jueves, 12 de junio de 2025

Candidatos que vienen de la farándula

 Candidatos que vienen de la farándula

Me gustaría compartir con ustedes una reflexión sobre un anuncio leído en la Revista Sábado, en donde un conocido comunicador y animador de TV anuncia su candidatura como parlamentario (diputado) para las próximas elecciones de noviembre, por 8 comunas de la región Metropolitana, utilizando el cupo que el presidente de la DC deja.

Ahora bien, no es nada nuevo la aparición de candidatos que vienen de la farándula para cubrir cupos de los partidos políticos, una situación reiterada que a muchos observadores y militantes de partidos nos parece una aberración.

Admitamos por el momento que usualmente no están preparados políticamente, ni menos doctrinariamente para contribuir en política, pero tienen el carisma y la cercanía con la gente, son ampliamente conocidos por lo que resulta una estrategia fácil y muy efectiva para cargos de elección popular. Más aún, hay muchos sectores políticos que se aprovechan de ellos, especialmente por el lado de la derecha.

Sin embargo, a la hora del cálculo muestran evidentes fragilidades; de muestra existen bastantes ejemplos conocidos de fraude al fisco. Entre otros casos, cierto personaje bastante conocido, quien ha tenido problemas con una diputada en ejercicio, hizo noticia al ser su esposa entrevistada comentando que recibió ofertas para competir en el mismo distrito de esa parlamentaria.

Por qué los ciudadanos aceptamos a mengano, fulano y zutano, que no tienen la preparación en política, ni la preparación ideológica, ni siquiera el grado de conocimiento para cumplir las funciones, ni la capacidad administrativa mínima para llegar a cargos de representación popular. Esa es la gran interrogante hasta el día de hoy, en la que no existe una respuesta clara y aparente.

Por el contrario, cándidamente se ve con normalidad y siguen desfilando cantantes, actores, deportistas, chicos reality, personaje de la tramoya que tienen “la oportunidad” que les dan los sectores políticos al no explorar candidatos de manera interna. Peor aún, dentro de los partidos políticos no hay lealtades, hay maltratos permanentes a quienes van de candidatos.

Hay que decir que es un círculo desmoralizado donde se le da la oportunidad en política a personas conocidas sin educación política que traen votos, que tienen el apoyo y simpatías de las masas, en donde ellos, acto seguido hacen lo que aspiran, dando la espalda a los partidos mismos que pierden el control sobre ellos. Tampoco existe un compromiso de militancia de fondo, trayendo al populismo como consecuencia, junto con el desorden político y organizacional.

Es preocupante que estas personas famosas sean elevadas como candidatas por sus diferencias personales o por rivalidades de tipo amoroso entre ellas. El hecho de que las publicaciones serias y, las no tan circunspectas den estas noticias, nos demuestra que la discusión es tema y que desgraciadamente el mundo de la política también le da cabida a la farándula, al espectáculo, donde todo sirve para conseguir

votos. Lejos está la preparación intelectual y académica mínima que tenían algunos candidatos de cualquier corriente política, dirigentes sindicales, gremiales, respetados, con una formación fuerte, gente honesta, personas responsables, comprometidos con su concluyente ideología.

En pocas palabras, ¡basta ya! porque le quita seriedad a la política, a los oficios y a la buena política. Y esto no significa que la política sea solo para los partidos políticos y su séquito. Un famoso puede participar en política siempre y cuando tenga una militancia permanente y activa, que se gane su lugar como cualquier persona. Basta de chacrear y bajar el nivel de la política chilena, Basta de faltarle el respeto al elector y de convertir al buen oficio político en un lodazal permanente, lo cual es evidente que todos caen en el barro, salvo que se debe disimular un poco y no se puede caer más bajo en la elección de candidatos.

Por último, buscar candidatos con una capacidad intelectual meticulosa para asegurarle a la sociedad un estándar de responsabilidad tanto para sus partidos políticos como para el país que se quiere defender.


Nelson Leiva Lerzundi

Cientista Político

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