Un gobierno que divide
Un gobierno que divide a hombres y a mujeres, machismo y feminismo, progresismo y conservadurismo, jóvenes y viejos, progresistas y arcaicos, pobres y ricos, intelectuales o no intelectuales, cultura útil e cultura inútil, etc. Un gobierno que ha transformado la polarización en su forma de lucha y en su discurso permanente, desgraciadamente formas de hacer de la política un bochorno.
Visto lo cual, muchos nos dirán que polarización si no vemos humanidad peleándose en las calles, no avizoramos un riesgo de guerra civil como en los años 70, afortunadamente; hasta el momento hemos aprendido esa lección. No obstante, si hay polarización en los discursos, en la soberbia, en el accionar político, en las puestas en escena, todo eso origina el Frente Amplio, puesto que, desgraciadamente el Partido Socialista, el Partido por la Democracia y los Radicales son menospreciados e utilizados a meros administradores, ya que, al parecer peso político decidieron no tener y recibir su cheque y dadivas abiertamente.
En tal caso, hay una intencionalidad, una pedantería, una actitud autócrata para la vieja escuela de partidos políticos. La tradicional escuela del diálogo, esa con la conversación procedente que se había logrado durante muchísimo tiempo, que para el Frente Amplio (FA) no son un ejemplo, como él dice, una lección que hay que aprender apoyada con una agradable sonrisa. Por el contrario, que son un karma que quieren exterminar, pretenden generar un Estado nuevo, una incipiente política y desgraciadamente están con la imposibilidad de una persona con discapacidad que lo vive a diario, que anhela hacer muchas cosas, pero no puede, su cuerpo, sus dificultades se lo impiden y eso entristece.
Por otro lado, el gobierno del Frente Amplio (FA) está en esa misma impotencia ambiciona hacer muchas cosas, a pesar de que, también tienen dificultades, y esas dificultades son no tener mayoría en el legislativo, no obstante, adolecen de ideas, padecen de sapiencia política, no tienen amplitudes, sin embargo, si tienen superioridad moral política, si tienen los ánimos de ningunear y el hablar de una preponderancia honorable, es más, lo advertimos todos los días en el congreso, lo percibimos en las intervenciones del presidente, lo oteamos con sus apoderado en campaña y estas circunstancias se siguen manteniendo en este choque entre las nuevas y viejas escuelas, sumado a los otras disputas culturales en las que se quiere imponer una única visión y la señera manera de tratar de zafar de esta impotencia y de esta incapacidad política que se tiene.
Dicho esto, polarizar en su manera de gobernar o estás conmigo o estás en contra, esta es su cultura, la que quiere infligir, que es menos mala y así sucesivamente, para que, para ganar un lugar en la permanencia política, para fomentar o justificar su acción política. Visto lo cual, si secundamos la teoría darwiniana para poder adaptarse como una nueva especie de expresión política y sobrevivir, pero, desgraciadamente con esto también lleva consigo una polarización, un discurso con una percepción de desconfianza que se ven el ambiente político, por su arrogancia, por la manera de mostrar el perfil del representante del gobierno que es desagradable hasta la vista y que obviamente esto va generando estos nichos, machismo, feminismo, mujeres contra hombres, política vieja contra política nueva, cultura políticas viejas contra cultura políticas que están naciendo, superioridad moral, arrogancia y esto es una olla a presión que puede estar causando un nuevo conflicto político y social, porque, obviamente no se puede entrar a la disputa del poder político y a la cultura política con estos términos y así ha querido entrar el frente amplio y cuya consecuencia de eso no se van a ver ahora se pueden empezar a ver de acá en adelante.
Nelson Leiva Lerzundi
Cientista Político
No hay comentarios:
Publicar un comentario