jueves, 9 de agosto de 2018

Comportamiento electoral en Magallanes (VIII)


Perfil del elector en los distintos periodos de influencia respectiva. 

El elector de este partido en general ha tenido distintos perfiles según los tiempos y periodos de influencia de las cuales trataremos de sacar algunas reglas de conducta que los caractericen de manera  general: 


En este periodo podemos establecer según los testimonios entregados  y testimonios electorales sacados de las cifras los siguientes principios que de alguna manera representaron la conducta electoral de los que votaron  por este partido. 

1)    Elector representado por rostro femenino.

2)    Con perfil conservador moderado.

3)    Con tendencia a generar cambios importantes, pero sin afectar en gran medida. la institucionalidad.

4)    Buscaba más participación.

5)    Predominantemente de clase media por ende estaban dispuestos a generar reformas profundas.

6)    Cercano al cristianismo en especial a la iglesia católica.
 


Como pudimos ver  a lo largo de este análisis las mujeres han sido quienes más han apoyado a las fuerzas conservadoras de derecha, pero también son las que se han sentido identificadas con el P.D.C. , en especial por las reformas sociales realizadas en el campo, en la ciudad, las que de algún modo se sintieron más cercana  a este partido por el beneficio o el mejoramiento de su calidad de vida con la reforma agraria, por ejemplo, la creación de organismos de protección social, familiar y vivienda, creación de las juntas de vecinos que le dieron un rol activo a la mujer, una participación política activa en las decisiones de su comunidad, inclusive muchas de ellas participando muy activamente en este y otros partidos políticos, es allí donde se empieza a ganar, construir y solventar esta identificación, que nace desde las bases sociales mismas, donde la mujer defiende los intereses de su entorno y familia, identificándose con el quehacer comunitario, como este partido político les da esa oportunidad, empiezan a mirarlo con otros ojos, lo toman como opción válida además de que de alguna manera protegen o por lo menos dicen proteger intereses cercanos con los cuales también se sienten identificadas la familia, la pobreza etc. Lo que hace a los demócrata cristianos, al partido como tal, aparecer como la cara renovada, más amable del conservadurismo sin cambios vertiginosos, pero con reformas a largo plazo que agradan de alguna manera e interesan a las mujeres en este tiempo que buscaban cambios, reformas, pero unido a la estabilidad, al actuar moderado  que las opciones de izquierda están lejos de dar en este periodo.     


Aunque la gran mayoría de los electores sean mujeres los que apoyan a este partido igual tuvo un importante electorado masculino, ambos dan  el perfil de este elector que en palabras simples está dispuesto a cambios sociales y políticos que favorezcan a la sociedad, a los más pobres, la clase medía, pero sin costos sociales revolucionarios que hagan perder la estabilidad, esto es lo que podemos interpretar de las cifras ya que  sólo a finales del gobierno de este partido el electorado en especial el masculino empieza a polarizar su accionar e intereses políticos. 

Durante el tiempo anterior el electorado, parecía que buscaba una armonía entre la estabilidad y el cambio social que originará un espacio de reformismo moderado con algunas ideas conservadoras más rupturitas, pero que no afectaran la estabilidad social y política, pareciera ser que de alguna manera el partido en estudio representaba estos valores y los electores en consecuencia le dan su apoyo, esperanzados en obtener cambios, los que hacía finales de este gobierno se hicieron, pero el electorado se radicalizo, quería cambios mucho más profundos, que este partido al parecer no era capaz de dar. 

Pero este perfil conservador moderado, mientras se mantuvo permitió que la ciudadanía y este elector en particular  tuviera la opción de participar en un ambiente libre, estable, pluralista y tolerante, por lo menos hasta antes de los finales del periodo, para generar cambios importantes, que se sintiera cercano a las decisiones políticas y públicas, ser un actor relevante para consolidar este proceso como esperaba o por lo menos imaginaba realizar, lo que en el futuro cambiara abierta y abruptamente de una manera muy lamentable. 


El elector buscaba romper lo establecido influenciado por las revoluciones sociales de ese entonces, generar cambios sociales, políticos económicos, destruir instituciones, pero mantener en gran medida la estabilidad existente, lo que no significaba mantener  el sistema, sino que adecuarlo a la nueva realidad, a los cambios que se consideraban necesarios para el desarrollo y estabilidad de la sociedad en su conjunto, planteando soluciones, sintiéndose parte de un debate de un activismo político y social,  para crear nuevas ideas, las cuales sin duda eran de difícil construcción. 

Sin duda estos cambios que se buscaban realizar de manera paulatina, sin ningún elemento caótico, se basan en el deseo del elector de este periodo, de buscar respuestas a los conflictos e interrogantes que la sociedad va presentando a lo largo del tiempo y que  tienen cabida de una u otra manera en las ideas y planteamientos del partido en estudio, mediante el cual se genera una identificación, deseo y compromisos de cambios determinados sin la necesidad de romper instituciones, sino de generar cambios institucionales necesarios para lograrlos. 


El elector de este periodo tenía compromiso y conciencia, que este partido era la solución al diagnóstico de cambio que creían necesario, a su vez lo veían como una opción real de incentivar la actividad política y social, generar instancias reales de participación, lo que va generando que poco a poco vaya transformándose en un valor que los electores identifican como propio, participan,  se sienten cercanos, a gusto, ven que este puede satisfacer  sus necesidades e intereses y tiene la capacidad de responder e involucrar no sólo a los adultos de la sociedad, sino que a niños, a todos los individuos que se ganan de una u otra manera un espacio para expresarse.

Es en este escenario que el elector de este periodo de alguna manera se siente protagonista de su realidad, donde el partido que apoya le da un espacio para expresarse y entre ambos buscan cambios, soluciones a problemas, que al parecer para ellos que cumplían un rol muy relevante en el funcionamiento de la sociedad, en la cual se acentuaban las necesidades de cambios, los que como primer y esencial mecanismo debían hacerse y solventarse a través o mediante la participación e intervención de la ciudadanía o la llamada “promoción popular” que no es nada más y nada menos que hacer protagonista de las decisiones públicas a la ciudadanía, lo que el elector entendió,  tomó como oportunidad muy responsablemente al tener la más alta participación del periodo en estudio, por eso estaba con las ganas, capacidad y voluntad de generar cambios de todo tipo, pero muy moderadamente. 


El elector de este periodo abarcó  al igual que en periodos anteriores muchos nuevos profesionales, sectores sociales medios en general junto a los obreros agrarios, industriales, etc., tomando y ocupando el lugar del radicalismo, por este motivo, las cercanías en los distintos sectores sociales fue rápido,  lo que no extraño la aparición de demandas de tipo social, teniendo un matiz reformista, pero no revolucionario, lo que en sí se materializo en cambios y reformas profundas, que fueron aceptadas y se fueron materializando mediante el transcurso del tiempo, lo que llevó de a poco nuevamente a acelerar la alianza de alguna manera entre los sectores medios y más pobres, al irse generando cierta identificación y cercanía, la que se fue materializando en el accionar político de este partido, que generó una adhesión importante hacia él, donde el ciudadano medio empezó a intervenir en las decisiones políticas junto a las capas más humildes generando en sí una cercanía que produjo contacto e identificación entre ellas. 

 Este fenómeno generó un nuevo impulso de la ciudadanía y al gobierno, para generar reformas sociales y políticas que se consideraban  necesarias para el desarrollo y que de  alguna manera bajo el prisma de la planificación global se consideraban estancados,  arcaicos, este elector estaba y fue convencido de que de una u otra manera estaba orientado y capacitado para lograrlo junto  a este partido, que le daba espacio a las clases, como una oportunidad nueva para actuar y de una vez por todas consolidarse en política  después de los años radicales que hasta ese entonces estaban lejos de repetirse.


El elector de este periodo en un gran número compartía los valores humanista cristiano,  eso se concretaba con las cercanía con la iglesia católica, la que dio origen de alguna manera a los líderes de este partido, ayudó a propagar esta idea, la que buscaba propagarse y ser una alternativa junto a las otras opciones políticas y al antiguo conservadurismo, siendo la idea  principal que identificó a los cristianos católicos que tenían un perfil conservador moderado, abierto a los cambios, buscaban nuevas alternativas al progreso social, lo que dio cabida a la proliferación en la sociedad católica de las encíclicas reformistas de los papas renun novarun, y otras que permitieron institucionalizar esta idea en el campo religioso como en el político, además muchas de estas acciones políticas no sólo eran validadas por los electores sino que apoyadas por la institución religiosa. 

Este elector lucho, sentía la necesidad de compromiso, de cambios en la sociedad, que  le permitió ver a este partido  como uno de los mecanismos en los cuales este podía plasmar, saciar, responder efectiva y correctamente a las necesidades que buscaba satisfacer, generar un mundo mejor, tratar de plasmar sus inquietudes, poder concretar su activismo religioso de manera más concreta. 


El elector de este periodo tiene las siguientes características: 

1.     Participativo y más agresivo

2.     Menos idealista y más práctico

3.     Con rostro femenino, más derechizado y menos moderado. 


El  elector de este partido como ciudadano en el periodo anterior y en este era muy comprometido, especialmente el elector de este partido que de una manera general se mantuvo fiel y cercano a este partido (lo que se llama voto duro) con una participación electoral importante, a pesar de la baja en el periodo anterior, pero siempre en una cifra determinada, comprometido con su actuar y en las decisiones que este partido y colectividad toma, lo que  produce que en este periodo donde la disputa de espacios políticos, sociales, culturales y de otra índole, se vuelven más competitivos, perdiendo poco a poco el juego limpio y los cánones democráticos, se produce un aumento del activismo político, en la intensidad  e interés de la participación, pues ya vimos que en números reales esta va bajando de manera paulatina, pero va acrecentándose en intensidad, competitividad, descalificación, polarización, y es en este escenario donde la militancia y el electorado de los distintos partidos en especial el que estamos estudiando entra en este juego, comienza a validar, a tomar poco a poco las conductas agresivas tanto defensiva como ofensivamente, pasando ya no sólo a ser una competencia político ideológica por los  espacios e influencias sociales, sino una especie de guerra o combate ideológico que se traspasa a la gran mayoría de los campos o áreas de la sociedad,  convirtiendo al ciudadano en un sujeto no sólo más participativo en los asuntos públicos sino que los obligaba a definirse, a tener producto de esa definición conductas más agresivas con respecto a la solución de sus problemas, la participación política y social, la defensa de los valores que este partido representan y sus intereses y la obra del periodo anterior de los cuales los electores o por lo menos gran  parte de ellos se sienten parte origina esta animadversión y sensación de intransigencia que los partidos y el sistema político traslada  a la ciudadanía, cada partido a su militancia y a su electorado generando una posición y visión de la política de manera agresiva, lo que no sólo llevo a mayor participación en el sentido de efervescencia e identificación política e ideológica, sino que con un activismo concreto, con una efervescencia hacia la idea que apoyan y un rechazo agresivo y destructivo a sus adversarios, como muchos entrevistados dijeron  “hasta los presidentes de curso en los liceos  y clubes deportivos se elegían por política “ lo que demuestra  que la actitud de efervescencia, agresividad y polarización política afecto a los electores, sobre todo a los al tener conciencia política buscaban destruir al enemigo sin cuestionar, siendo de una ayuda incondicional a la colectividad política con la que se identificaban, en el caso del elector del P.D.C. fue un motor más donde se  fue plasmando el papel de opositor duro que tuvo en esos años, ya que participaba en gran medida de todas las actividades políticas como elector fiel, pero además defendía y atacaba  fuertemente a los “enemigos “ del partido que se siente representado en este caso el P.D.C. 


El elector del P.D.C. en general ya se sintió parte durante el gobierno de este partido, de los cambios que este realizo, nace este apoyo a lo largo del tiempo buscando cumplir estos sueños e ideales, luego con el paso a la oposición se buscaba mantener que esas ideas y principios beneficios se mantuvieran de una u otra manera, los electores de este partido también se sintieron parte de esta tarea, así que actuaron de una manera más dura con sus rivales políticos, ayudando a mantener o tratar de mantener lo logrado por el partido por el cual se identificaban, a su vez a acrecentar la posición de oposición dura, siendo ciudadanos críticos, activos al gobierno de la U.P., lo que grafica la faceta más práctica, ya que la realidad política les exigía esta posición más dura e intransigente y no tan filosófica e idealista como antaño, lo que le permite al ciudadano identificado con el P.D.C. que a su vez es su elector, ayudar al partido a muñequear y a tener una posición ventajosa, para negociar, a  su vez obligar al gobierno que estaba en una posición cada vez más minoritaria a doblegarse y satisfacer al ciudadano que lo identificaba primero, para posteriormente al resto del país, dejándolos en una posición muy débil. 

Por estas circunstancias el electorado que se sentía identificado con el P.D.C. llevo a que estas actitudes practicas se fueran consolidando, siendo un elector protagonista y comprometido, tomando actitudes pragmáticas, que fueron claves para los hechos posteriores, por cierto que dentro de estas actitudes, la agresividad, la violencia no estuvieron ajenas, ya que los partidos, ciudadanía, electores en general, la consideraron valida, en este contexto era un recurso que había que usar tarde o temprano, el elector demócrata cristiano de este periodo parecía no molestarle,  ya que para ganar elecciones no bastaba el voto solamente, era un combate ideológico, donde los electores simpatizantes, militantes eran parte de la lucha, todos lo entendían de ese modo, por eso  se originaron los sucesos finales por todos conocidos. 


Como vimos anteriormente las mujeres son las que más votan por la derecha y la Democracia Cristiana y por ende el electorado de este partido en este tiempo es femenino y a raíz de los sucesos políticos gira a posiciones mucho más conservadoras y cada vez producto de la efervescencia política del momento en condiciones menos moderadas y sin la intención de negociación y dialogo de antes, por ese motivo las mujeres son las que más endurecen su posición, encuentran en el endurecimiento del P.D.C. respuesta a esa necesidad formando con el resto de la derecha una postura clave, como eco de este malestar que se va formando a lo largo de los cortos años del gobierno de la U.P., lo que generó que el elector de la D.C. en especial las mujeres tengan un rol protagónico en concentraciones políticas, en el endurecimiento y entorpecimiento al gobierno, en el desarrollo diario de la política, lo que nos demuestra del protagonismo sobre todo en los sectores sociales donde la ciudadanía, especialmente las mujeres, ejercían importantes medios y puestos de liderazgo, donde el P.D.C. afianzo un electorado fiel, donde muchas eran mujeres que influyeron a través de la movilización validando las posiciones ideológicas del partido que apoyaban, siendo verdaderamente electoras activas, activistas comprometidas con las ideas y principios con los que se identificaban. 


El elector de la D.C. de este periodo tiene las siguientes características: 

1.     Elector con rostro masculino

2.     Menos participativo y comprometido que antes

3.     No tiene un perfil claro y establecido

4.     Al igual que el electorado en general disminuye su interés por lo público o al menos eso parece, volviéndose apático. 


A diferencia de los periodos anteriores los hombres son los que más votaron por este partido y llevan a que las mujeres disminuyan en su votación, producto de su cercanía a sectores de izquierda. Este importante aumento en el electorado masculino se ve en su participación e identificación en el mundo sindical y social, lo que se plasma en distintos ambientes, aumentando el apoyo de los sectores más progresistas y de sectores electorales provenientes de sus nuevos aliados, los cuales aún pasaban por un proceso de estabilización, lo que lleva a que el electorado masculino se incline y privilegie al el P.D.C. 


El elector de este partido en este periodo empieza paulatinamente como vimos anteriormente a disminuir el apoyo electoral hacia el P.D.C., pero además de eso también disminuye su cercanía y compromiso con las ideas y filosofías políticas que antes sentían cercanas,  producto del nuevo actuar del P.D.C., que no es  como ya vimos tan  atractivo y social como antes,  ya que están más cercanos a las disputas por el poder lo que genera una crítica profunda de su elector fiel, traducido en la falta de compromiso y cercanía con las acciones políticas que el partido genera y a sus pocos   deseos de participación, que a los ojos del electorado claramente no es el adecuado, pero sin embargo el elector se las arregla para seguir manteniendo en los puestos de importancia a este partido, con la intención de que siga aportando como ellos esperan que debe hacerlo y no como lo que plantean  en este momento o periodo actual.

Pero esta poca participación y disminución del compromiso de su electorado  han impedido que este partido a través de su actuar político recupere su accionar de antaño, donde su electorado se sentía participe de la formación y creación de sus políticas y   comprometido con estas, lo que ahora está muy lejano por el actuar del partido en este periodo lo que origina que su electorado no este comprometido y no sea protagonista en su actuar político, no tenga la efervescencia participativa de antaño, lo que también no ha ayudado  al buen funcionamiento del partido, ya que el perfil de este elector está lejos de ser el cooperador fiel y cercano de antaño. 


A diferencia del perfil conservador moderado que existía antes en esta etapa, sin perder esta característica, el elector que predomina son las mujeres, siendo un periodo difícil de etiquetar, pero si se tiene que llamar de algún modo sería de progresismo moderado, que en palabras simples es la búsqueda de cambios profundos en  la política y la sociedad  con quiebres y reglas de lo establecido, tensionando la estabilidad hasta cierto límite donde poco a poco el elector en desmedro de los partidos de centro y derecha tradicionales sobre todos los hombres, prefirió el perfil social demócrata, pero que no se trasluce en una tendencia clara sino más bien en  un conjunto de tendencias dentro de lo que se conoce como centro izquierda, el aumento de nulos y blancos, del descontento etc., se puede graficar la falta de nuevas opciones, que poco a poco empiezan a ganar terreno y el apoyo al partido en estudio sólo empieza a sustentarse a candidatos que representen este nuevo tipo o filosofía,  lo que produce que al interior de este partido se buscara una  respuesta al perfil demandado por los electores  produciéndose la validación de los cambios y alianzas producidas anteriormente. 

Pero sin duda este perfil de elector más progresista cercano al P.D.C. lo obliga a competir con la centro izquierda, no olvidando a sus electores más conservadores, lo que enfrenta a los electores a una pugna, lo que finalmente no se trasforma en apoyo y aumento electoral. 

Hay momentos electorales en los últimos años que están dirigidos por un electorado más progresista muy difíciles de etiquetar, ya que no conviven con electores y ciudadanos homogéneos, sino de todas las ideas y principios, agnósticos, ateos que coinciden con uno u otro postulado, por ende este partido no es capaz siempre de representar y estar cercano a todo su electorado que es muy diverso. 


El elector del P.D.C. en esta etapa se siente alejado de su partido siente que ha perdido sus valores, no se siente identificado, por ende ya no siente la política como la primera prioridad o como en las épocas pasadas, ocupa un lugar de importancia pero ya no es el único, los problemas públicos no tienen primera prioridad, su participación refleja ese estado de ánimo, es más apático con  los candidatos y acciones del partido que apoyaban, generándole no ser uno de los protagonistas principales, lo cual va a generar que el votante este en una posición expectante ,para ver si el partido que hasta ahora lo representa puede intervenir como espera que lo hagan sus votantes, tanto los fieles como los esporádicos, para demostrar una alternativa y estilo distinto al que han mostrado hasta ahora.


Las características de  los electores que tiene el P.D.C. son los siguientes: 

1.     Electores no identificados y poco activos.

2.     En búsqueda de una identidad como tales.

3.     No tiene representatividad y sentido de pertenencia. 


El elector de este partido en general ha ido perdiendo su identificación y cercanía con el partido al que apoyaron anteriormente, así lo demuestran las cifras, además eso los hacen participar poco en lo que es política en general y como consecuencia este y otros partidos pierden electores, el conflicto es que los electores que antes se identificaban con el P.D.C. se han alejado de este por diversos motivos, como vimos, la falta de confiabilidad, la corrupción, el no interpretar sus intereses, la lucha por el poder etc., esto genero a su vez la falta de  compromiso  y  actividad política con sus militantes y  la ciudadanía, generando que los electores tomen palco, se sientan cada vez más dejados de lado, no se comprometan como lo hacían en los sesenta, por ejemplo, aunque el alza electoral de este periodo puede producir que más allá de estas fechas el partido busque que este elector se comprometa mucho más de lo que está en el último tiempo, y a su vez lo reinante para que recupere el activismo político y social de antaño. 


El elector de este periodo siente que a diferencia del perfil de elector de épocas pasadas no tiene una propiamente que lo identifique, se siente cercano al P.D.C., pero tiene distintas maneras de pensar, son liberales, conservadores, social demócratas, social cristianos, etc., compartiendo los postulados mínimos de la democracia general, la ayuda a la sociedad y al ser humano, por eso este partido para ellos una opción válida y cercana, pero no descarta las otras que compartan estos principios e ideales, pero no tienen una matriz ideológica sólida que les permita asegurar que siempre se sentirán cercanos a este partido, pero si lo consideran una opción importante ,pero no aseguran compromiso. 


El elector D.C. de este periodo vota por el caudillo, la personalidad, el liderazgo individual poco a poco se va alejando de la ideología partidaria, no siente que todo el partido lo represente, no pertenece a todo el partido sino a la personalidad con la que se siente identificado, esto como consecuencia genera la perdida de sentirse integrado en una idea como antaño y cercano a su vez de los cambios que esta genere, sintiendo que el voto por ese partido no los identifica como antes, ni los hace parte, pero votan por personas que representan los principios e ideales que dicen que los identifican y representan. 


Para finalizar este punto con respecto al perfil del elector demócrata cristiano, se tiene que sus características generales son: 

1. Relativamente fiel, pero variable.

2. Con múltiples matices políticos.

3. Con cambios de ánimo políticos importantes.

4. Profundamente desconfiado y castigador. 


El electorado de este partido en esencia se ha mantenido medianamente fiel, pero a su vez muy crítico sobre las distintas posiciones que este partido ha tomado a lo largo de este periodo, nunca perdiendo su simpatía, pero si produciendo cambios que  lo llevan a apoyar en algunos casos a ciertos hombres y políticas de este partido, en otros casos simplemente optar por otras opciones según las alternativas que estén presente y que terminen obligando al elector a tomar una u otra opción, en este sentido, lo variable está dentro de la fidelidad electoral, siempre dependió del interés y el ofrecimiento al elector que este partido siempre ha mantenido como importante arma, pero que de acuerdo al tiempo y a la sensación de pertenencia y a las necesidades que en ese momento existan van cambiando paulatinamente. 

Con esto queremos decir que el elector se siente identificado y sigue a este partido, pero varia en sus intereses, los cuales pueden verse reflejados o no en el momento político determinado, obligando a que esta necesidad sea cumplida por este partido, de lo contrario buscara otras alternativas, es una fidelidad con posibilidad forzada  por los hechos políticos de abandono momentáneo o indefinido que se recupera según  el carisma del líder, que en  definitiva, es lo que hace que este partido no pierda su importancia y relevancia en la ciudadanía. 


El electorado que vota por este partido  tiene un trasfondo moderado, pero dentro de este existen matices más liberales, conservadores, progresistas y de diversa índole,  pero esencialmente el perfil de conservador moderado y el progresista ha sido el tipo de elector que más se ha perfilado a lo largo de estos años, sin olvidar  los otros matices de electores que de  una u otra manera se sienten identificados y apoyan a este partido buscando siempre algo en común, que pareciera ser la estabilidad política presentada por este,  la cercanía social existente a lo largo de los años y las reformas necesarias que consideran y han considerado a lo largo del tiempo como positivas. 


El elector  de este partido evoluciona o se mantiene y  ha mantenido a lo largo del tiempo en la  encrucijada de debatirse entre el conservadurismo que presentan líneas de ese partido o acercarse a los sectores más progresistas, los cuales  por lo general  tienen mayor simpatía del electorado, en ese sentido son más atrayentes para este elector, pero constantemente la posición y actitud política frente a diversos temas este elector producto de la influencia ejercida por este partido va variando y evolucionando y abriendo su mente a las ideas y posibilidades al igual que este partido se nutre y se relaciona con ellos, para crear formas de comunicación política dentro de la sociedad según lo que quieran entregar y sus electores recibir. 


El elector de este partido le da bastante apoyo, pero también es auto crítico, lo que genera que constantemente se esté además de apoyando, cuestionando su actuar, sobre todo en las etapas de influencia más alta y participativa, como el elector se sentía parte de las actividades políticas, sobre todo cercano al partido de alguna manera, le exigía y no lo dejaba dormirse en los laureles, ejerciendo una vigilancia continua en su actuar teniendo la posibilidad de generar un castigo o sanción que también se da en la actualidad, pero de una manera  más castigadora, ya que la desconfianza se trasforma en poca credibilidad, por ende no existe la confianza como tal, ya que para desconfiar hay que confiar en un momento, a lo menos lo que aquí en la actualidad no se da, pero si se sigue creyendo en los ideales.

 

 Nelson Leiva Lerzundi
Cientista Político
Celular: 982839785

 

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