martes, 16 de mayo de 2017

La muerte de Kirchner

Argentina, se enfrentó al fallecimiento de su ex presidente con la particularidad de que este apoyaba el gobierno de su esposa, creando a su vez una dinastía política dentro del peronismo, generando adversarios internos y en la oposición. Lo que complica sin lugar a dudas a la administración de Cristina Fernández, ya que debe terminar su gobierno con la falta de un soporte político y anímico de un líder como era Kirchner, sumándole la necesidad extra que provoca el ser su viuda, con toda la fuerza afectiva que eso conlleva. Sin duda la tarea que la mandataria tiene es muy compleja,  ya que debe enfrentar a una oposición fuerte y a grupos internos canibalescos que quieren llegar a la repartición del poder al interior del justicialismo, lo que no es novedad.

Por esta razón, lo que nos quedo claro, fue que por medio de la muerte de este líder político se reveló la fuerza de su sector en el peronismo, su grado de organización y disciplina, convirtiendo al ex presidente en un líder aglutinador e inspirador para los argentinos, quienes vieron en él  a un político que les dio fuerza y esperanzas a los ciudadanos, lo cual se quiso capitalizar, al convertirlo en protagonistas en su funeral, tender a sensacionalizar el rito fúnebre, no por malas intenciones, sino por la obligación de seguir con lo que consideran su legado y plasmar un desarrollo político, ciudadano, dentro de su tendencia interna y al frente de sus rivales quienes sin duda aprovecharan este momento.

¿Qué pierde y que gana el peronismo?  Sin duda el peronismo pierde un líder político social que unía argentina, causaba polémica, pero con su muerte gana lo más importante, la posibilidad de unidad real y quizás el traspaso de dominio interno a otras fracciones, pero al morir uno de sus mentores pasa a ser un líder moral, casi un mito  partidario comparado ya con Perón o Eva Duarte, el cual el gobierno actual sabrá como ya vimos sacarle provecho, lo que sin duda no solamente fortalecerá a esta fracción del peronismo sobre las otras si no que a todo el partido.

 Que esta muerte no profundice una guerra civil de fracciones, la presidenta debe capitalizar su liderazgo y la reputación de su esposo para crear un nuevo discurso o acción política a futuro, lo cual no se ve a largo plazo, teniendo Cristina Fernández que responder a ciertos desafíos:

Primero: Demostrar que puede gobernar  por si misma sin la influencia del gobierno de las sombras que se le criticaba en la relación con su marido.

 Segundo: Crear confianza y ensamblar un liderazgo en el peronismo, convirtiéndose en la líder política trasversal que necesita, unificando a la colectividad detrás de ella y de lo que queda de su gobierno.

 Tercero: Aprender a administrar el capital político de ella y lo que dejo su marido, con  la idea de gobernar mejor, imponerse en su partido y enfrentar a la oposición, desafiar este escenario con inteligencia y habilidad política, lo que la mandataria debe demostrar ya. Esos son los desafíos mas importantes del peronismo a futuro y debe enfrentarlos rápidamente aprovechando la popularidad que les dejo su difunto líder.

 ¿Qué pierde o gana la oposición?  La oposición debe  enfrentar que perdió  protagonismo y liderazgo, deben enfrentar a una presidente a la que quieren elevar a casi un mito político, enfrentar a Cristina es muy difícil, pero a su vez lo positivo es que ella debe demostrar su capacidad y eso es lo que seguramente  la oposición intentara hincarle el diente, para posicionarse y como su habilidad política es superior a la mandataria, podrán sacarla al pizarrón, sin el blindaje que poseía,  ya que su principal aliado estas fuera del juego político.

Sin duda, para que esto ocurra, debe ordenarse, fomentar liderazgos  institucionales, no personales, demostrar capacidad y unidad ante la pelotera que tradicionalmente ha sido el peronismo, demostrando estabilidad y confianza, lo cual es clave para una posibilidad de gobernar.

Finalmente, sólo decir, que la muestra republicana y devoción al cargo presidencial que cada presidente al morir pasa a ser querido y amado por todos,  nos deja la conclusión que las personas respetan al líder como representante de una institución histórica, dejando de lado los errores del hombre que tomo el cargo y sus miserias, dándole una reserva moral a veces muy exagerada, sin duda esta costumbre o devoción se complementa con el carisma, la personalidad y la acción política, que en el caso de "KIRCHNER" confabulan para ser un líder amado y respetado, ya que de algún modo para algunos representaba el espíritu y aspiraciones de la gente de su país a pesar que otros no  lo entendamos.

 Nelson Leiva Lerzundi
Cientista Político

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