La carrera
presidencial se alista
Está claro que el gobierno actual no ha estado a la altura. Da la impresión de estar satisfecho con su accionar, aunque no haya mostrado capacidad de administrar bien el poder y de que la ciudadanía se sienta representada por ellos. En esta dinámica, han descuidado el trabajo sumario y con ello cumplir sus promesas electorales. Tampoco han sido capaces de dar credibilidad a su gestión, tanto a sus partidarios como a sus oponentes. De esta manera, no han establecido las pautas mínimas de dirección política que nos asegure confianza en su accionar.
Todos estos síntomas hacen evidente que el gobierno finalizó. Concluyó en virtud del discurso ideológico, en la falta de salidas políticas concretas a problemas vitales que fueron reemplazadas más bien por una agenda ideológica política sesgada. Y en el centro, un presidente que no tiene una posición y una visión país, que deja un vacío de liderazgo que otros intentarán ocupar dentro de la centro izquierda, de la izquierda, de la derecha y del centro, abriendo el arco político para discutir y anticipar una carrera presidencial.
Querámoslo o no, el gobierno en Chile es de quien conduce la política interior del Estado en materias de orden público, seguridad ciudadana, servicios sociales y de la vida económica. Visto lo cual y sin duda alguna, esas políticas no eran las que representaba el Frente Amplio (FA). Este gobierno ha fallado en su determinación por llenar la política interna, principalmente en lo que prometió: educación, en el sistema de pensiones, los sistemas de emergencias y el sistema político, que parece más desorganizado que cuando se dio el estallido social.
Por otro lado, es un hecho que se han enfocado insistentemente solo a su agenda, la que ha acabado agotándose y reduciendo a lo mínimo, porque falla en ser poco representativa y muy difícil de encausar para llevarlas al beneplácito de la mayoría de la población. Eso los ha convertido en un gobierno de nicho, que trata insistentemente de representar a una generación que políticamente todavía es minoritaria, llevándolos a tener conflictos con los gobiernos anteriores al prometer cambios de paradigmas al modo en que opera la política, con el afán de ser un gobierno distinto. Se le suma sus sueños refundacionales, que careciendo de las herramientas para lograrlo, tampoco poseen los parlamentarios que apoyen tales reformas.
Estas cadenas de errores, todas conectadas hacen que el gobierno cada día pierda más poder. De este modo, se crea desencanto en la población y adelanta la carrera presidencial como tema principal de la agenda política, para que quienes tomen en cuenta todos los acontecimientos que el gobierno actual deja pasar, que le sume el empleo y la seguridad, entre otras materias, pueda tener ventajas sobre el electorado.
Inevitablemente la opinión ciudadana se inclina hacia la derecha tradicional, específicamente hacia Evelyn Matthei, militante UDI que ya ha anunciado que no ira a reelección como alcaldesa de Providencia. Asimismo, el fundador del Partido Republicano, José Antonio Kast cuenta con algunas preferencias como candidato presidencial el 2025, alejando su carrera de Chile Vamos. Por otro lado, en la izquierda suenan algunos nombres que hasta el momento no tienen muchas preferencias. De la misma manera el centro político, que está en espera de lo que pase en las municipales para evaluar nombres que entren a la competencia.
Finalizando, para nadie es un misterio que en las elecciones locales se medirán las fuerzas políticas, considerado los resultados como predictivos de las presidenciables y las parlamentarias. Por lo tanto, cada decisión que tome el gobierno de ahora en adelante afectará a la sociedad civil y a sus preferencias. La imagen que proyecten de aquí en más los acercará o alejará de la renovación política que deseaban, según los resultados que puedan obtener.
Nelson
Leiva Lerzundi
Cientista
Político
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