domingo, 29 de octubre de 2017

El nuevo sistema electoral proporcional


El nuevo sistema electoral proporcional 

Explicaremos de manera simple cómo funcionara el nuevo sistema electoral proporcional, Información bajada del Servel y de otros textos, que hablan de este sistema electoral que va a regir las elecciones parlamentarias de Senadores y diputados este año. Sistema que tuvo chile antes del 73, salvo con algunas variaciones, ya explicadas anteriormente, como asegurar cupos para mujeres y cupos para independientes. 

Ya se han descrito en este block los nuevos distritos y las nuevas circunscripciones y las cantidades. Ahora comenzaremos a explicar de la manera más simple posible como funcionara el sistema electoral propiamente tal. 

 El sistema D’Hondt (I): un ejemplo práctico
Pese a quien le pese, la inviabilidad del modelo rousseauniano de democracia directa o asamblearia, en donde no existieran representantes políticos, es más que evidente: a nadie escapa la imposibilidad de paralizar a diario el país para someter a votación cualquier medida necesaria para su funcionamiento. Por ello, debemos inclinarnos por un sistema de democracia representativa, que supone que en la toma de decisiones no participa la nación en su conjunto, sino que éstas serán adoptadas por unos representantes elegidos por sufragio universal, libre, igual, directo y secreto.
Que es lo que se plantea acá, se dice que el modelo rousseauniano, modelo que planteaba    Juan Jacobo Rousseau, donde el bosquejaba la democracia directa, o sea, que cada uno de nosotros debía ir a la asamblea y dar su opinión sobre lo que queríamos hacer con el país, y debíamos dar nuestra idea, y representarnos a nosotros mismos, y que las sumas de las distintas ideas, se iban a generar criterio y se iban a tomar decisiones, que se deberían tomar en cuenta directamente a cada uno de nosotros.  

Obviamente eso es lo ideal, que todos pudiéramos participar en las decisiones políticas, pero como es inviable por la cantidad de personas que somos, por la lejanía de los centros de poder, sobre todo entendiendo que el país y la asignación en el mundo, en las capitales de los países están quienes toman las decisiones, y que nosotros deberíamos ir todos a la capital y quizás pagados  por el estado para tomar las decisiones y de ahí devolvernos, lo que es inviable económicamente, entendiendo los trabajos, entendiendo la dificultades que tiene eso, se generó una idea de democracia representativa, que establece que nosotros debemos elegir cada cierto tiempo un representante, ya sea para una cámara unicameral para los que tienen una sola cámara, o para un parlamento bicameral donde existe un Senado y una cámara de diputados, que me represente en mis decisiones. 

La cámara de diputados, su origen son los comunes ingleses, ciertamente, que son individuos comunes que representan a la ciudadanía para tomar decisiones políticas. 

El senado es una Cámara alta, basada en la idea de consejos de ancianos de las tribus del mundo, y en la idea romana de crear un Senado, donde iban los antiguos magistrados que estaban ya jubilados, que tenían una representación política y jerárquicas, con mayores atribuciones que los diputados y que generalmente eran solamente patricios, y que después de las reformas de la República romana pudieron ser los representantes de los plebeyos, que generalmente eran los antiguos tribunos de la plebe y otras autoridades, que la plebe tenían, por ejemplo, el famoso edil, que venía de la plebe. Esto a grandes rasgos es el origen de ambas cámaras. 

Por ello, los parlamentos, ya sea unicameral o bicamerales, tenían que generarse con una manera  de elegirlos indirectamente porque era imposible, que esta idea de que cada uno se representará a sí mismo, que en papel sería lo ideal, y debería ser lo que se tendría que hacer, pero en lo práctico, esto es inviable y no ocupa.  

Llegados a este punto, se nos plantea quizá la duda más importante que puede surgir cuando se abarca este tema: ¿cómo elegir a los representantes? ¿Debemos optar por un sistema de escrutinio mayoritario o por un mecanismo de representación proporcional? En este artículo vamos a analizar el sistema D’Hondt, que pertenece a este último grupo, por ser el que se aplica en la elección de los miembros del Congreso de los Diputados (por imperativo del art. 68 de la Constitución, y que desarrolla el capítulo III del título II de la Ley Orgánica 5/1985, de 19 de junio, del Régimen Electoral General).
El sistema D’Hondt se encuadra en el grupo de sistemas de representación proporcional aproximada y persigue, como cualquier sistema proporcional, que cada partido político obtenga un número de escaños, si no matemático, sensiblemente equilibrado con su importancia real (medida en número de votos obtenidos).
Que es lo que se plantea acá, cuando nos planteamos como elegir a los parlamentarios o representantes, surge en el mundo dos sistemas o dos familias sistemas si Ud. Quiere.  

El primer sistema de familia, es el sistema de mayorías, que es el que vivimos anteriormente en el cual en una lista que llevan dos candidatos generalmente, se eligen  a las dos primeras mayorías que saquen más votos y que una lista para sacar a sus dos miembros, debe doblar a la lista anterior , y el candidato independiente para salir tiene que doblar a una de las dos listas, no basta con sacar más votos, sino que tiene que sacar el doble de la lista en general y así se perdieron grandes candidatos, y había partidos que tenían votación para competir, pero se quedaron fuera porque no alcanzan a doblar a otros, y partidos que tenían candidatos minoritarios, pero como no eran doblados por la otra lista, lograban sacar parlamentarios con una votación menor al segundo de la lista anterior, por lo tanto, generalmente el que salía segundo y sacaba más voto que el tercero, se quedaba afuera, ya que la lista que gano no era capaz de doblar a la otra, por ejemplo, una lista sacaba 50%, en la cual el principal candidato sacaba un 35000 o el 35% de los votos, y el otro sacaba un 20%, hacían un 55% y la segunda lista tenían al candidato que sacaba más con un 15% y el otro sacaba 20%, hacían un 35%,más 55% hacían un 85% del total, pero el segundo candidato que saco un 25% la primera lista se quedaba fuera, porque al no doblar, el otro tenía derecho a un candidato electo, que era el que tenía 20, por lo tanto, el segundo se quedaba fuera. Eso a grandes rasgos.

Aquí en este nuevo sistema cambia las cosas, porque se eligen candidatos de acuerdo a la proporción de votos, que saca cada partido, de acuerdo al porcentaje del total tiene derecho a un escaño de acuerdo a lo que saca. 

El sistema D’Hondt se encuadra en el grupo de sistemas de representación proporcional aproximada y persigue, como cualquier sistema proporcional, que cada partido político obtenga un número de escaños, si no matemático, sensiblemente equilibrado con su importancia real (medida en número de votos obtenidos).
Que es lo que se dice acá, contrario al sistema anterior, sí un determinado candidato en una lista    saca un 35%, otro saca un 20% y el segundo, en la segunda lista sacan un 25% y el otro un 15%, obviamente se reparten los escaños proporcionalmente, y obviamente se pueden llevar mucho más de cuatro candidatos, dos por lista, si no que tres, cuatro, cinco o un candidato más de la cantidad  de escaños repartidos, por ejemplo, si se reparten tres, cada lista puede llevar cuatro, entonces no se da esa dualidad que el segundo se puede quedar afuera, porque su lista no doblo, si no que el segundo tiene asegurado proporcionalmente entrar, porque se ve la fuerza de cada partido, o la fuerza de cada coalición de acuerdo a la proporción de votos que este obtenga. 

Para analizar el reparto de escaños lo más conveniente es servirnos de un ejemplo numérico, en el que iremos aplicando las reglas que establece el art. 163 de la citada Ley.
Supongamos que en la circunscripción X, a la que corresponden 5 escaños, el resultado de la votación ha sido el siguiente:

Partido A: 258.020 votos
Partido B: 168.030 votos
Partido C: 114.040 votos
Partido D: 60.050 votos
Partido E: 17.480 votos

En primer lugar, debemos eliminar del reparto de escaños al partido E, ya que con 17.480 votos no alcanza el 3% del total de votos emitidos (18.529 votos) que establece la ley como mínimo.
Primer punto, de todos los partidos que participan, se establece un mínimo, de acuerdo a la cantidad de electores que hay, el mínimo de electores totales que hay, se desprende cual es el mínimo de votación, que debe alcanzar un partido para entrar a la repartición. En este caso el piso mínimo para entrar a repartir los cinco escaños, se ve de acuerdo a la cantidad de votos emitidos,  y se establece la cantidad mínima de participación de acuerdo a los que votaron, y esa cantidad mínima para la repartición es de 18.529 votos. Cada partido que tenga menos de esa cantidad mínima de votación para repartir, se queda afuera.
En este caso, tenemos que el partido E, con todos sus candidatos se quedó afuera, por lo tanto, el partido A, B, C, D, cuatro partidos o coaliciones, son los que entran a disputarse los cinco escaños, porque tienen la cantidad de votos válidamente emitidos, que establece la ley como mínimo, en esa circunscripción o en ese distrito.       
A continuación, entendiendo que el partido A, B, C, D, tienen más del mínimo para disputarse los cinco diputados del distrito, se coloca la cantidad de cada uno de los votos emitidos, a continuación  dividiremos los votos obtenidos por cada candidatura entre 1, 2, 3… hasta completar el número de escaños a repartir, que en este caso hemos fijado en 5. De este modo, entendiendo que los cuatro primeros partidos cumplen el mínimo de votos de acuerdo a la cantidad de votación que hay, esos partidos se dividen la cantidad de votos que obtuvieron por la cantidad de escaños o sea   tenemos: partido A 258.020 dividido por nº votos/1, nº votos/2, etc.
 
Partidos
Votos obtenidos
nº votos/1
nº votos/2
nº votos/3
nº votos/4
nº votos/5
Escaños obtenidos
Partido A
258.020
258.020
129.010
86.006,67
64.505,00
51.604,00
3
Partido B
168.030
168.030
84.015
56.010,00
42.007,50
33.606,00
1
Partido C
114.040
114.040
57.020
38.013,33
28.510,00
22.808,00
1
Partido D
60.050
60.050
30.025
20.016,67
15.012,50
12.010,00
0
Total
617.620
617.620
308.810
205.873,33
154.405,00
123.524,00
0

Elegiremos de la tabla los 5 cocientes más altos (casillas señaladas en rojo), de forma que al partido A corresponderán tres escaños, al partido B y al C un escaño respectivamente, y el partido D quedará sin ningún escaño.

Las debilidades del sistema son fácilmente observables: si dividimos los votos obtenidos por cada partido entre el cociente más pequeño al que se le asignó escaño (el llamado repartidor) obtendremos, con decimales, el número de diputados que corresponden a cada formación: 

Partido A: 258.020/86.006,67= 3,00
Partido B: 168.030/86.006,67= 1,95
Partido D: 114.040/86.006,67= 1,33 

El sistema D’Hondt al hacer el reparto de escaños se centra únicamente en la parte entera. Esto hace, por ejemplo, que el partido B, que está muy cerca de obtener un segundo escaño, quede finalmente sólo con uno. De hecho, si vemos la media de votos que ha necesitado cada partido para alcanzar un escaño, observaremos grandes divergencias:
Partido A: 258.020/3= 86.006,67 votos por escaño.
Partido B: 168.030/1= 168.030
Partido C: 114.040/1= 114.040

Es fácil observar que para la lista más votada cada escaño sale más barato que para el resto de listas, especialmente si lo comparamos por el partido B, que resulta especialmente castigado por el sistema D’Hondt. Una posible solución al problema planteado sería partir de circunscripciones de mayor tamaño, de forma que el número de escaños en juego también fuera mayor. De este modo si en lugar de cinco, se repartieran diez escaños el resultado sería mucho más justo y equilibrado, ya que el partido A obtendría cuatro escaños, el partido B tendría tres, el partido C recibiría dos y el partido D obtendría representación, al conseguir un escaño.

Por ello. Podemos ver aquí, que es cable el orden de los partidos de acuerdo a la cantidad de votos que se obtengan y en las divisiones de cada uno y obviamente el que tiene el cociente más grande se reparte, importando la división y sobre las comas del cociente, partido que tiene mayor división y mayor resto, para primero, segundo y tercero, así se van repartiendo de acuerdo a la división, el que obtiene tres, se ve claro, por la división mayor que tubo de 86.006,67 y claramente el segundo obtiene uno 168.030 al no tener resto, no incluye y entra el tercero con sus 114.040. Se van ordenando de mayor a menor y de acuerdo al resto que hay.
Esta información se obtuvo de Vía| Jean-Marie Cotteret y Claude Emeri, Los sistemas electorales. Ediciones Oikos-tau, S.A.
Más información| Web del Ministerio del Interior 
Imagen| Urna electoral
Nelson Leiva Lerzundi
Cientista Político
Celular: 982839785

 

 
 

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