaciones de sus estudiantes en el SIMCE propiciando prácticas absurdas y sin relevancia pedagógica.
En definitiva, es un hecho mucho más global y no solo de un gobierno en particular. Son un conjunto de factores que traen como desenlace esta realidad, afectando al desarrollo de una generación de estudiantes. Por lo tanto, hay que establecer un pacto social por la educación que involucre a todas las familias, al gobierno, los políticos, los docentes, administradores y los mismos estudiantes.
Es armar una cooperación social Interrelacionada con la participación de los medios de comunicación. Potenciar espacios más educativos en televisión, radios, medios audiovisuales, para acercar los aspectos principales que queremos motivar, a los pilares básicos de la cultura, concernientes a lo indiscutible (epistemología), lo humano, lo equitativo y lo bello. Hasta el momento el SIMCE está muy alejado de todas estas oportunidades creativas y de la vida pensante y dialogante, que pueden gestarse en nuestros establecimientos escolares para edificar una sociedad mejor y más justa.
Al mismo tiempo, es primordial atrapar a nuestros jóvenes con temas interesantes, con estrategias en la lectura y en matemáticas, articulando actividades en distintos niveles de desafíos. Más aún, mejorar los servicios básicos escolares, sobretodo el fortalecimiento en la innovación y la educación integral. Adaptar ese programa a la educación y a la preparación de los profesores, y que estos tengan más espacio para planificar y preparar las clases. Se debe avanzar en la dirección en ese objetivo.
Tal vez,
estos puedan ser pequeños pasos que nos encaminen a cambiar esta situación, aunque
no solamente tiene que hacerlos los profesores, o el ministerio de educación y
los equipo directivos, en conjunto con todo
el circuito pedagógico. Más bien, es toda la sociedad la que debe participar
para reformar nuestra calidad educativa.
Nelson
Leiva Lerzundi
Cientista
Político
sábado, 5 de agosto de 2023
viernes, 4 de agosto de 2023
jueves, 3 de agosto de 2023
La instalación del Consejo Constitucional
La instalación del Consejo
Constitucional
El miércoles 7 de junio pasado comenzamos a jugarnos la segunda oportunidad para una nueva carta magna tras el fracasado proyecto anterior, en donde una mayoría de ciudadanos rechazara la propuesta entregada por la Convención Constitucional.
Es un hecho que estos cincuenta integrantes del Consejo Constitucional se instalan con un denuedo escéptico, porque está conformada por una mayoría de la derecha extrema (Republicanos 2/3), un segundo lugar para Unidad para Chile (alianza oficialista), seguido por Chile Seguro (derecha conservadora) y por último Todo por Chile (la centro izquierda de manera independiente).
Pronto veremos si predominan los respetos y el sentido común después del trabajo de ponderación. Esperamos que puedan ponerse de acuerdo por el bien común de los chilenos (as), pese a que la moderación se ve difícil. El sector del Frente Amplio, sumado a la derecha pretérita y a un liderazgo de Republicanos con claras inclinaciones, pueden evidentemente entorpecerse en las negociaciones para generar otra constitución inviable, como fue la escrita en el anterior proceso.
Y como se ha ido desarrollando, se está creando este entorno en el proceso por las enmiendas presentadas. Con ello, se falta el respeto del positivo trabajo realizado por la comisión de expertos, que salvo algunos detalles presentó una buena base. De haber continuado con esa línea, el proyecto sería digno de ser aprobado. No obstante, el peligro sigue siendo la motosierra de los Republicanos que puedan cercenar para dejar la constitución igual a la de los ochenta, o más extrema en sus ideologías. Lo que sin duda no agradaría a la mayoría del país.
Entonces, las fracciones tienen que interpretar esa responsabilidad actuando en consecuencia en el centro de la Convención, abriéndose a discutir todas las ideas, sobre todo las que sean inteligentes. El rol es ser moderados, abrirse a la discusión de todos los pensamientos, a la colaboración, llegar a los puntos comunes, conseguir algo intermedio.
Obviamente es clave estar dispuesto a conversar con todos, algo que se les criticaba siempre al centro y se les imputaba de amarillos por ello, pero por el contrario, es el adjetivo de los templados beber de las palabras de todos y conferenciar con los absolutos. Eso es fundamental para servir de tercera vía a las ideas octubristas y de un partido republicano que no quiere cambios.
Esto va más allá de la caricatura, sabemos que es así. Los avances dependerán de la moderación de Chile Vamos, que de otro modo no se conseguirá. Deberán tomar la lluvia de ideas presentes para moldearlas en su rol de intermediario y articulador de estos pensamientos, para así ir concretándolas y no se queden en divagación o sólo en proyectos; del mismo modo, defender las reformas cruciales en las que estén todos de acuerdo.
Con certeza, el rol de los partidos de centro es pensar en el interés y en el bien común. Por lo tanto, deben respaldar y estar de acuerdo con todas las reformas que cumplan con este propósito, en virtud de que son la esencia del cambio central que van a dar vida a este proceso. Además, le va a dar un espíritu y una solución definitiva a esta crisis. Al mismo tiempo, algunos sectores deben dejar de lado el fundamentalismo, buscar la concordia. Ya se aprendió del proceso anterior, esos extremos no son lo que quiere la mayoría.
En otras palabras, la modernización del Estado es fundamental, con ello el acuerdo entre todos para encontrar ese justo medio y esas materias, porque es el interés de todos y no sólo de un grupo. Es sumamente importante que los sectores dejen de lado la soberbia y el deseo de protagonismo, tanto de Republicanos y el Frente Amplio, de conducir el proceso e imponer sus ideas a sangre y a fuego.
Todo lo contrario, tratar de generar una lenguaje donde nadie se vea pasado a llevar y en donde todas la ideas sean valoradas, para finalmente ordenar y sistematizar los principios básicos del poder. De eso se trata una constitución, de fijar las normas de gobierno, las reglas del juego del poder. Y a través de ellas tener las reglas juego claras que se respeten por todos.
Nelson Leiva Lerzundi
Cientista
Político