viernes, 7 de octubre de 2022

Se cuestiona fundar o refundar

 

Se cuestiona fundar o refundar

 Ya pasado el 4 de septiembre, la propuesta de nueva constitución ha sido rechazada rotundamente. Ahora comenzamos un proceso nuevo, en donde el presidente Gabriel Boric ha convocado a la Moneda a los presidentes de ambas cámaras, Diputados y Senado, para que elaboren una ruta hacia una nueva convección, cuestionándose si fundar, refundar o restructurar la constitución. O al menos, esa parece ser la dirección que se está tomando. 

Bueno, eso es parte del problema, aquí no hay que fundar y ni refundar. Aquí hay que construir una nueva constitución política, porque ninguna constitución parte de cero. La constitución tiene como finalidad primordial establecer la ley fundamental de un Estado, que defina las instituciones, el régimen de derechos y libertades de los ciudadanos, más aún ordenar y delimitar los poderes e instituciones de una organización política. Por otra parte, una Constitución tiene que tener mecanismos de reforma y de control constitucional, con la finalidad de que no haya normas que sean contradictorias con la misma ordenanza y con otros tipos de principios sociales integrativos que se quieran intervenir. 

Si hablamos de refundar nuestra Constitución, Chile tiene más de 200 años como República y en ese periodo de tiempo se han elaborado 10 textos constitucionales. Parece extraño que aun haya personas que señalen representar al pueblo y que busquen retroceder en todos los derechos ganados a través de siglos de lucha sociales, vicisitudes positivas, las que no debemos destruir puesto que nos quedaríamos en blanco. Quitarlos es desgarrar la semilla sembrada en las centurias, todos los trabajos políticos, jurídicos, intelectuales, culturales, que se han hecho en este largo periodo de tiempo, porque Chile tiene su historia. 

Si iniciamos desde cero nos olvidaríamos de las reformas sociales, de cómo pasamos de un sistema oligárquico a un sistema democrático, del derecho a voto de la mujer. Nos olvidaríamos de Eloísa Díaz, la primera mujer médico y de otras tantas pioneras y pioneros que abrieron caminos; de las reformas del poder judicial; de las modificaciones acordadas entre Cruz Coke y Salvador Allende para mejorar la salud pública en la década de los cincuenta; de las restauraciones de los radicales en educación. Perderemos memoria de la construcción de casas, de las participaciones populares de los años sesenta, de los litros de leche diario, de educación primaria obligatoria y gratuita, de las reparticiones de textos escolares donde Chile fue uno de los países pioneros en Latinoamérica en la década de los años 30 o 40. Nos olvidaríamos de todos esos temas. 

Entonces, esta lógica continua de refundar y de refundar, de hoja en blanco a hoja en blanco, de empezar desde cero, más bien tiene un tinte electoral romántico. No obstante, ningún país parte desde cero. Por algo O’Higgins, Carrera, Freire, Prat, Baquedano etc, con sus luces y sus sombras, con sus abusos y sus aportes, con lo bueno y con lo malo, han construido a este estado nación que tenemos. Sin olvidar a Lautaro, Caupolicán, Galvarino, aunque no se sean parte de la formación de la república, ellos también han aportado para que el estado de Chile genere una simbiosis de integración en nuestra corta historia. 

Más aun, estos son aportes que los buenos, los malos y los más o menos gobernantes han hecho en servicio al país, equivocándose, cometiendo atrocidades y también aciertos. Es decir, la democracia, las constituciones, los estados, tienen sus luces y sus sombras, uno puede corregir los errores, cambiar la estructura, pero no puede negar la historia y no puede querer desmantelar un país que ya tiene 200 años de historia y sigue para adelante contando. No se puede borrar, pero sí podemos aprender de ella. 

En conclusión, es de esperar que las fuerzas políticas se pongan en modo dialogo, que las diferencias sean menores, para que finalmente y de una vez por todas tengamos nuestra nueva constitución de acuerdo a nuestras necesidades, que nos represente a todos por igual y sigamos construyendo un Estado.

 

Nelson Leiva Lerzundi

Cientista Político

 

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario