sábado, 27 de enero de 2024
viernes, 26 de enero de 2024
jueves, 25 de enero de 2024
El año político 2023 del Frente Amplio
El año político 2023 del Frente Amplio
Acabado el año de gobierno 2023, el Frente Amplio (FA) advierte un fracaso rotundo en la conducción del país. Finaliza el año sin una nueva constitución, ni reformas aprobadas que den respuestas a las demandas que prometieron atender. Tampoco han existido transformaciones a su política de gobierno, ni menos se encuentran en representaciones mayoritarias que los identifiquen en los estamentos del parlamento.
A su vez, al inicio de este 2024 no sabemos lo que buscan como coalición ni lo que quieren proyectar con sus políticas, evidenciando su clara pérdida de identidad, si es que existió alguna vez. Como consecuencia, los partidos que conformaban la ex concertación tomaron sus puestos y ahora se encargan de administrar el gobierno y ser garantes que funcione.
Por otro lado, este gobierno comienza el año con una aprobación de un 31% y una desaprobación del 64%, de acuerdo a la primera encuesta Cadem. Un 67% califica que el gobierno ha hecho poco o nada por controlar la delincuencia y al mismo tiempo, un 76% tiene mucho o bastante temor a ser víctima de un delito.
Entonces, el FA ya no puede adolecer de una argumentación coherente para establecer sus posiciones respecto al presente. Pero pese a ello, no se casa con una ideología que controle y de manejo a la situación tanto en el interior como en exterior, o sea no hay una hoja de ruta clara ni las medidas necesarias para contener la criminalidad tan necesaria para la tranquilidad y paz de la ciudadanía.
Recordemos que el FA gana la presidencia como una nueva fuerza política y coalición critica al neoliberalismo, tropezando desde un principio de su mandato en una incoherencia de su origen con respecto al proyecto político de gobierno, sobre todo como una inconsistencia teórica. Para llegar al poder aprovechó fehacientemente muy bien a los movimientos sociales del momento para sintonizar con ellos en términos discursivos y sociales, aquellos que son su base primordial, pero sin cautivar a los sectores más populares y mucho menos en la clase media empobrecida. Al final es claro que la votación obtenida que le da la representación al poder fue posible al aglutinar a un electorado como voto de castigo hacia el gobierno anterior y al de la nueva mayoría.
Estas circunstancias demuestran que este gobierno iba a tener deficiencias y eso sobreviene por su necesidad de llegar siempre a la cumbre lo más rápidamente posible. Los proyectos políticos tienen que despuntar y desarrollarse, no con la vivacidad y apuro de existir, si no con sabiduría política, sin apresurar los tiempos, generando instituciones parlamentarias, conociendo cómo funciona el sistema para converger hacia un gobierno con madurez. Muchos partidos políticos como el Radical, la Democracia Cristiana, el Partido Socialista demoraron años, incluso décadas en llegar al gobierno. Es una regla general que todo partidos, más allá que hayan llegado o no a tener éxito, sea reconocidos primeros por prepararse para alcanzar su meta.
En cambio los partidos del FA se sienten que no vivieron ese proceso. Les faltó organización o su proceso de preparación quedó truncado por las circunstancias, dejándolos inmaduros en lo político y en su capacidad de dirección. Y aun así, el país se arriesgó a elegirlos y a vivir las consecuencias. Un gobierno sin el acompañamiento parlamentario necesario en el Congreso para apoyarlos en los grandes proyectos presentados en su campaña presidencial. Sus arriesgadas estrategias de reformas que dependían exclusivamente de un cambio constitucional. Su dependencia a aliados de otras instituciones políticas como soporte a su dirección. Y quizás la más grave, sus conflictos ideológicos para asumir responsabilidades que son de vital importancia en lo inmediato.
Es
por esto que nuestro presidente termina el año 2023 haciendo un llamado
magnánimo a las fuerzas políticas opositoras que tengan grandeza y alturas de
miras. Mejor dicho, de ser capaces de salir de sus trincheras políticas,
dialogar, escucharse entre las partes, poniendo a la patria y a la ciudanía en consideración
para llegar a acuerdos importantes que vaya en beneficio de quienes más lo
necesitan.
Es vital que todas estas dificultades deban
ser superadas para mantener la estabilidad política e institucional y del estado
de derecho, el cual se ve sobrepasado y deslegitimado. El orden público es
totalmente esencial en nuestro día a día. Es el ideal en todo sistema de
gobierno y sociedad que se respete, convivir en paz y armonía con las leyes que
dictan las comunidades.
Nelson
Leiva Lerzundi
Cientista
Político
sábado, 20 de enero de 2024
viernes, 19 de enero de 2024
Los tiempos políticos extremadamente aletargados
Los tiempos políticos extremadamente aletargados
La política chilena sigue dormida. Tras una fracasada campaña a favor de aprobar la última propuesta constitucional, a la vez de una perezosa defensa del rechazo, el estado de hastío hacia la política por sus excesos de protagonismos y falta de capacidad de acuerdos mantienen al grueso de la ciudadanía molesta, sobre todo decepcionada. Personeros que se repiten constantemente en medios, defendiendo sus pensamientos marcados por la polarización y el fanatismo, sin dar una propuesta que alcance un equilibrio, que permita un desarrollo para todos.
Palta Meléndez, reconocido humorista político ahora viviendo en España, expresa muy bien el ambiente nacional. Según él ya no existen las condiciones para hacer humor político por los extremos. Enfatiza con humor un centro político como respuesta “… Hoy yo soy extremista, soy de extremo centro. Ese es mi ideal, porque me aburrí de la izquierda o de la derecha. El péndulo tiene que estar al medio, sacar lo mejor de la izquierda, sacar lo mejor de la derecha, sentarnos a negociar y ponernos todos de acuerdo…”
Al igual que Palta Meléndez, es un hecho que existen muchos chilenos de tendencia moderada, que para la aprobación constitucional seguramente no tenían idea que hacer, si votar a favor o en contra, o hacer una raya de arriba hacia abajo. No los culpo, en virtud de la defensa de intereses particulares, con la falta o mínima dirección de las instituciones políticas, las continuas faltas de acuerdos y las mezquindades que nos llevan a los extremos. Agravaba la decisión el gobierno adolescente que hasta el momento sigue improvisando y que sólo los salva los partidos políticos que tienen mayor expertíz.
La política gubernamental al final la llevan estos políticos pipiolos, que no saben cómo dirigir, que aún no han aprendido hacer política o al menos en forma seria y responsable. Sin lugar a dudas, aún creen que están en la FECH y la FEUCH.
Sin embargo, la política universitaria es totalmente distinta a dirigir un gobierno. Hacer paros, protestas, negociaciones, reuniones muchas veces interminables con rectores, académicos o decanos para que no cierren una carrera, para bajar el arancel o pedir mejor infraestructura, no es lo mismo que manejar las obras públicas, la economía, la seguridad, la salud, la diplomacia de un país. Es una cosa totalmente distinta y eso ha quedado evidenciado desde todos los sectores políticos, salvo el Frente Amplio que todavía no lo comprende. Seguramente van aseverar con la cabeza, porque reconocen que los zapatos son difíciles de llenar.
Frente a este escenario populista planteado por el poder ejecutivo, que contagia de esos intereses particulares a otros poderes, de la dispersión ideológica o de la sensación que políticamente el país está paralizado, que ganara el apruebo o el rechazo técnicamente daba lo mismo. Porque los problemas no van a tener solución en el corto, mediano o largo plazo, sumiendo a la ciudadanía en ese profundo estado de somnolencia.
No podemos exigir a la coalición adolescente que madure, eso ocurrirá con los contratiempos o abiertamente al final de su gobierno, tal vez después de un largo tiempo siendo oposición. Por el contrario, sí le podemos demandar que despierten del aletargamiento a todos los demás sectores políticos que sí tienen la experiencia, que tienen gente que sabe lo que es esto, que llevan años trabajando y que también se han visto contagiados por el excesivo idealismo, o más bien, por la inercia o por las ganas de no hacer nada.
Entonces, como se dice vulgarmente hay que avisparse, porque literalmente está sensación de que todo da lo mismo se está profundizando en cada aspecto. Lamentablemente no se queda solo en indolencia política, sino que se manifiesta en la economía, en la seguridad, en la cotidianidad y en la disolución absoluta del sistema.
El sistema político se transformó en la antigua fundación Ventanas, donde todo el material se está derritiendo continuamente, y la discusión también. Continuar luchando por una nueva constitución es ridículo, la actual constitución que nos rige con el tiempo se va a fundir sola por causa de los comportamientos de los actores que dirigen nuestras vidas. Eso es lo que está pasando y no se ve ninguna reacción al respecto.
Nelson
Leiva Lerzundi
Cientista
Político
sábado, 13 de enero de 2024
viernes, 12 de enero de 2024
jueves, 11 de enero de 2024
El fracaso del proceso constituyente
El fracaso del proceso constituyente
El proceso constituyente surge como una herramienta, como la solución del sistema de partidos políticos a los problemas demandados por los movimientos ciudadanos en el estallido social, herramienta que finalmente se vuelve inútil tras ser rechazados los proyectos presentados por los organismos constituyentes, desechados por la misma mayoría que anhelaba la modificación del actual. Con esto se pone fin al proceso y con ello a esta vía como respuesta.
Según el analista político Pepe Auth, este último proceso constitucional no logró el consentimiento tan ambicionado para instituir las medidas de coyuntura comunes entre la política y la sociedad en su conjunto.
Lo que es a ciencia cierta ninguna novedad, porque nunca en el proceso constitucional la totalidad de las fracciones condescendieron parte de su libertad para crear la voluntad general. Ninguna de las partes pretendió elaborar un contrato social como dicta el concepto Roussoniano. Es más, en ambos procesos una mayoría que integraba el órgano constituyente quería una constitución a su imagen y semejanza, olvidándose por completo que hay sectores que piensan distinto y de las demandas expresadas por el estallido social.
Dicho de otra manera, reanudamos a la lógica del año setenta y tres, de quienes son amigos y quienes enemigos. Volvemos a tropezar porque una mayoría, por no decir todos, quieren mantener su Status Quo, en la política, en la economía o en la sociedad.
Es decir, los que creen que en este país todos somos progresistas, les digo que desgraciadamente hay concurrencia que es conservadora y que no está de acuerdo con sus valores. Existen mujeres que no son feministas y que obviamente del mismo modo tienen derecho a preexistir en el país. Hay más de dos millones de personas discapacitadas, de las cuales hay una mayoría que no se preocupa por ellos. A los ultraconservadores les digo que hay semejantes que son progresistas que buscan una igualdad social, que inquieren el bien común. También hay otros grupos que somos comunitarios, que creemos lo comunidad pese a que parte de la población no lo acepte. Existen diversidad de pensamientos, todos buscando una mejor sociedad que no se han visto representados en este último proceso.
Los extremos pusieron la música con la que todos bailaron, pese a que no se consigue absolutamente nada con ello, ni siquiera un contrato social, un acuerdo de dirección país mínimo, de un proceso que tendría que haber resultado mucho más simple.
Por consiguiente, todo lo que señalan algunos analistas políticos es incuestionable. Es que no se puede no concebir una aprobación constitucional en una sociedad cohesionada. Sucede únicamente porque nos desconocemos en las ideas, en los principios o pensamientos existentes en nuestro país. No nos hemos escuchado en estos últimos años y tampoco nos hemos tomado el tiempo para conferenciar.
Se ha perdido el tejido intelectual. Los partidos y organizaciones sociales acaban existiendo sólo en el papel, con lo cual es imposible conseguir un encuentro y así generar un consenso entre esos dos núcleos importantes, que es de lo que habla Pepe Auth. Evidentemente no quisieron un encuentro porque no les convenía, quieren el todo o nada, aunque con eso no se haga mucho.
Al final, las nuevas generaciones políticas no son partidos ideológicos destinados a escuchar al otro y tener grandes discusiones políticas; mientras los antiguos partidos, se quedan en sus antiguas discusiones de antaño, apartándolos prácticamente al baúl de los recuerdos frente a los demás.
En conclusión, este fracaso fue únicamente posible por los 2/3 de una mayoría excesiva y de la polarización de nuestro sistema político. Culpa del abandono de los líderes políticos, por las faltas de prioridades o la poca lectura del acontecer de la ciudadanía. Tampoco podemos dejar de lado la falta de educación cívica de los electores, que sin duda por el resentimiento presente a la falta de cambios radicalizaron sus decisiones a la hora de escoger representantes, apoyando a quien sonaba mejor a sus intereses. Por todo eso la convivencia social sigue fracturada, y estamos a la espera de cómo solucionarlo.
Nelson
Leiva Lerzundi
Cientista
político
sábado, 6 de enero de 2024
viernes, 5 de enero de 2024
jueves, 4 de enero de 2024
Se repite el éxodo de deportistas cubanos
Se repite el éxodo de deportistas cubanos
Tras 16 días de competencias en distintas disciplinas deportivas finalizó el evento panamericano realizado en Chile. Celebrado por compatriotas, deportistas y visitantes deja muy en lo alto a la organización del certamen, además de una infraestructura de primer nivel disponible. En resumen, los Panamericanos de Chile acaban siendo un éxito, aportando al país en lo deportivo y al gobierno de turno en lo administrativo.
Sin embargo, el gobierno se ve complicado al finalizar el certamen por la ya común acción de deportistas cubanos, quienes al cierre de los juegos hacen abandono de su delegación para perderles el rastro. Horas después sus abogados ingresaban la solicitud de asilo en el Departamento de Refugio y Reasentamiento del Departamento del Servicio Nacional de Migraciones, a seis integrantes del equipo femenino de Hockey de césped y un medallista de bronce especialista en vallas, agregándose cinco más días después.
Cuba es un país pequeño que ocupa el quinto lugar del medallero panamericano y que es la panacea del deporte latinoamericano, como lo dice Lautaro Carmona, presidente del Partido Comunista (PC). Pese a esos logros, al parecer la panacea no es para tanto, falta algo y eso es principalmente la libertad que sumada a la profunda crisis económica que viven los isleños desde hace un tiempo, ha provocado un éxodo masivo de deportistas que no desean regresar a su país. Hasta la fecha han migrado 187 cubanos de alto rendimiento, entre ellos el destacado boxeador Andy Cruz.
Por esta razón muchos en tono jocoso, auguraban sobre cuántos deportistas al terminar los panamericanos visitarían las embajadas del país a pedir asilo, pensando en Cuba y otros. Pues dicho y hecho, contradiciendo la gran alocución defensiva y casi apológica del régimen castrista de ciertos grupos del país, a la fecha Cuba concentra el 23,9% de las solicitudes de refugio en Chile.
La Cámara de Diputados inmediatamente aprobó un oficio exigiendo al gobierno protección internacional y asilo político a estos atletas. No obstante, por las reglas de asilo internacional establecido por el recurso de amparo en tribunales, no se les debería negar asilo, por el contrario se les deben proteger.
Esto nos demuestra que aquí el gobierno no puede tener un doble discurso. Si critica a ciertas dictaduras y defiende a las personas que son víctimas de los derechos humanos por el mundo, debe defender a todas las personas que son víctimas de una autoridad como lo es la cubana, que ha hecho del exilio, de la vigilancia interna y de coartar las libertades individuales por una falsa igualdad, su política permanente.
Prácticas que al parecer no son tan venturosas para sus habitantes, ya que no huirían de las concentraciones y regresarían a su país. Por lo tanto, hay que actuar con sentido común y con más humanidad ante ellos que están viviendo los flagelos de un absolutismo, así como el gobierno que tiene que ser consecuente con su discurso, a pesar de querer mantener sus buenas relaciones con el PC o con la misma Cuba.
Sinceramente, las palabras de Lautaro Carmona se la lleva el viento, se manipula la realidad del régimen a conveniencia, cuando siguen aumentando los cubanos fugados. Y mientras siga existiendo este éxodo, está claro que la libertad no existe. El PC chileno sigue repitiendo el mismo discurso que ha repetido durante 60 años y que a estas alturas ni ellos se lo creen. Cuando se hacen comparaciones con Cuba dicen que “cada país tiene su propia forma de comunismo”, es distinto el comunismo cubano, al ruso, al chileno. Pero al momento de defenderlo maniobran todos de la misma manera.
Entonces,
dónde está lo distinto. Todos estos países totalitarios, algunos sobreviven disfrazados
de democráticos, al igual que otras tendencias de derecha nefasta como
republicanos y otras en Chile, que del otro lado operan de la misma forma. Solo
que en el fondo son todos iguales, son dogmáticos, son autoritarios, pocos demócratas.
Eso es lo que ocurre en Cuba, y no hay forma de ocultarlo, por mucho que
algunos deban creer lo contrario.
Nelson
Leiva Lerzundi
Cientista
Político