El
nuevo sistema electoral proporcional
Explicaremos de manera simple cómo funcionara
el nuevo sistema electoral proporcional, Información bajada del Servel y de
otros textos, que hablan de este sistema electoral que va a regir las elecciones
parlamentarias de Senadores y diputados este año. Sistema que tuvo chile antes
del 73, salvo con algunas variaciones, ya explicadas anteriormente, como
asegurar cupos para mujeres y cupos para independientes.
Ya se han descrito en este block los nuevos
distritos y las nuevas circunscripciones y las cantidades. Ahora comenzaremos a
explicar de la manera más simple posible como funcionara el sistema electoral propiamente
tal.
El
sistema D’Hondt (I): un ejemplo práctico
Pese a quien le pese, la inviabilidad del modelo
rousseauniano de democracia directa o asamblearia, en donde no existieran
representantes políticos, es más que evidente: a nadie escapa la imposibilidad
de paralizar a diario el país para someter a votación cualquier medida
necesaria para su funcionamiento. Por ello, debemos inclinarnos por un sistema
de democracia representativa, que
supone que en la toma de decisiones no participa la nación en su conjunto, sino
que éstas serán adoptadas por unos
representantes elegidos por sufragio universal, libre, igual, directo y
secreto.
Que es lo que se plantea acá, se dice que el
modelo rousseauniano, modelo que planteaba
Juan Jacobo Rousseau, donde el bosquejaba
la democracia directa, o sea, que cada uno de nosotros debía ir a la asamblea y
dar su opinión sobre lo que queríamos hacer con el país, y debíamos dar nuestra
idea, y representarnos a nosotros mismos, y que las sumas de las distintas
ideas, se iban a generar criterio y se iban a tomar decisiones, que se deberían
tomar en cuenta directamente a cada uno de nosotros.
Obviamente eso es lo ideal, que todos
pudiéramos participar en las decisiones políticas, pero como es inviable por la
cantidad de personas que somos, por la lejanía de los centros de poder, sobre
todo entendiendo que el país y la asignación en el mundo, en las capitales de
los países están quienes toman las decisiones, y que nosotros deberíamos ir
todos a la capital y quizás pagados por
el estado para tomar las decisiones y de ahí devolvernos, lo que es inviable
económicamente, entendiendo los trabajos, entendiendo la dificultades que tiene
eso, se generó una idea de democracia representativa, que establece que
nosotros debemos elegir cada cierto tiempo un representante, ya sea para una cámara
unicameral para los que tienen una sola cámara, o para un parlamento bicameral
donde existe un Senado y una cámara de diputados, que me represente en mis
decisiones.
La cámara de diputados, su origen son los
comunes ingleses, ciertamente, que son individuos comunes que representan a la
ciudadanía para tomar decisiones políticas.
El senado es una Cámara alta, basada en la
idea de consejos de ancianos de las tribus del mundo, y en la idea romana de
crear un Senado, donde iban los antiguos magistrados que estaban ya jubilados, que
tenían una representación política y jerárquicas, con mayores atribuciones que
los diputados y que generalmente eran solamente patricios, y que después de las
reformas de la República romana pudieron ser los representantes de los plebeyos,
que generalmente eran los antiguos tribunos de la plebe y otras autoridades, que
la plebe tenían, por ejemplo, el famoso edil, que venía de la plebe. Esto a
grandes rasgos es el origen de ambas cámaras.
Por ello, los parlamentos, ya sea unicameral o
bicamerales, tenían que generarse con una manera de elegirlos indirectamente porque era
imposible, que esta idea de que cada uno se representará a sí mismo, que en papel
sería lo ideal, y debería ser lo que se tendría que hacer, pero en lo práctico,
esto es inviable y no ocupa.
Llegados a este punto, se nos plantea quizá la duda más
importante que puede surgir cuando se abarca este tema: ¿cómo elegir a los
representantes? ¿Debemos optar por un sistema de escrutinio mayoritario o por
un mecanismo de representación proporcional? En este artículo vamos a analizar
el sistema D’Hondt, que pertenece a este último grupo, por ser el que se aplica
en la elección de los miembros del Congreso de los Diputados (por imperativo
del art. 68 de la Constitución, y que desarrolla el capítulo III del
título II de la Ley Orgánica 5/1985, de 19 de junio, del Régimen Electoral
General).
El sistema D’Hondt se encuadra en el grupo de sistemas de
representación proporcional aproximada y persigue, como cualquier sistema
proporcional, que cada partido político obtenga un número de escaños, si no
matemático, sensiblemente equilibrado con su importancia real (medida en número
de votos obtenidos).
Que es lo que se plantea acá, cuando nos planteamos
como elegir a los parlamentarios o representantes, surge en el mundo dos
sistemas o dos familias sistemas si Ud. Quiere.
El primer sistema de familia, es el sistema
de mayorías, que es el que vivimos anteriormente en el cual en una lista que
llevan dos candidatos generalmente, se eligen a las dos primeras mayorías que saquen más
votos y que una lista para sacar a sus dos miembros, debe doblar a la lista
anterior , y el candidato independiente para salir tiene que doblar a una de
las dos listas, no basta con sacar más votos, sino que tiene que sacar el doble
de la lista en general y así se perdieron grandes candidatos, y había partidos
que tenían votación para competir, pero se quedaron fuera porque no alcanzan a
doblar a otros, y partidos que tenían candidatos minoritarios, pero como no
eran doblados por la otra lista, lograban sacar parlamentarios con una votación
menor al segundo de la lista anterior, por lo tanto, generalmente el que salía segundo
y sacaba más voto que el tercero, se quedaba afuera, ya que la lista que gano
no era capaz de doblar a la otra, por ejemplo, una lista sacaba 50%, en la cual
el principal candidato sacaba un 35000 o el 35% de los votos, y el otro sacaba un
20%, hacían un 55% y la segunda lista tenían al candidato que sacaba más con un
15% y el otro sacaba 20%, hacían un 35%,más 55% hacían un 85% del total, pero
el segundo candidato que saco un 25% la primera lista se quedaba fuera, porque al
no doblar, el otro tenía derecho a un candidato electo, que era el que tenía 20,
por lo tanto, el segundo se quedaba fuera. Eso a grandes rasgos.
Aquí en este nuevo sistema cambia las cosas,
porque se eligen candidatos de acuerdo a la proporción de votos, que saca cada partido,
de acuerdo al porcentaje del total tiene derecho a un escaño de acuerdo a lo
que saca.
El sistema D’Hondt se encuadra en el grupo de
sistemas de representación proporcional aproximada y persigue, como cualquier
sistema proporcional, que cada partido político obtenga un número de escaños,
si no matemático, sensiblemente equilibrado con su importancia real (medida en
número de votos obtenidos).
Que es lo que se dice acá, contrario al
sistema anterior, sí un determinado candidato en una lista saca un 35%, otro saca un 20% y el segundo,
en la segunda lista sacan un 25% y el otro un 15%, obviamente se reparten los
escaños proporcionalmente, y obviamente se pueden llevar mucho más de cuatro
candidatos, dos por lista, si no que tres, cuatro, cinco o un candidato más de
la cantidad de escaños repartidos, por
ejemplo, si se reparten tres, cada lista puede llevar cuatro, entonces no se da
esa dualidad que el segundo se puede quedar afuera, porque su lista no doblo,
si no que el segundo tiene asegurado proporcionalmente entrar, porque se ve la
fuerza de cada partido, o la fuerza de cada coalición de acuerdo a la
proporción de votos que este obtenga.
Para analizar el reparto de escaños lo más
conveniente es servirnos de un ejemplo numérico, en el que iremos aplicando las
reglas que establece el art. 163 de la citada Ley.
Supongamos que en la circunscripción X, a la que
corresponden 5 escaños, el resultado de la votación ha sido el siguiente:
Partido A: 258.020 votos
Partido B: 168.030 votos
Partido C: 114.040 votos
Partido D: 60.050 votos
Partido E: 17.480 votos
En primer lugar,
debemos eliminar del reparto de escaños al partido E, ya que con 17.480 votos
no alcanza el 3% del total de votos emitidos (18.529 votos) que establece la
ley como mínimo.
Primer punto, de todos los partidos que
participan, se establece un mínimo, de acuerdo a la cantidad de electores que
hay, el mínimo de electores totales que hay, se desprende cual es el mínimo de
votación, que debe alcanzar un partido para entrar a la repartición. En este
caso el piso mínimo para entrar a repartir los cinco escaños, se ve de acuerdo a
la cantidad de votos emitidos, y se
establece la cantidad mínima de participación de acuerdo a los que votaron, y
esa cantidad mínima para la repartición es de 18.529 votos. Cada partido que
tenga menos de esa cantidad mínima de votación para repartir, se queda afuera.
En este caso, tenemos que el partido E, con todos
sus candidatos se quedó afuera, por lo tanto, el partido A, B, C, D, cuatro
partidos o coaliciones, son los que entran a disputarse los cinco escaños,
porque tienen la cantidad de votos válidamente emitidos, que establece la ley
como mínimo, en esa circunscripción o en ese distrito.
A continuación, entendiendo que el partido A,
B, C, D, tienen más del mínimo para disputarse los cinco diputados del
distrito, se coloca la cantidad de cada uno de los votos emitidos, a
continuación dividiremos los votos
obtenidos por cada candidatura entre 1, 2, 3… hasta completar el número de
escaños a repartir, que en este caso hemos fijado en 5. De este modo, entendiendo
que los cuatro primeros partidos cumplen el mínimo de votos de acuerdo a la cantidad
de votación que hay, esos partidos se dividen la cantidad de votos que obtuvieron
por la cantidad de escaños o sea tenemos: partido A 258.020 dividido por nº votos/1, nº votos/2, etc.
Partidos
|
Votos obtenidos
|
nº votos/1
|
nº votos/2
|
nº votos/3
|
nº votos/4
|
nº votos/5
|
Escaños obtenidos
|
Partido A
|
258.020
|
258.020
|
129.010
|
86.006,67
|
64.505,00
|
51.604,00
|
3
|
Partido B
|
168.030
|
168.030
|
84.015
|
56.010,00
|
42.007,50
|
33.606,00
|
1
|
Partido C
|
114.040
|
114.040
|
57.020
|
38.013,33
|
28.510,00
|
22.808,00
|
1
|
Partido D
|
60.050
|
60.050
|
30.025
|
20.016,67
|
15.012,50
|
12.010,00
|
0
|
Total
|
617.620
|
617.620
|
308.810
|
205.873,33
|
154.405,00
|
123.524,00
|
0
|
Elegiremos de la tabla los 5 cocientes más altos (casillas señaladas en rojo), de forma que al partido A corresponderán tres escaños, al partido B y al C un escaño respectivamente, y el partido D quedará sin ningún escaño.
Las
debilidades del sistema son fácilmente observables: si dividimos los votos
obtenidos por cada partido entre el cociente más pequeño al que se le asignó
escaño (el llamado repartidor) obtendremos, con decimales, el número de
diputados que corresponden a cada formación:
Partido
A: 258.020/86.006,67= 3,00
Partido
B: 168.030/86.006,67= 1,95
Partido
D: 114.040/86.006,67= 1,33
El sistema D’Hondt al hacer el reparto de escaños se
centra únicamente en la parte entera. Esto hace, por ejemplo, que el partido B,
que está muy cerca de obtener un segundo escaño, quede finalmente sólo con uno.
De hecho, si vemos la media de votos que ha necesitado cada partido para
alcanzar un escaño, observaremos grandes divergencias:
Partido
A: 258.020/3= 86.006,67 votos por escaño.
Partido
B: 168.030/1= 168.030
Partido
C: 114.040/1= 114.040
Es fácil observar que para la lista más votada cada
escaño sale más barato que para el resto de listas, especialmente si lo
comparamos por el partido B, que resulta especialmente castigado por el sistema
D’Hondt. Una posible solución al problema planteado sería partir de circunscripciones
de mayor tamaño, de forma que el número de escaños en juego también fuera
mayor. De este modo si en lugar de cinco, se repartieran diez escaños el
resultado sería mucho más justo y equilibrado, ya que el partido A obtendría
cuatro escaños, el partido B tendría tres, el partido C recibiría dos y el
partido D obtendría representación, al conseguir un escaño.
Por ello. Podemos ver aquí, que es cable el orden de los
partidos de acuerdo a la cantidad de votos que se obtengan y en las divisiones
de cada uno y obviamente el que tiene el cociente más grande se reparte,
importando la división y sobre las comas del cociente, partido que tiene mayor división
y mayor resto, para primero, segundo y tercero, así se van repartiendo de
acuerdo a la división, el que obtiene tres, se ve claro, por la división mayor que
tubo de 86.006,67 y claramente el segundo obtiene uno 168.030 al no tener resto,
no incluye y entra el tercero con sus 114.040. Se van ordenando de mayor a
menor y de acuerdo al resto que hay.
Esta información se obtuvo de Vía| Jean-Marie Cotteret y
Claude Emeri, Los sistemas electorales. Ediciones Oikos-tau, S.A.
Más información| Web del Ministerio del Interior
Imagen| Urna electoral
Nelson Leiva Lerzundi
Cientista Político
Celular: 982839785
Celular: 982839785
No hay comentarios:
Publicar un comentario