jueves, 23 de mayo de 2024

Críticas del presidente de Carozzi

 

Críticas del presidente de Carozzi 

Debemos considerar y tener claridad que para los grupos empresariales nunca existirá un buen momento para realizar reformas, sean estas sociales, tributarias, constitucionales o cualesquiera donde sobrevenga mayor equidad social. 

Esa es una realidad que deja de manifiesto el presidente de Carozzi, quien el pasado mes de abril en medio del balance de empresas, analizó duramente el desempeño de la política de los últimos años. Según su postura, las medidas tomadas específicamente en el segundo gobierno de Michelle Bachelet son las causantes del estado actual del país. Antes las grandes empresas estaban eximidas de pagar impuestos y por culpa de esas reformas, somos más pobres que hace 10 años porque se ha reducido la capacidad de crear empleos. 

Es que a los empresarios no les gustan las reformas que les afecta. Eso lo sabe la izquierda, el centro político, la social democracia, los partidos verdes, inclusive la derecha del social cristianismo Europeo, la cual se caracteriza por asumir una mayor conciencia social y por lidiar con derechas ultra liberales o con los sectores económicos que nunca han estado predispuestos a una mayor solidaridad. 

Y ese último punto es importante, distinguir entre solidaridad e igualdad, ya que la diferencia marca el enfoque que persiguen. Los partidos de centro y  socialcristianos buscan la solidaridad, el trabajo en comunidad para ayudar a otros. En otras palabras lograr el desarrollo personal del prójimo. Por su lado los partidos de izquierda robustecen la igualdad, ambicionan la consonancia un poco más comedida. No obstante, quieren la igualdad y la correspondencia no existe, no coexistirá nunca, solamente existirán espacios de conformidad. 

Por otro lado, el empresariado no asume esa tarea como tal, sobre todo en la sociedad capitalista liberal cuyos preceptos lo rige la libertad de mercado, donde las oportunidades se generan por los méritos y no por los preceptos de solidaridad o igualdad. Y cualquier acto que contraiga su éxito, debe ser recriminado para justificarse. 

De cualquier manera, la expresidenta Bachelet procedió a generar estas reformas tributarias bajo el prisma de sus ideales y notoriamente esto afectó a la utilidad del empresariado para invertir internacionalmente sus ganancias. Eso les duele porque ambicionan ganar y ganar más dinero, pese a lo cual el cometido de un presidente no es sólo preocuparse por ellos y por los que más ganan, su deber es angustiarse por los que tienen menos, por los más quebrantables, por las clases medias. Es decir, lo que genera Michelle Bachellet es tomar de la mano a los compatriotas más vulnerables para ayudarlos a avanzar y crecer. 

También es muy cierto que las reformas promovidas no fueron muy pulcras en algunas políticas, al igual que las emitidas por el actual presidente Gabriel Boric. Sin embargo, en esa reforma tributaria el propósito era aumentar el ingreso del Estado a costa del sector privado para financiar la gratuidad de la educación y abiertamente esto cambia la configuración y el paradigma al empresariado. 

Es hora que se pregunten qué tan dispuestos están a enfatizar sobre la solidaridad, porque ellos claramente no buscarán la igualdad. Para poder convivir en sociedad, para sentirnos más seguro e integrados, es necesario tenderle la mano al más desposeído, para que avance, crezca, se eduque y mejore sus oportunidades. Una manera de hacerlo es mejorar su calidad de vida, con un buen salario, mejores prestaciones de salud, ofrecerles un mejor futuro, un mejor horizonte. 

Si bien las declaraciones notoriamente demuestran que no existe tal conciencia social en algunos integrantes del empresariado, así como en algunos políticos de la derecha política tradicional o más extrema, existen aquellos que han entendido que el problema de la desigualdad social se tiene que solucionar con más fraternidad, con una mirada de empatía. 

Para concluir, aclarar que no todo es culpa de las reformas de Bachelet, sino que hay un sistema internacional inestable, debido a la pandemia, guerras, conflictos y otras situaciones que varían. De esos eventos no se pronuncian. 

 

Nelson Leiva Lerzundi

Cientista Político.

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