jueves, 22 de agosto de 2024

Fobia Religiosa

 

Fobia Religiosa 

A todos los que somos fanáticos del fútbol, el día 30 de junio en la inauguración de la Copa América USA 2024, nos sorprendimos ante un comienzo poco común a lo que viene siendo este certamen internacional. Pese a que el mundo hispanoamericano tiene fuertes bases cristianas en su cultura, iniciar con una oración bendiciendo a América en el nombre de Cristo, no deja de causar extrañeza y polémica. 

Esta plegaria de la Copa no solo provocó conmoción en quienes disfrutaban el evento, sino que se agravó en las redes sociales y en algunos medios de comunicación deportivas, los cuales despertaron sus fobias religiosas. 

Sin duda los medios de comunicación que no son confesionales, con la salvedad del canal 13 que perteneció a la Pontificia Universidad Católica, despertaron su rechazo. Crean o no en una deidad en materia personal, a nivel editorial se sienten en la obligación de ser seculares y se ven ofendidos si se promueven mensajes religiosos en eventos deportivos u otras actividades más laicas. 

A estos señores de los medios les molestó la oración y bendición religiosa, manifestando que la Conmebol se dio un gustito en los Estados Unidos, cuando hay un 75% de americanos quienes profesamos la fe cristiana. Es que sí, la Conmebol comete errores y abusos evidentes porque es una tremenda International económica, pero de eso no tiene la culpa la fe cristiana. 

La oración de los dos pastores evangélicos fue para bendecir a todas las naciones de América, a los jugadores, hinchas, a la familia y para el éxito del evento. La ceremonia vivida es muy similar al tedeum del 18 de septiembre, que es un cántico religioso de acción de gracia guiado por los distintos credos y dirigido a la patria, conmemorando el aniversario de la independencia. Ambas son ceremonias donde se pide para que a los participantes y sus respectivas patrias les vaya bien. 

Esto a mi juicio no atenta contra la libertad religiosa, no transgrede contra la competencia y no atropella contra el juego limpio. Son valores que van más allá del dinero, de la competencia, la sintonía, significaciones distintas. Lo que les molesta a estos periodistas deportivos que encuentran que esta materia es algo atingente, son causas que no se mencionan. 

Si con la ceremonia se busca que al evento le vaya bien, no tiene nada de ignominioso ni criticable. No obstante, si se hace mal vendiendo el evento e impidiendo que la gran mayoría de los fanáticos no puedan ver la copa América de forma íntegra, más aún cuando los canales de TV locales te engañan ofreciendo la transmisión completa y en realidad tan solo te transmiten los partidos de Chile, eso sí es injusto y censurable. Una burla a los fanáticos del deporte rey. 

Quienes critican que se hiciera una oración y se leyera la biblia en un campo de fútbol, no son capaces de distinguir la importancia de mantener el derecho de cada persona a tener valores y creencias propias; laicidad, en una cancha de juego. En otras palabras, a cuántos jugadores de este deporte u otros, los vemos persignándose o levantando los brazos al entrar en competencia, al anotar un gol o al termino del juego, dando gracias al creador por permitirle salir del campo triunfador o perdedor, o también por salir ilesos.    

Dicho esto, por qué el fútbol y la religión no pueden estar juntos. Por qué alejar la fe religiosa de la actividad deportiva, por qué negar la observancia en el deporte, si no hace mal alguno. También es cierto que hay equipos muy conocidos cuyos orígenes han sido cristianos, tales como el Borussia Dortmund, el Celtic de Glasgow, La Juventud de Turín, Manchester City, Manchester United, FC Barcelona y muchos otros. 

A fin de cuentas, por qué tanta incomodidad por el discurso que escuchamos en la ceremonia inaugural cuando en sí la oración era un llamado a la paz, a aceptar las diferencias, tener la capacidad de escuchar, reconocer, respetar, apreciar a los demás, un llamado a la comprensión, a vivir pacíficamente y unidos. Discurso para incentivar a los caminos de búsqueda y al perdón, una expresión de deseo benigno a cada persona, familia y país para enriquecer y fructificar nuestras vidas para que esta pueda expresarse en su plenitud. Por lo tanto, a menos que haya otros intereses que nos impidan darnos cuenta de estas virtudes y buenos deseos, quién no desea estas buenas intenciones.

 

 

Nelson Leiva Lerzundi

Cientista Político

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