Argentina, se enfrentó al fallecimiento de su
ex presidente con la particularidad de que este apoyaba el gobierno de su
esposa, creando a su vez una dinastía política dentro del peronismo, generando
adversarios internos y en la oposición. Lo que complica sin lugar a dudas a la
administración de Cristina Fernández, ya que debe terminar su gobierno con la
falta de un soporte político y anímico de un líder como era Kirchner, sumándole
la necesidad extra que provoca el ser su viuda, con toda la fuerza afectiva que
eso conlleva. Sin duda la tarea que la mandataria tiene es muy compleja, ya que debe enfrentar a una oposición fuerte
y a grupos internos canibalescos que quieren llegar a la repartición del poder
al interior del justicialismo, lo que no es novedad.
Por esta razón, lo que nos quedo claro, fue que
por medio de la muerte de este líder político se reveló la fuerza de su sector
en el peronismo, su grado de organización y disciplina, convirtiendo al ex
presidente en un líder aglutinador e inspirador para los argentinos, quienes vieron
en él a un político que les dio fuerza y
esperanzas a los ciudadanos, lo cual se quiso capitalizar, al convertirlo en
protagonistas en su funeral, tender a sensacionalizar el rito fúnebre, no por
malas intenciones, sino por la obligación de seguir con lo que consideran su
legado y plasmar un desarrollo político, ciudadano, dentro de su tendencia
interna y al frente de sus rivales quienes sin duda aprovecharan este momento.
¿Qué pierde y que gana el peronismo? Sin duda el peronismo pierde un líder político
social que unía argentina, causaba polémica, pero con su muerte gana lo más
importante, la posibilidad de unidad real y quizás el traspaso de dominio
interno a otras fracciones, pero al morir uno de sus mentores pasa a ser un
líder moral, casi un mito partidario
comparado ya con Perón o Eva Duarte, el cual el gobierno actual sabrá como ya
vimos sacarle provecho, lo que sin duda no solamente fortalecerá a esta
fracción del peronismo sobre las otras si no que a todo el partido.
Primero: Demostrar que puede gobernar por si misma sin la influencia del gobierno
de las sombras que se le criticaba en la relación con su marido.
Sin duda, para que esto ocurra, debe ordenarse,
fomentar liderazgos institucionales, no
personales, demostrar capacidad y unidad ante la pelotera que tradicionalmente ha
sido el peronismo, demostrando estabilidad y confianza, lo cual es clave para
una posibilidad de gobernar.
Finalmente, sólo decir, que la muestra
republicana y devoción al cargo presidencial que cada presidente al morir pasa
a ser querido y amado por todos, nos
deja la conclusión que las personas respetan al líder como representante de una
institución histórica, dejando de lado los errores del hombre que tomo el cargo
y sus miserias, dándole una reserva moral a veces muy exagerada, sin duda esta
costumbre o devoción se complementa con el carisma, la personalidad y la acción
política, que en el caso de "KIRCHNER" confabulan para ser un líder amado y
respetado, ya que de algún modo para algunos representaba el espíritu y
aspiraciones de la gente de su país a pesar que otros no lo entendamos.
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