martes, 3 de enero de 2017

Alejandro Guillier


Alejandro Guillier Álvarez después de 64 años la carta radical con una verdadera opción presidencial. En el  último tiempo a estado emergiendo en las encuesta Cerc como la nueva figura política dentro del mundo político nacional. 

Alejandro Guillier otrora periodista famoso de tolerancia cero de Chilevisión, sociólogo, ingreso a la política como independiente apoyado por el partido Radical, senador por su región de origen Antofagasta. El siempre en  televisión expreso el deseo de participar en la política, enunciaba sus opiniones, juzgaba a los políticos y entregaba una cierta perspicacia que nos indicaba el deseo de pertenecer a este mundo y lo consiguió siendo  senador del partido radical por su zona Antofagasta. 

Las últimas encuestas Cerc establecen que Alejandro Guillier ésta emergiendo como una gran opción de candidato presidencial de la nueva mayoría, notoriamente se acerca a Sebastián quien lidera está encuesta presidencial, pero con un pequeño apoyo.

Alejandro Guillier tiene una gran opción de ascender por ser una nueva figura en política que está confiriendo ideas nuevas y está interviniendo de forma novedosa en política, robusteciendo las posiciones sobre todo de las regiones y esto está llamando mucho la atención a una parte de la ciudadanía que está cuestionando la política y que se cansó de las mismas caras y de la forma de actuar de los mismos señores políticos. La nueva mayoría necesita de un rejuvenecimiento no solo de personas si no de caras y la aparición de Guillier como un nuevo rostro es esencial si este conglomerado busca perpetuar un nuevo gobierno. 

Que es lo novedoso aquí, que el partido Radical este apoyando a este senador como independiente; quizás entre a la militancia más adelante, no lo sabemos, pero él está obteniendo algo importante, una renovación de catadura, que va más allá de José Antonio Gómez, quien ha sido el otro representante político del radicalismo en estos  últimos años. 

El partido radical, que fue un partido preponderante en el desarrollo del país entre los años 40 y 50, por primera vez después de 64 años tendría un postulante con posibilidades para ser candidato presidencial, que si bien  Alejandro Guillier no es un militante activo de este partido, por lo menos es una figura muy cercana a su pensamiento. 

El tema aquí debe tratarse con mucho cuidado ya que el partido radical debe enfrentar este prueba con mucha seriedad, advertir de una manera clara y precisa si como partido después de tantos años de ser un representante secundario en la política nacional, está dispuesto, si tiene las capacidades e ingeniería política interna que le permita cohesionar y generar una candidatura presidencial con Guillier como partido manivela, si tiene la capacidad de gestar alianzas, ser el partido principal, en este caso de la nueva mayoría para establecer el liderazgo de una candidatura, estableciendo contenidos y siendo el partido que determine lo que ambicione un próximo gobierno de la nueva mayoría. Son incógnitas que deben responder y deben responder las ya, porque claramente por primera vez después de mucho tiempo la ciudadanía se fija en un hombre, quizás no por ser radical, pero que está perteneciendo indirectamente a esa fila como independiente les está dando una oportunidad histórica al radicalismo y a sus cercanos para reposicionarse en la Política Nacional.  

Entonces, qué es lo que se le podría recomendar al radicalismo para enfrentar este dilema. Bueno, el radicalismo necesita plantearse que es lo que desea para robustecer la imagen de este candidato, buscar las diferencias y las fortalezas existentes para vigorizarlas en una determinada campaña, inquirir una identidad propia como partido, volver a su centro político laico y establecer relaciones con otros protagonista de centro, como la democracia cristiana, el PRI, PAC y otros partidos para buscar una verdadera identificación de centro, pues en las encuestas está siendo bien visto por todos los sectores de izquierda y derecha, pero flaquea en el centro, porque en el centro falta una identificación. Entonces esa es la tarea que tiene el partido radical, fortalecerse en el centro, buscar una identidad, des-izquierdizarse, alejarse de este punto que se ha comido al radicalismo en los últimos años, desde la UP en adelante, lo que le ha ido haciendo perder su identidad, buscar un pacto dentro de la nueva mayoría con los sectores más de centro (partidos anteriormente mencionados) para establecer a futuro una gran alianza de Centro que puede ocupar como plataforma la nueva mayoría, al principio puede ser una buena opción pero si nos remitimos solo a la nueva mayoría un eje radicalismo-democracia cristiana podría ser el inicio para fortalecer está candidatura, que si se trabaja bien y si Guillier logra cristalizar esta buena visión que tienen todos los sectores sociales hacia él, logre  crear un proyecto político fuerte en ideas, continuidad y profundización de las reformas, establecer una tranquilidad en lo que en materia económica se refiera para ir perpetuando un segundo gobierno de la nueva mayoría y de la centroizquierda.  

Ahora bien, Guillier como protagonista tiene que hacer cambios o diferencias. Primero debe manifestarse en todas las materias, no solamente en el tema regional donde lo ha hecho bastante bien, debe pronunciarse en toda la materia política donde a veces se ve como un periodista más haciendo periodismo, que político pronunciándose de los temas políticos de connotación nacional.  

Segundo, construir un programa con ideas claras de lo que quiere para el país, establecer una diferencia política con su posible adversario Sebastián Piñera, prepararse para la competencia con él con una línea argumentativa   desarrollada; que ya tiene como periodista y sociólogo, además debe sacar el instinto político que es lo que él no tiene, pero curiosamente esa es la gracia que lo valida como alternativa en las encuestas, la ciudadanía no lo ve como político y por eso lo apoya, pero él es senador de la república, hace política y ahí está el dilema, porque al hacer política aunque la ciudadanía no lo vea como político, él debe actuar como político, puesto que está en una competencia de este tipo, por ende debe determinar cuáles son los ejes centrales de su actividad y de su actitud, debe convencer a esté electorado de centro que según las encuestas aún lo ven con reparos porque tendría apoyo de izquierda y derecha, debe recuperar el centro que es la posición natural a la que pertenece su partido, que debido a la demasiada izquierdización y pérdida de identidad que los  ha mantenido por largos 64 años sin ser alternativa, ni tener un proyecto país como partido. Lo otro que lo afecta es que no han generado un gran eje de centro con la DC, que existía, pero se fue perdiendo en el tiempo.  

La Democracia Cristiana y el partido Radical deben volver a conversar, conversar de igual a igual para lograr que haya un eje de centro dentro de la nueva mayoría que permita generar una candidatura y si esta se cristaliza que tenga una fuerte base de centro y que el eje de izquierda de la nueva mayoría PPD, PS, PC, no influyan y contaminen las ideas de centro en demasía, para así dar una mayor confiabilidad y no hacer que el voto de centro vaya a buscar a Sebastián Piñera, si no que sean para Guillier. 

Alejandro Guillier debe aceptar este desafió, debe aglutinar, debe ser el que le cambia la cara a esta nueva mayoría demasiado izquierdizada, debe dar confiabilidad al centro. El partido Radical debe demostrar que todavía a pesar de los años y de ser el partido más anciano del país, aún está bien fortificada y bien armada en su estructura política, que no están oxidados en su máquina política electoral, de lo contrario no van a conseguir ser un apoyo para su posible candidato, ya que el partido del candidato es esencial y primordial en una campaña, porque es el partido que debe ordenar, debe agrupar y debe llevar los tiempos del partido en la campaña, es el diez de la campaña, es el creador, es el Maradona, es el que tiene que llevar los tiempos del partido en campaña y siempre es el partido más grande de la coalición o el eje al que pertenece el candidato, en este caso sería el partido radical, que  además ahora se fusionó con los socialdemócratas y ahora se llaman Partido Radical Social Demócrata.  

Visiblemente esto es lo que ha ido dividiendo y confundiendo al antiguo radicalismo ya que la socialdemocracia está más ligada y cercana a un PPD o un Partido Socialista moderno, pero los socialdemócratas están dentro del radicalismo, ellos van a tener que cooperar y buscar el antiguo espíritu del radicalismo que es lo que le da identidad al partido, pero con nuevas ideas socialdemócratas sumado al antiguo espíritu del radicalismo es una forma de la cual el partido radical puede sostener esta candidatura, pero sin la ayuda de la DC, sin la ayuda del resto del de la nueva mayoría va a ser muy difícil enfrentar una campaña de este toque.

 La democracia cristiana es clave por su rol moderador por ser el otro partido de centro que existe que le va  permitir mantener la cercanía con el voto del electorado más moderado del centro demócrata cristiano y la ayuda de los otros sectores para que logre levantar una candidatura competitiva. Tendrán su apoyo siempre y cuando no exista una opción propia, porque dentro de la nueva mayoría la opción de centro debe consignar un candidato pronto porque ya no es factible llevar a otro candidato de izquierda porque se les están acabando los nombres y las ideas, siguen con el misma visión país que los está desgastando, por lo tanto se requiere dar un giro al centro y Guillier es una opción viable, pero que debe sustentarse en un acuerdo programático de centro en los dos partidos esenciales del centro que pertenecen esa nueva mayoría en un rejuvenecimiento programático del radicalismo en su vuelta de identidad y en la desizquierdizacion de este para que vuelva a su identidad de siempre. Con estos acuerdos Alejandro Guillier puede ser una real amenaza competitiva para Sebastián Piñera.

 Comprendiendo que el desgaste de los actores políticos en la actualidad es desmedido y que la ciudadanía está viendo en este nuevo personaje con mucha credibilidad, que puede que no nos gusten a muchos que vivimos de la política clásica y dura, pero que se está convirtiendo en una verdadera alternativa, no hay que desconocer que dentro de los partidos y dentro de los movimientos de alianzas de la nueva mayoría están viendo a Alejandro Guillier como una opción presidencial, lo que llama más la atención, es que el radicalismo puede volver después de 64 años en gloria y majestad. Esto le hace bien a la política chilena, volver a los matices de otrora, volver a la moderación de un radicalismo fuerte y sano, que le han dado moderación, desarrollo, crecimiento y estabilidad a la política chilena.

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