viernes, 24 de noviembre de 2023
domingo, 19 de noviembre de 2023
La democracia se debe cuidar
La democracia se debe cuidar
Una democracia se cuida con el respeto mutuo, con la priorización del diálogo por encima de la violencia. Se cuida en la búsqueda constante de mejorar el funcionamiento del Estado y en la revisión crítica de nuestra historia, de las decisiones tomadas. No solamente se deben hablar de ellas, sino que se deben demostrar en acciones concretas las soluciones a las mismas, mejorar. Y ese suele ser el gran problema que tiene el Frente Amplio (FA), recurre mucho a los discursos sin acciones.
En ese aspecto, en meses pasados el presidente Boric distinguió un error cometido sobre la imagen del ex presidente Piñera. Ahora lo reconoce como un presidente legítimo y democrático, un Estadista, pese a sus diferencias de pensamiento y decisiones. Sin embargo, en su momento el Frente Amplio intentó manipular el movimiento social que brotó espontáneamente por el descontento de todos, impulsando acciones directas e indirectas sobre su persona.
Un estallido que generó incendios, protestas violentas y que invadieron en muchas ocasiones las manifestaciones pacíficas, desvirtuando la esencia fundamental del descontento, politizar acciones para mejorar las pensiones, la salud, vivienda, educación y muchas otras peticiones, que al final quedaron en segundo plano.
Y en ese momento no les contrariaron los movimientos anarquistas detrás de estos disturbios. En virtud de aquello, estos sectores utilizados y manipulados por la estructura primitiva del frente amplio sirvieron para oponerse a Piñera. Posteriormente, secundaron al frente amplio como una plataforma electoral y que de alguna manera reivindicaron mecanismos más violentos de protestas a lo que no se estaba acostumbrado. Como resultado, eso nos ha traído complicaciones.
Ahora con el Frente Amplio en la dirección del gobierno, al presidente cada vez que se puede se le reconviene esa postura. Pero sin ir más lejos, su proceder como diputado, circulando con una polera estampada con la imagen sumamente violenta de Jaime Guzmán asesinado con una bala en la cabeza, es una acción trasgresora para un sector. Un acto que aunque pasado, sigue siendo provocador.
Entonces, frente al recordatorio de los 50 años del golpe de Estado, con un petitorio abierto llamando a evitar más violencia, no se puede evitar cuestionar el accionar de este grupo encabezando el gobierno. Si bien, en el mismo se reconoce a un ex presidente como un demócrata, cuando eran oposición no lo consideraban así, operando para que demitiera por estar cometiendo errores y horrores en los derechos humanos.
Ahora, cualquier cosa que se diga se va a minimizar, porque desgraciadamente la gente no tiene memoria o la memoria es de corto plazo. Es que a ningún presidente, nos guste o no, se le puede pedir que se le invalide o que requiera su marginación, puesto que fue elegido democráticamente. Puede que no nos agrade Piñera, pero fue elegido.
De esta manera, si queremos cuidar la democracia debemos cooperar con la reconciliación, aplicando el respeto mutuo y manteniendo el diálogo con la oposición, viendo las cosas en su mayor dimensión. Sobre todo, se deben respetar las reglas establecidas, las mismas que entrega la constitución política, porque determinan el marco por donde nos desenvolvemos, por más que no te guste quien está en el poder ejerciéndola.
Desgraciadamente podemos decir que el presidente actúa hoy de una manera, pero mañana en adelante no sabemos cómo lo hará y que línea política aplicará en busca de soluciones de diálogo concreto y en la mejora del funcionamiento del Estado. Aguardamos a que no se deje llevar por las emociones, ni por los cálculos repentinos, menos por política espontáneas.
Esperamos
que busque soluciones políticas más moderadas, puesto que así como va buscando beneficios
a hechos que ocurrieron hace 50 años y diciendo cosas contradictorias a su
accionar, va ir perdiendo su credibilidad política en la ciudadanía y con sus interlocutores
políticos, porque todos se dan cuenta que sus ambivalencias son mucho más
poderosas que su convicciones.
Nelson
Leiva Lerzundi
Cientista
Político
El problema por la ley de usurpaciones
El problema por la ley de usurpaciones
Luego de más de dos años y medio de tramitación finalmente es aprobado por el Senado el proyecto de ley de usurpaciones, que establece sanciones más estricticas para el delito de ocupaciones de propiedades, terrenos o viviendas, modificando así el Código Penal para castigar con penas privativas de libertad al delito efectivo. Sin embargo, como era de esperar tras la aprobación el gobierno anuncia inmediatamente un veto presidencial.
La oposición a su vez, manifiesta su descontento. El senador y presidente de la UDI, Javier Macaya, denuncia que el gobierno, en cierto modo, se pone del lado de los usurpadores y que el Estado no toma una solución al problema. Agregando que se está desaprovechando la oportunidad de ponerle la firma a la constitución que le va a dar estabilidad a Chile.
Sin lugar a dudas se puede interpretar que al aplicar este veto el gobierno del Frente Amplio no se pone del lado de las víctimas, de aquellas a las que les usurpan sus casas, sus tierras o propiedades en forma arbitraria. El tema es el origen de esos terrenos, muchas veces obtenidos de manera poco transparente, más bien ilegal y deshonesta con respecto a los ocupantes iniciales, los mapuches.
En esa posición, las comunidades del Wallmapu rechazan categóricamente esta Ley de Usurpaciones. Ellos siguen disputando sus territorios ancestrales y la aplicación de esta ley buscaría poner fin definitivamente a la demanda y a las movilizaciones perseguidas para recuperarlas. A su vez, esta ley acaba por confirmar que el Estado reconoce a los colonos, a las empresas forestales y privados a quienes vendió sus tierras como los nuevos propietarios.
Por otro lado, la manera de disputar se está escapando de los límites. Las autotutelas ejercidas complican al gobierno, o más bien al Frente Amplio, quienes quieren que estas entregas se haga por un conducto casi natural y regular. Ellos al simpatizar con la causa mapuche no saben diferenciar una protesta legítima de una usurpación o de conflictos mucho más fuertes.
Este gobierno se oculta en la escala de la izquierda tradicional, quienes ya están familiarizados con el problema y saben que esta no es la forma de llegar a una respuesta. Si bien, preferirían otros métodos, tienen que salir a vetar la ley de usurpaciones y poner la cara por ideas que son de otros.
De este modo, el Frente Amplio no trae una solución pacífica en la Araucanía al tomar estas decisiones, todo lo contrario. Y al final, como esta disyuntiva no tiene lógica, nadie quiere negociar.
Hay sectores que quieren una autonomía territorial que no van a obtener. Exigen que se expulsen a los herederos legítimos de los terrenos, aquellos que poseen un título de dominio de la tierra, independientemente de los embelecos que hayan hecho sus antepasados. Pero a su vez el sistema legal protege a estos últimos. Como el sistema funciona así, el conflicto se mantiene sin una solución real.
Es bien sabido que se produjeron un gran número de fraudes para la enajenación y la usurpación de las tierras mapuches, que como consecuencia ahora poseen los ciudadanos que se ven afectados, los herederos de estos terrenos.
Por los hechos de la pacificación de la Araucanía se hizo efectiva la soberanía del territorio chileno, uniendo de esta manera el territorio al norte del Biobío con los territorios al sur de Valdivia. Así las cosas, a pesar de esta dolida pacificación lo ocurrido en este proceso propicio el conflicto Mapuche y el gobierno de Chile que nos llega hasta nuestra época.
Ahora bien, como se arregla este problema. No es llegar y usurpar nuevamente lo que era anteriormente su territorio. Para esto se necesita colocar orden, establecer leyes para controlar la situación.
La solución del gobierno es vetar esta iniciativa con un simple deseo ideológico y romántico. Pero al mismo interior del gobierno, hay muchos sectores del socialismo democrático que saben que es imposible de resolver y solucionar de manera pacífica, porque no hay otro mecanismo.
No podemos volver atrás la historia, no podemos quitar algo que quizá fue mal habido para algunos, pero con el con el paso del tiempo y la seguridad jurídica, aquellos son propiedad privada y el sistema los beneficia.
Nelson
Leiva Lerzundi
Cientista
Político
sábado, 18 de noviembre de 2023
viernes, 17 de noviembre de 2023
sábado, 11 de noviembre de 2023
viernes, 10 de noviembre de 2023
El pago de favores políticos
El pago de favores políticos
Hay que entender cierta característica de la política, todos los partidos en el mundo de alguna u otra manera se han valido del Estado para costear los favores políticos, transformándose de esta manera en una gran entidad de ocupación que gratifica tanto a cercanos, como a actores, músicos, incondicionales, amiguitos, etc.
Este ha sido el comportamiento común y generalizado de aquellos líderes que se esfuerzan por transmitir sus mensajes de manera efectiva y atractiva a través de las actividades populares, tales como la música y el arte, en campañas, en espectáculos, eventos u otro similares que muevan masas. En otras palabras, estos políticos son los mismos de siempre, los que existen en todos lados y que se ofrecen o se prestan para salvarnos de gobiernos autoritarios, de dictaduras.
No obstante, de buena fe el compromiso musical y artístico de muchos de quienes acompañan es innegable en favor de la ciudadanía. Existen todo tipo de artistas, cantantes, actores, pintores, músicos, escritores, ilustradores, dibujantes, cualquiera que genere una obra, quienes tienen un “compromiso con la causa”, poniendo en juicio o en riesgo su pellejo para salvar la democracia, o cualquiera que sea la gran causa de turno. Salvo que tras su aporte, se debe compensar su sacrificio con el pago de favores políticos, una vez quienes apoyan lleguen al poder.
Aunque estas mismas dádivas también las reciben algunos militantes por el clientelismo político o por el intercambio de “favores por votos”, a veces por el beneficio del parentesco, ser hermanos, tíos, cuñados, etc., incluso a veces por otras distintas razones que ni siquiera son auténticamente políticas.
Por consiguiente, una ley aparente es que los gobiernos de turno tienen cierta obligación moral de devolver el favor a estos virtuosos(as) o a organismos que se comprometen por la causa, recibiendo como compensación que una minoría sean agregados culturales, otros sean cargos menores dentro de la administración y alguno que otro se nombre como ministro de cultura.
Son por estas mismas razones que se pide activamente discutir cuales son los méritos y la capacidad política para el uso del cargo, idealmente que se regularicen. Al mismo tiempo, es normal que la oposición por las mismas causas cuestionen los nombramientos por su falta de conocimiento, expertiz y calificación adecuada.
Entonces, podemos llegar a la triste conclusión de que los gobiernos de turnos sean de derecha, de centro, de izquierda, extrema derecha, o lo que sean, encuentran en el arte un buen mecanismo para obtener mayor difusión y llegar a más personas, o para pasar desapercibidos frente a la construcción de críticas dolorosas, en particular en regímenes totalitarios. Ningún sector queda ajeno a la entrega de regalos para algunos de estos protagonistas, olvidándose de poner a las personas más aptas en las distintas áreas según necesidades del Estado.
En base a este comportamiento, me nace la inquietud acerca de esa gran camada musical que les prestó apoyo a la Unidad Popular en los años setenta, donde destacaban Quilapayún, Víctor Jara, Inti Illimani, Patricio Manns entre otros. Acaso apoyaban al gobierno popular por la misma mecánica de ahora, el pago con embajadas, puestos políticos, fondos u otros.
Con sinceridad, al parecer no era así. Aún no existían los fondos y otros beneficios culturales. En ese entones existía un mayor compromiso militante con las causas. Pero no nos engañemos, la relación del arte con la política y la conveniencia mutua se manifiesta desde esa época.
Indiscutiblemente
el comportamiento actual nos permite cuestionar todo el fenómeno. Al final, dónde está el compromiso social de
algunos artistas. Al igual que los políticos, ellos usan el principio de la
demagogia o están actuando un papel para que la ciudadanía los vea como objetos
o figuras representativas. Así, algunos
músicos hacen lo mismo, estiran las manos para recibir esos beneficios.
Nelson
Leiva Lerzundi
Cientista
Político
sábado, 4 de noviembre de 2023
viernes, 3 de noviembre de 2023
jueves, 2 de noviembre de 2023
Golpe a la Resistencia Mapuche Lafkenche (RML)
Golpe a la Resistencia Mapuche Lafkenche (RML)
La lucha en la Araucanía no da tregua. El pasado mes de septiembre la Fiscalía y la policía de Investigaciones de Chile (PDI), con el apoyo de la Armada de Chile, detuvieron a 11 personas vinculadas a la Resistencia Mapuche Lafkenche (RML).
Esta organización opera en las cercanías de la codillera Nahuelbuta en la región del Bío Bío, provincia de Arauco, atribuyéndoles ataques armados en contra de civiles y Carabineros, detonación de un coche bomba, quema de viviendas, robos de vehículos y de madera en la macro zona sur. Está claro que además de sus consignas políticas exigiendo reivindicaciones a sus derechos, han utilizado las armas para financiarse y causar terror. Una práctica errada a la hora de negociar.
Por lo tanto, conseguir este arresto es todo un éxito para la policía y el Estado que logra eliminar un foco de la RML, con el cual la Fiscalía podrá recabar más información durante la investigación para desarticularlos del todo.
Al mismo tiempo debemos reconocer el gran trabajo que está llevando a cabo el ministro del Interior subrogante Manuel Monsalve, imaginamos que con la venia de la vicepresidente Carolina Thoa, demostrando que el presente gobierno, o por lo menos la parte socialista, tiene muy claro que el orden institucional es importante.
De ser por los integrantes del Frente Amplio (FA) esto seguiría pasando permanentemente. Para ellos estos detalles son una exigüidad y por lo mismo les ha faltado la mano dura necesaria para reducirlos. Es ahí donde la parte socialista y PPD se hacen presentes en el gobierno para solucionar los problemas del país.
Visto lo cual, esto nos demuestra dos formas de integrantes del gobierno: unos que solo saben vender humo y emitir discursos idealistas; y los otros que conocen lo que se debe hacer y acaban poniendo mala cara con sus costos políticos. Y estos últimos, pese a todo, hacen el trabajo de mantener el orden público. Dejando muy en claro que el orden público no es autoritarismo, no son traumas oculares, ni tampoco dictadura. Orden público es mantener el estado de derecho, el respeto a la democracia del otro.
De esa manera el subsecretario Monsalve aclara que el desorden extremo se combate con más Estado. Como prueba de ello consigue este logro, la detención de los miembros de RML y dos carabineros involucrados, uno en servicio y otro en retiro.
El combate con más Estado es una batalla que, se quiera o no, desgasta a quien lo lleva a cabo y en el gobierno de Sebastián a Piñera le cobró la cuenta. Mientras, en este gobierno es el subsecretario Monsalve quien representa el estado de derecho, cumpliendo con ese deber y desgaste. Curiosa e irónicamente, quien estudió leyes y preside no parece directamente involucrado. Usted, saque sus propias conclusiones.
En otras palabras, el gobierno debió ejercer desde el primer día a cargo del Estado con esta responsabilidad, pero obviamente le ha costado asumir ese rol. O bien, no han querido o cierto grupo al interior hace olitas para que esto no se cumpla a cabalidad. No obstante, Monsalve se ha plantado con mano firme, mirando a la cara a la ciudadanía, ejerciendo su papel y actuando acorde a lo esperado. Más aún, diferencia muy bien lo que es el uso del estado de derecho con respecto al abuso policial cuando se debe mantener el orden público, generando con ello confianza y seguridad en la gobernabilidad.
Sin lugar a
dudas, eso es lo que el Partido Socialista chileno aporta a la materia. Por un
lado se requiere conservar el Estado; y por el otro, llegar a un acuerdo. Entre
ambas, se debe aplicar la ley a quienes estén cometiendo delitos y terrorismo, ese
rol da seguridad y gobernabilidad. Si hay un rostro que representa esta imagen,
ese rol lo está dando el subsecretario Monsalve, este el presidente fuera o dentro
del país.
Nelson
Leiva Lerzundi
Cientista
Político