viernes, 2 de agosto de 2024

Será que el Frente Amplio tendrá futuro más allá de 2026

 

Será que el Frente Amplio tendrá futuro más allá de 2026 

Que será del Frente Amplio (FA) al acabar su gobierno, es la gran pregunta que todos nos hacemos. Es evidente que han cometido errores durante su corto paso por el poder, sumado a aún no cumplir con en el programa de gobierno prometido durante la campaña, sin firmar una nueva constitución, ni reformas aprobadas que den respuestas a las demandas populares de las cuales se hicieron abanderados, advierten un total fracaso en la gobernabilidad del país. Con ello han desgastado su capital político en estos dos años de gobierno.  

Debemos recordar que el FA floreció en una maraña de eventualidades de corrupción, desigualdad económica y social, con el objetivo de terminar con las disconformidades, tales como seguridad social, derecho al trabajo honorable, educación, entre otras. Visto lo cual, sin dar respuestas a sus objetivos, queda claro que no han podido satisfacer a su electorado objetivo y al resto de ciudadanía, y para darle remedio a sus falencias tampoco han existido transformaciones a su política de gobierno que respalde una nueva dirección, ni menos se encuentran en representaciones mayoritarias que los identifiquen en los estamentos del parlamento.  

En ese escenario, se presenta la unificación de los partidos que forman el FA. De acontecerse, sería difícil pero posible, la sobrevivencia de todas sus tendencias internas, dígase RD, SD, Comunes, CS. Además, puede que con la fusión lograrán atraer y conquistar nuevos adherentes independientes, para comprometerlos con sus proyectos. Sobre todo, podrían aprender a gobernarse, y quizás así poder presidir nuevamente el país. 

Sin embargo, con las investigaciones por fraude al fisco acumulándose por el caso convenio y otros, hasta el momento por los distintos partidos que forman el FA a lo largo del país sólo se aprecia una nebulosa de dudas. 

Por otro lado, es algo positivo que sean capaces de pedir disculpas de forma continua ante sus equivocaciones, es una manera de responsabilizarse públicamente. Pero merece la pena subrayar si será este un mecanismo que le permita sobrevivir electoralmente al 2026 o les debemos exigir mucho más como conglomerado, como ya se ha impuesto a otras organizaciones y partidos políticos solo para que recuperen la confianza del país.  

Recordemos que el propio Partido Socialista (PS), con todos los prejuicios y malos recuerdos que dejó la Unidad Popular (UP), tuvo episodios muy críticos que vivir por su política de “avanzar sin transar”. Como partido fue declarado ilegal, proscrito y sus líderes y militantes duramente reprimidos, perseguidos, detenidos, muertos y exiliados. Posteriormente fueron sometidos a innumerables vetos, bastante inhumanos, para volver a recuperar la confianza de la ciudadanía. No se le devolvió sino hasta el retorno de la democracia, siendo parte en la Concertación de Partidos por la Democracia en un período bastante largo.  

Pese a tales vicisitudes, dos militantes del partido han ocupado la primera magistratura: Ricardo Lagos Escobar y Michelle Bachelet Jeria. Lagos, en particular, sin ser protagonista de la UP, sino más bien un funcionario menor, tuvo que luchar contra ese estigma en las primarias para alcanzar el ejecutivo.  

Entonces, será que el futuro del FA tendrá algún resplandor por el mero hecho de fusionarse. Será que con eso logre una madurez política intelectual y fijar un rumbo o una directriz política de su sector. O, por el contrario, simplemente se van a transformar en un solo partido con el objetivo de conseguir mayor valor electoral. Si es esto último, no van a aleccionarse absolutamente nada en estos cuatro años de gobierno.  

Ese es el real tema en cuestión, si esta fusión irá más allá del 2026 o será solamente para sobrevivir. Conseguirán la madurez política ideológica que los se puedan mantener con vida muchos años, independiente de la crisis que sufre por los escándalos de algunos. Eso es lo que se debe definir en sus asambleas, para lograr la maduración, corriendo los riesgos necesarios de perder electorado al sumarse a un conglomerado al cual intentó destruir, como es la Concertación; o bien, corriendo el riesgo que su fusión interna se separe y nuevamente se atomice en las distintas ideologías que poseen. Solo que la fusión es necesaria para ordenarse, para crecer y colocar los bueyes delante la carreta.

 

Nelson Leiva Lerzundi

Cientista Político

 

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario