jueves, 3 de diciembre de 2020

Violencia, genera más violencia en la Araucanía.

 

Violencia, genera más violencia en la Araucanía.

Una madre e hija mapuches son encontradas muertas en su domicilio en la comunidad Juan Pinoleo de Ercilla, región de la Araucanía. Ambas estaban colgadas. Asimismo, Iris Rosales Quiñilén, la madre, era una activa dirigente mapuche que denunciaba enérgicamente las forestales y la militarización de su localidad. Aunque, la policía habla de suicidio, resucita ciertas sospechas, por lo ocurrido a la activista medioambiental Makarena Valdés, quien de Igual forma fue encontrada fallecida en su casa.

En cambio, no estamos de acuerdo con la violencia que se produce en la Araucanía. Por una parte, con la Coordinadora Arauco Malleco (CAM),  encontramos legítima su demanda, pero, no compartimos el proceder violento con el que se manifiestan. La violencia, claramente genera más violencia. Por otra parte, con el grupo que se sospecha tienen vinculación con militantes del gobierno de turno, los que, de igual forma devuelven violencia y, notoriamente persiguen a los mapuches activistas, y a los no activistas, generando estas situaciones lamentables, como la muerte de estas dos mujeres mapuches encontradas colgadas, ¡colgadas! como si no atesoraran un grado mínimo de dignidad humana, ni personal, como si fueran simple animales. Fehacientemente, es una demostración clara de misoginia, de odio hacia el pueblo mapuche, sino, que también demuestra el poco valor que le tienen a la vida estos grupos extremistas.

Entonces, aquí podemos pensar y establecer, que acá, lo buenos no son tan buenos y los malos no son tan malos. Prácticamente, ya no hay nada humano, porque ninguno de los grupos respeta el estado de derecho, todos se quedan en las conversación y en las buenas intenciones, pero, los hechos prácticos son esos,  tenemos a la CAM acosando a las familias Huincas apostadas en sus territorios. Quizás, algunos hicieron trampa y se adueñaron de terrenos mapuches.

Sin embargo, un pueblo, no puede buscar una autonomía para tres regiones y media, esto es inadmisible para cualquier estado. Más aún, ningún estado moderno lo va hacer. Aunque, tampoco podemos aceptar que se haga un genocidio con nuestros pueblos originarios y actuar de una manera tan impulsiva y discriminativa, sobre todo con mujeres y niños con una actitud totalmente bestial y, al parecer amparada por las autoridades del estado.

Por esta razón, aquí tenemos que ponerle el cascabel al gato. Necesitamos conversar, colocar la pelota al piso, buscar una proporción de diálogo, pero todos, gobierno, oposición, partidos políticos, dirigentes mapuches, la CAM, organización sociales, religiosas; si es necesario, condescender todos. Comprender, que independiente que seamos un estado, que existan pueblos originarios, y que estos pueblos oriundos tienen derechos y deberes, que hay límites, que los dueños de la tierra no pueden comportarse como feudo terroristas. A la sazón, aquí la situación hay que conversarla sin sesgo político, ni biológico, o por conveniencia, porqué aquí no hay ni buenos, ni malos, acá estamos sufriendo todos.

 

Nelson Leiva Lerzundi

Cientista Político.

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