sábado, 26 de marzo de 2022
viernes, 25 de marzo de 2022
jueves, 24 de marzo de 2022
Cultura política y partidos políticos
Cultura política y partidos políticos
La cultura política está firmemente ligada a los valores, creencias, modelos de conductas relevantes para el juicio político que predominan entre las personas y masas de la sociedad (la calidad de la democracia). Es decir, hay orientaciones culturales que son esenciales para su estabilidad, tales como sociales, económicas y las mesuras de las elites entre otras.
Por otro lado, los partidos políticos son identidades creadas para incentivar la participación democrática de la ciudadanía y cuyo objetivo principal es proponer candidatos para los cargos públicos de elección popular. Dentro de todo, funcionan como aliados políticos de las causas populares, como protestas, huelgas o manifestaciones.
A pesar de todo, los partidos políticos con el paso del tiempo han ido generando una militancia con las que comparten objetivos, intereses, creencias, valores, conductas. Esto es, tener una cultura, una forma de comprender la política, de relacionarse con la misma y la sociedad, una manera de reunirse, existiendo para ello códigos políticos determinados.
Nuestra primera cultura política institucionalizada creada en el siglo XIX fue la radical, en donde sus militantes fraguaron espacios de sociabilidad y de unidad en los primeros cuerpos de bomberos. Jugaban a las cartas, se relacionaban, participaban en reuniones políticas, caracterizándose por su espíritu racionalista, laico y democrático. Establecieron así durante sus gobiernos la cultura del radicalismo, transformándose rápidamente en el ala más extrema del liberalismo criollo.
A continuación, la cultura socialista nace como partido en 1933, proveniente del mundo sindical e intelectual. Acogía una pluralidad de corrientes de la izquierda política criolla cuyos principios resaltaban los valores democráticos, la igualdad y libertad de todos los seres humanos, la participación ciudadana en todas las esferas de la vida social, el respeto a los derechos humanos, la paz entre los pueblos y las naciones.
Le siguió la cultura Comunista fundada en 1922, heredero del Partido Obrero Socialista (POS) nace con el obrero tipógrafo Luis Emilio Recabaren, inspirado en el pensamiento de Karl Mark y Vladimir Lenin del marxismo – leninismo. Su historia ha oscilado entre la integración política y la persecución, es considerado por algunos el partido más importante de la izquierda de Chile teniendo una larga trayectoria dentro de la política.
Luego, la cultura democristiana cercana a la iglesia nace en 1957 mediante la unificación de varios grupos socialcristianos en busca de nuevos contenidos en la doctrina social de la iglesia, publicada en la encíclica Rerum Novarum, abrazando los grupos juveniles la corriente denominada humanismo cristiano (Jackes Maritain). Desde su nacimiento, ha tenido un lugar importante dentro de la historia política de Chile ubicándose siempre en el centro.
En consecuencia, estas culturas políticas o formas de relacionarse fueron frenadas por la dictadura y que obviamente de ahí en adelante entraron en receso perdiendo gran parte de esos saberes políticos. Sufrieron el reinició desde cero, pero han ido recuperando los años perdidos por el autoritarismo y el sentido pragmático en que se ha convertido la política en el último tiempo.
No obstante, han brotado tanto en la derecha como en la izquierda partidos políticos pequeños que son partes de la sociedad, que sin embargo, aún no llegan a ser una cultura política. La cultura política de derecha al desaparecer el Partido Liberal y el Partido Conservador el año 1967 se aniquiló absolutamente, resurgió de nuevo como el partido nacional y se auto disolvió para apoyar al régimen militar, destruyendo la cultura política de la derecha e instalando la cultura política del pinochetismo, aún vigente e incrustada fuertemente en la UDI y RN. Los partidos de derecha están en una crisis total en el aspecto político y cultural, y por esta razón hoy son solamente organizaciones y partidos políticos por el poder, porque la cultura de antaño ya no la tienen.
Del mismo modo, el Frente Amplio (FA) es una nueva agrupación política de izquierda, pese a que todavía no están bien estructurados, ni tampoco poseen una cultura política o identificación con la ciudadanía a raíz de sus crisis, ya poseen un gobierno que pronto da señales de esa falta de cultura.
Por esta razón, el Partido Socialista, la Democracia Cristiana, el Partido Radical, el Partido comunista y paremos de contar, son los partidos que aún mantienen alicaídamente una cultura política social que se han mantenido por años. Estos son los partidos que tienen un capital definido, una idiosincrasia y un sello al cual son interlocutores válidos de la política y son reconocidos porque no son sólo un partido sino que son una cultura única y una forma de interpretar el país.
Nelson Leiva Lerzundi
Cientista Político
sábado, 19 de marzo de 2022
viernes, 18 de marzo de 2022
Entendimiento, libertad, paz y amor
Entendimiento, libertad, paz y amor
Estos son los verdaderos lemas revolucionarios, versos de una de las canciones de Piero (Antonio Franco de Benedictis) “La guerra del amor”, que representan la sensibilidad social y pacifista que muchos de los chilenos deseamos vivir en estos días, en donde la delincuencia y los conflictos en la macro zona sur nos sumergen en conflictos que parecen imposibles de alcanzar.
Sin embargo, estos valores suelen ser los que se olvidan y se desamparan en todos los tipos de gobiernos, en todas las tipologías políticas, porque son difíciles de concebir. Estos requieren de mucho sacrificio humano, demanda renuncias monetarias, pretende esfuerzos éticos, ofrendas políticas, que los señoríos sociales no están dispuestos a realizar. Además, generalmente cuando se escrutan gobiernos que buscan la igualdad social, estos terminan convirtiéndose en una casta de poder; lo vemos en el Chavismo o en las distintas revoluciones habidas en Latinoamérica. En cambio, en la otra vereda del espectro, la solución de los gobiernos de derecha recae en responder todo con el chorreo económico, o sea que los pobres se benefician de la prosperidad únicamente de las migajas que les caen de los ricos, la cual en la práctica jamás ocurre.
La política es una ciencia que trata de la capacidad de gobernar, de organizar y establecer medidas bajo criterios propios, y para ello se requiere poder y de generar poder. Para qué tener más poder sino es para acumularlo y usarlo. Si lo vamos a usar para qué lo vamos a destinar sino es para mejorar la calidad de vida de los ciudadanos, para enmendar a nuestros países o desarrollarlos, o es que simplemente se hace para monopolizarlos. Es decir, tengo más poder y hago lo que quiero, desfalco, robo, miento, engaño, presiono, conspiro y me mantengo en el cargo eternamente, y un largo número de actividades reprochables. Buscar el poder por el poder bajo esos términos a qué nos lleva si no es a poseer más poder solo para el beneficio de los pocos quienes lo tienen a cargo.
Siguiendo esa misma línea, abierta y tristemente podemos decir que nuestra clase política ha bajado su nivel y calidad. Reconociendo que algunos políticos tienen una gran suficiencia de ego en su vida, podemos aceptar que quizás no quieran ayudar a la población, si no que a ellos mismos. Aunque si tienen un cargo político y actúan de manera infame, así quedaran en la historia si no aplican ese poder para algo bueno. La gran pregunta es, para qué están en política si lo único que quieren es robar, para eso es más fácil asaltar un banco, es exactamente lo mismo. Entonces eligieron un camino más difícil, mejor que sean delincuentes y no políticos y a pesar de todo, se esconden en los partidos para cometer estos delitos y fechorías.
Estos son problemas de valores y principio éticos, ideas que filosófica, sociológica e intelectualmente son muy meritorias y que sean cual sean las causas es un absoluto histórico, ético, filosófico tremendo que vienen de la antigua Grecia y Roma, de grandes pensadores y filósofos que buscaron un desarrollo para mejorar la calidad humana, optimizar la vida en sociedad y algunos los están irrumpiendo para ser viles rateros, delincuentes, ladrones.
Para finalizar, queda el cuestionamiento presente, por qué estos valores tan simples les cuenta tanto a algunos entes políticos utilizarlos: la paz, el amor, la estabilidad, solidaridad dentro de la política de gobierno. Parecen fáciles, pero no lo son porque para que se apliquen en la política uno tiene que colocarse en el lugar del otro (empatía) y eso es lo que cuesta, porque algunos políticos carecen de ello. Distintos políticos sólo piensan en ellos mismos y en como satisfacer sus propias necesidades individuales. Es el tiempo de cambiar como sociedad, porque cada individuo puede caer en estas prácticas cuando nos perdemos en el egoísmo. Es tiempo de fomentar la educación de estos valores, para que así los políticos y cualquier individuo con poder, sepa dirigir y gobernar como corresponde.
Nelson Leiva Lerzundi
Cientista Político
sábado, 12 de marzo de 2022
viernes, 11 de marzo de 2022
Gobierno de Boric, poesía o prosa
Gobierno de Boric, poesía o
prosa
“…Y se marchó y a su barca le llamó
libertad y en el cielo descubrió mariposas y pintó estelas en el mar…” el
estribillo de la canción “Un velero llamado libertad” del gran cantautor José
Luis Perales, nos refleja lo que nos planteó en su campaña el actual presidente
Gabriel Boric. La promesa a los jóvenes, a los adultos y a los más mayores de
un nuevo Chile, de la distribución de la riqueza, de educación, de salud,
trabajo, derechos humanos, entre otras muchas, tal cual como agregó al final de
su campaña. “Es tremendamente importante que cambiemos para avanzar en las
transformaciones por las que estamos peleando. Construir un estado que
garantice derechos, que garantice dignidad e igualdad es la única manera de
tener estabilidad, porque no puede crecer un país que esta fracturado
socialmente” .
Los ideales suelen refugiarse en el
más profundo romanticismo, así como los versos de Perales. De igual modo, el
discurso del actual presidente al momento de presentarse a la elección, así
mismo como su actitud de acudir a uno que otro verso para profundizar sus
propuestas, siempre ha sido del tipo romántico.
Ahora bien, cómo convertir este ideal
en una política concreta. Lo que diría la Realpolitik, pasar de la teoría a la
práctica, a la política real. Del romanticismo a las medidas concretas. No
obstante, sabemos que la realidad siempre es menos idílica de lo que deseamos,
y este choque sin duda va a complejizar mucho el escenario político del
presidente en inicio de funciones, puesto que su principal obstáculo es su
coalición, o más bien, la minoría parlamentaria de sus aliados. Esto es verse
limitado en la independencia de acción y sometido a tener que entrar a buscar
acuerdos para sus medidas al interior del Congreso.
Si acentuamos aún más su compleja situación parlamentaria,
Gabriel Boric va a tener una oposición de derecha, de centro, de
centroizquierda, inclusive de ultraderecha, los que tal vez lo harán gobernar
con en el viento en contra, con efecto de hacerle gastar mucha energía para
conseguir el apoyo necesario, y así desarrollar todas sus medidas prometidas.
A estas dificultades, se sumarán de
igual manera el ya permanente estado de conflicto en la zona Sur del país, del
cual se espera que desmilitarice e inicie el diálogo con las comunidades
mapuches en disputa, aunque una gran parte de la población afectada espera
medidas definitivas ante las represalias. Y en cuando al problema migratorio de
la macro zona norte, las medidas regulatorias desde el inicio de gobierno son una
prioridad. Finalmente, sin ser menor, el estallido del conflicto Europeo que
amenaza a todas las naciones con el desbarajuste de la economía global.
De este modo, lo que le viene a
Gabriel Boric se puede acuñar con la frase pronunciada por el político estadounidense
Mario Cuomo en 1985, “se hace campaña en
poesía y se gobierna en prosa”. La política se hace con la realidad, con la
pelota contra el piso, asumiendo que algunas cosas se pueden hacer, otras no y
con el viejo adagio de “la política en la medida de lo posible”. Este será sin
duda su dilema político, zanjar la brecha de la credibilidad entre lo que
prometió y lo que al final podrá realizar a causa de las condiciones que lo
rodean.
Y otro problema nace aquí, ya que
muchos de los ciudadanos y ciudadanas que votaron por él son jóvenes,
impacientes. Estos quieren cambios rápidos, constantes, quieren la poesía, lo
prometido en campaña. Sin embargo, en la prosa eso no se logra en un día, no se
logra en un año, ni siquiera en cuatro. Ahora que da inicio a su gobierno de 4
años, iniciamos a escribir en prosa. Y delante de él, ya empiezan a
materializarse los conflictos y demandas venideras.
A pesar de todo, queremos que el
actual presidente tenga éxito en su gestión de gobierno y que pueda resolver
sin mayores problemas este dilema que tiene todo político cuando ha ganado las
elecciones y que ha hecho campaña en poesía y debe gobernar en prosa.
Nelson Leiva Lerzundi
Cientista Político
sábado, 5 de marzo de 2022
viernes, 4 de marzo de 2022
La vitalidad de la democracia
La vitalidad de la democracia
La vitalidad o verdor de una democracia se ve de acuerdo a los propósitos, saber leer las etapas que está viviendo la República. Saber enfrentar las crisis que desafían nuestro liberalismo, también percibir cómo enfrentar las reformas y los cambios que hay que hacer en nuestro pueblo. No forzarlos, ni obligarlos, sin someterlos, ni acelerarlos. Sin obstaculizarlos. Y este proceso de adaptarse al momento y de responder lo que se necesita es lo que estamos viviendo en la actualidad con la democracia chilena.
Una democracia tiene que ser participativa, para que todos nos sintamos parte del proceso democrático, no sólo en las elecciones, sino en el día a día. Por sobre todo, que existan consultas, plebiscitos comunales, regionales, que florezca una iniciativa popular y de la misma manera que exista una retroalimentación entre las autoridades regionales y los ciudadanos. Más aún, crear un vínculo más horizontal y menos vertical con las potestades, para que comparezca más cercanía y más vigilancia del poder político.
Decididamente, una democracia abierta, participativa,
que no prescinda temas, no cierre puertas de participación ideológica, que no
tema a la difusión y que obviamente no sea polarizada y que tengamos una
madurez política.
No
obstante, nuestra democracia ha ido perdiendo su vitalidad y, que a partir del año
2019 producto de los pesares de octubre, se requiere de intervención, de nuevos
cambios. Indudablemente, la democracia para que tenga vitalidad y se vaya
rejuveneciendo tiene que hacer estas modificaciones para renovarse.
Desgraciadamente, hay algunos pese a que entienden esta necesidad, pretenden hacerlo
a través de radicalismos demasiado rápidos. Ahora los cambios convienen hacerlos,
ni lentos, ni rápidos, tienen que conllevar distintas velocidades igual que el
ritmo de un partido de fútbol. Eso mismo hay que hacer en la política.
Aquí no estamos hablando de aprobar por aprobar y hacer reformas porque hay que reformar debido a que se le antojo a una colectividad de personas, o a causa de que son necesarios. Por el contario, estas reformas no se hacen de manera desordenada, impulsivamente y sin razonar. No podemos acordar un yo apruebo la constitución desde cero como desean algunos, ni de ningún modo tampoco decir conservemos todo tal cual como está, como quieren otros. A viva fuerza, aquí hay que pensar con raciocinio, porque está en juego la fortaleza de la democracia y los cambios constitucionales que son requeridos, porque la misma sociedad, los mismos chilenos, hemos proclamado que ya es hora de vitalizarla. Trasformar las instituciones que están vetustas, ya que después de 40 años una constitución que no es tan legítima en su origen, sigue siendo un obstáculo para vivificar y profundizar nuestra democracia.
En otras palabras, quisiéramos que en la nueva constitución se establezca un mecanismo de proporcionalidad para que se puedan formar gobiernos y mayorías estables, en donde todos se vean con la capacidad de participar. Más aún, que el voto sea obligatorio. Por el contario, que no haya una dispersión que haga ingobernable el sistema y que se vean representado con plena validez todas las fuerzas políticas, para que de esta manera den gobernabilidad y sean dialogantes con el gobierno de turno. Más aún, es fundamental que también se fomenten principios democráticos, se impulse la educación cívica y se profundicen las bases republicanas, para entender que la política en sí misma es una manera de generar reglas, de vivir en comunidad, dar estabilidad y tranquilidad a los ciudadanos. Sin duda, algunos pilares esenciales que esperamos puedan plasmarse en la nueva carta magna.
Por tanto, se debe potenciar la idea de una
democracia reflexionada, en donde, no apliquemos la lógica del ensayo y error
que hemos tenido durante estos años, sino que tengamos una democracia con
altura de miras, una democracia madurada, con diálogo y sobre todo, con
formaciones políticas.
Nelson
Leiva Lerzundi
Cientista
Político.
Un polo de cultura y reconocimiento de nuestra costanera
Un polo de cultura y reconocimiento de nuestra costanera
Que duda nos cabe, nuestra Punta Arenas, ciudad, comuna y puerto oceánico, aislada del resto del país en donde las disciplinas árticas existentes es muy difícil que lleguen con la regularidad que muchos quisiéramos para ser difundidas al colectivo, sin embargo, en estos meses de verano, en esos días calurosos que hemos tenido, se ha apreciado y comprobado con profunda satisfacción que nuestra costanera se ha convertido en un cercano Polo Cultural.
En otras palabras, en esos días se han visto muchas
personas utilizando nuestro abanico geográfico (costanera) como un espacio de
expresión y de manifestaciones artísticas: jóvenes callejeros tocando su música,
ventas de libros callejeros, artesanos (as) realizando y vendiendo sus
creaciones, comerciantes ambulantes ofreciendo sus productos caseros; manzanas
confitadas, galletas, baldes y palas para jugar en la arena, personas
disfrutando en nuestra extensa playa de las escasas temperaturas altas que nos
ofrece la Patagonia, en efecto, nuestra costanera ya no tan solo nos sirve para
caminar, ahora nos entretiene aún más con la diversidad que esta nos ofrece.
Sin embargo, el desafío ahora es mantenerlo permanentemente, que sea nuestro desierto florido donde florezca la cultura en nuestra ciudad, más aun, en toda la región como corresponde, donde, se convoque a todas las expresiones artísticas, que exista más erudición y menos pub incentivados por estos espacios, que se propongan focos en lo alternativo, evidentemente, estos polos son positivos, llamativos, reconocidos, por lo tanto, hay que cuidarlos y mantenerlos, la autoridad, los ciudadanos y público en general.
Nelson Leiva Lerzundi
Cientista Político