jueves, 17 de abril de 2025

La misoginia juvenil y lo que dejamos de atender

 

La misoginia juvenil y lo que dejamos de atender 

Ha surgido una nueva problemática social, producto del aumento de casos y la gravedad detrás de ellos, a tal nivel que se ha visto reflejada en una serie adolescente de Netflix. La misoginia juvenil es ya un tema universal, de tal envergadura que afecta a cada uno de nosotros como miembros de una sociedad. 

Al respecto, la periodista Carola Urrejola comenta que “necesitamos una educación que enseñe la igualdad de dignidad y derechos entre hombre y mujeres. Sería la base para prevenir la violencia”. Ciertamente una educación no sexista es la mejor herramienta contra la violencia de género que se ha intensificado. 

En contraste, esta educación no sólo sería útil para lidiar con la misoginia juvenil, sino también para controlar discriminaciones a las personas con otras condiciones de discapacidad que existen en nuestra sociedad: discapacidades como la física y motora, sensorial, intelectual, visceral y múltiple que también siguen aumentando. 

Entonces, no sólo se trata de dar reconocimiento de la existencia de la misoginia y educar al respecto, sino que además visualizar todos los maltratos que ocurren a esa edad en contra de las personas con discapacidad y validar una educación de no discriminaciones o ataques a ellos, sean mujeres, niños, niñas, adultos mayores que están siendo representativos y que les conviene exteriorizarse a la sociedad o al Estado activamente por los medios de comunicación. 

Dicho de otra manera, las escuelas integradas fracasan en su tarea de integración de los niños TEA (Trastorno del Espectro Autista), por causa de que no los tratan como se debe. No todos los involucrados comprenden al afectado o no están capacitados para interactuar con ellos, provocándose inconscientemente su enojo, originando que se violenten. Como con la profesora que fue maltratada injustificadamente, porque no conocía los síntomas del joven, un joven de 14 años, primer año en este colegio, un joven con autismo.  

De acuerdo a las discriminaciones de algunos profesores hacia la inclusión de estudiantes con necesidades educativas especiales: cognoscitivo, afectivo y conductual; que estas influyen en ellos claramente. Se ven afectados la responsabilidad, el rendimiento, formación, clima de aula, relación social, desarrollo emocional, entre otros, elementos que ellos necesitan y que tienen el derecho a tener. Ser diferentes es legítimo. Estas diferencias son tal o igual de graves que la misoginia existente hasta el día de hoy. 

Al parecer, la sociedad empieza a olvidar o a convivir de acuerdo al interés y a la politización del momento, de cuáles son las discriminaciones que tienen mayor importancia y cuáles menos. Desgraciadamente aquí lo que tenemos que aprender como sociedad es que si vamos a combatir la discriminación debemos combatirlas y censurarlas todas, erradicarlas todas y no seleccionar con pinzas cuál es la que nos interesa más de una u otra, ya sea por interés político, con el interés sociológico, por militancia, por visión, por sesgos. No importa, hay que combatirlas todas, puesto que si comenzamos aquí a analizarlas y a criticarlas solamente con una visión secundaria, estamos dejando de lado la preocupación en los problemas de una sociedad entera. 

He ahí la importancia de la reflexión que plantea la periodista Carola Urrejola, que tan solo queremos complementar esta realidad. No sólo la misoginia ha aumentado; y vaya que ha aumentado, sino que también se ha acentuado los otros tipos de discriminación de los que no se hablan en los medios de comunicación y que los afectados están viviendo día a día. Son millones en este país y que desgraciadamente no son tratados con la dignidad y derechos que corresponden. 

De manera que toda discriminación es importante embestir y todos deberíamos preocuparnos, condenar e indignarnos sobre ellas. Solo queda pedirle a la sociedad en general que actúe en consecuencia por las personas que día a día son más violentadas de manera soterrada y que son muchas veces manipuladas y tenues, pero que evidentemente causan dolor de igual manera a todas las personas diferentes.

 

 

Nelson Leiva Lerzundi

Cientista Político

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