jueves, 7 de marzo de 2024

Eduardo Frei Montalva tras 42 años de su muerte

 

Eduardo Frei Montalva tras 42 años de su muerte 

El 22 de enero recién pasado, se cumplieron 42 años de la muerte y asesinato de Eduardo Frei Montalva. Sin duda, es triste recordar que su fallecimiento fue provocado por su férrea oposición al régimen militar y principalmente a su llamado al rechazo del texto constitucional de 1980, el cual agregaba una serie de artículos transitorios propuestos que favorecían abiertamente a la concentración total del poder del régimen, normas jurídicas que afectarían la vida, seguridad y libertad da cada chileno o chilena, privándolos de sus derechos esenciales hasta los años donde fuera efectiva la nueva carta. Entonces su oposición como líder ideolígico era necesaria, pese al costo que le significó.           

Por esta razón y en otro contexto país, con el mismo tono, talante, valentía y vehemencia que le caracterizaba, qué les diría don Eduardo Frei en este momento a su propio partido, la Democracia Cristiana (DC). Seguro les hablaría sobre lo que significa ser un partido de base popular y de centro político nacional, estar y representar a la ciudadanía, alejándose de los autoritarismos de izquierda y derecha. 

Sin embargo, la DC ahora está convertida en un partido desheredado de su esencia. Ahora ambicionan convenios, quieren defender lo indesmentible y se olvidan de los principios básicos por asegurar puestos de trabajo y compensaciones. En los nuevos DC ha prevalecido la mezquindad, a diferencia de su gran líder y mentor político que de ningún modo pensó egoístamente, persistentemente tuvo presente el proyecto país ante todo. 

Al mismo tiempo, la deslealtad hacia las mismas bases ideológicas partidarias, en donde muchos entraron al gobierno actual de manera regional, en gobernaciones y otros puestos, apoyando a candidatos que no eran DC, traicionando descaradamente de esta manera a los propios candidatos de su partido. 

En este frente, don Eduardo Frei Montalva nos diría que no visualiza el partido que formó. Reprocharía haber perdido los valores y la esencia, boicoteando e hipotecando todo el trabajo de los falangistas desde su creación. Que todo ese proceso Demócrata Cristiano se ha tirado a la basura, deformando la ideología para convertir el social cristianismo en social democracia, ideologías completamente distintas. De esa manera engañan al electorado y a los mismos militantes al tomar las banderas que son de otros y solamente por conveniencia o por interés, donde sólo algunos se ven beneficiados, no todo el país, ni menos los militantes. 

Del mismo modo, debemos reconocer que la DC producto de su posición ante la oposición ha sufrido severos quiebres en su interior, provocando divisiones que han dado paso a nuevas colectividades políticas por todos conocidas. Esas luchas internas por el lineamiento ideológico y político, han conseguido que importantes dirigentes, quienes acompañados por un grupo no menor de militantes, se hayan retirado para armar nuevos proyectos alineados a sus propósitos personales, repitiendo nuevamente la historia. 

Lo que no entienden algunos militantes es que la DC es un partido de centro, y a juicio personal, el partido se extravió al unirse a la izquierda. La izquierdización, sucede quizás por razones naturales, por su apego a “los principios del Humanismo Cristiano” que inspiran su acción política, o por sus deseos de defender los derechos humanos de quienes intentaban proteger. Pero sea la causa que fuese, se han vuelto víctimas del desalineamiento en sus doctrinas. 

No hay dudas que la DC debe volver al legado político y social de Eduardo Frei Montalva, retomar las reformas sociales, constitucionales y económicas para mejorar las condiciones de vida de los conciudadanos, más aún, mejorar la democracia y los derechos. Al mismo tiempo tiene que diferenciarse de la derecha y de la izquierda. Por cierto, es que buscando su identidad perdida basada en su larga historia puede retomar la relevancia nacional perdida. Y si dejan de pensar en lograr cargos, puestos y actuar para representar sus ideologías, se puede retomar la senda o el camino iniciado por Don Eduardo Frei Montalva, presidente de Chile entre 1964 y 1970, y retomar la atención de la ciudadanía. 

 

Nelson Leiva Lerzundi

Cientista Político

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