martes, 10 de mayo de 2011

ELECCIONES EN EL P.D.C.



La democracia cristiana renovó su directiva nacional, triunfando el senador Walker, perteneciente a los sectores más conservadores de este partido , lo que para algunos es una derechización del P.D.C., especialmente, para los sectores derrotados, es decir, para los que apoyaron a Mariano Fernández. Sin embargo, esto es sólo una mirada somera y superficial, quizás hasta banal, ya que lo que más interesa aquí es poder ver como  la D.C. enfrenta los tiempos venideros a partir de este momento. Como se dijo, se replantearán en la política de alianzas, harán una oposición dura y constructiva, lo que para muchos, internamente, es casi unirse a la derecha. En fin, podemos ver que nuevamente  las dos almas de la D.C. entran en conflicto, sobre todo aquíen Magallanes, donde el ala que simpatiza con la izquierda es muy fuerte, ¿cómo se va a compatibilizar dicho problema?

Es la gran incógnita que se viene y que puede traer la posible inestabilidad en la política de alianzas, tomando en cuenta el reacomodo excesivamente lento que realiza la oposición y las innumerables tentaciones de los grupos internos, sus sinergias tanto a nivel país como regional, donde cada uno presionará a los ganadores para uno y otro lado, donde la D.C. deberá tomar acciones y omisiones, manejar tiempos políticos, crear ideas, establecer pautas perdidas, crear nuevas y, al mismo tiempo, hacer oposición, actuar como agente político. Una dura tarea sin duda.

¿Qué debe hacer este partido entonces?, sin ánimo de dar recetas, sólo dictando lo que el sentido común indica, la D.C debe crear o fortalecer la organización interna, dejar el inútil roce de grupos de lado, renovar las elites y aprovechar la madurez política, entre otras cosas más. Éstas son tareas fundamentales en las que este partido ha fallado, las que producen un vacío y desgobierno, falta de solidaridad interna, olvidándose que a pesar de sus diferencias, su objetivo es común. Quizás, esta es la gran tarea que se debe cumplir, entendiendo que este partido es de mayoría conservador a raíz de los resultados de la elección, pero, a su vez, hay otros mundos que deben ser respetados y estos, a su vez, deben cooperar, no hacer oposición ni atornillar al revés, ya que eso atentaría contra toda la organización que suponemos sus militantes quieren cuidar.

Todo esto sólo será posible si se dejan las odiosidades y las diferencias de lado y se potencia la tolerancia entre los grupos internos. Los analistas políticos, en su mayoría, concuerdan en que los partidos, para tener estabilidad, tienen que acentuar sus coincidencias y acuerdos en común, en cambio, este partido polariza sus diferencias provocando el efecto contrario. La inestabilidad y la diferencia son buenas, pero no como un modo de vida político,  ya que se vuleve una costumbre ya intolerable.

Este debe ser el objetivo primordial de todos los miembros de esta colectividad y de su directiva. Para lograr lo mencionado con anterioridad, se debe controlar la ansiedad política, generar los cambios necesarios con la participación de todos, escuchar a la minoría y, esta última, ayudar y criticar si es necesario a la directiva, no generar conflictos estériles, “lavar la ropa sucia en casa”, fortalecerse internamente y dar espacios a todo sector que quiera colaborar para ser alternativa de gobierno.

A modo de conclusión, hay que entender que este proceso directivo todavía no termina y que la renovación de las directivas locales será tan complejo como éste, es por esto que la tarea como institución es apoyar entre todos para hacerlo lo menos traumático posible, para que la división no sea tan profunda y se profundice el rol opositor que es el que le importa mas ahora a este partido.


Nelson Leiva Lerzundi
Cientista Político

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