viernes, 31 de marzo de 2023
jueves, 30 de marzo de 2023
Pactos políticos por la gobernabilidad
Pactos políticos por la
gobernabilidad
Los pactos políticos y las alianzas institucionales no son lo mismo. Usualmente, quienes recurren a practicarlas no tienen claro la diferencia entre una u otra. Esta confusión recurrentemente se provoca por no distinguir el alcance de cada uno dentro de su accionar.
Los pactos políticos parten de un tema ideológico, los integrantes comparten ciertos principios o cosmovisiones de gobernar, o sobre las problemáticas en particular que desean atender. Pero estos también pueden ir más allá de las ideas en común, pueden ser pactos como el caso de muchas coaliciones chilenas, donde se reúnen por tener ciertos grados de afinidad, por las conveniencias electorales que les trae asociarse, o para sumar apoyos al hacer una alianza con fines de conseguir resultados más allá de lo ideológico.
Cuando el pacto va más allá de la simple reunión aritmética, ya son visiones intelectuales o alianzas institucionales. Tienen una misión en común a largo plazo, los problemas que atacan y las soluciones institucionales que buscan van más allá de lo que se debe hacer, buscando más acuerdo de los que se requiere. Son alianzas que piensan en el futuro de los países y los Estados.
Hay que enfatizar que los partidos políticos son parte de la sociedad y han aportado mucho en el destino de los gobiernos, también han intervenido en muchas luchas por la instalación de la democracia y la disputa por los derechos sociales. A su vez, también funcionan como aliados políticos de las causas populares tales como protestas, huelgas o manifestaciones. Es por eso que los partidos son identidades creadas para incentivar la participación democrática de la ciudadanía, y representarlos, convirtiendo su objetivo principal en proponer candidatos para los cargos públicos de elección popular que representen a un colectivo y sus ideas.
A pesar de todo, estos con el paso del tiempo y producto de los pactos han ido compartiendo objetivos, intereses, creencias, valores, conductas y mucho más con sus aliados. Es decir, han creado una cultura, una forma de comprender la política, de relacionarse con la misma y la sociedad, creando códigos políticos determinados.
Por esta misma razón, el partido Demócrata Cristiano (DC), el Partido Radical (PR), el partido por la Democracia (PPD) y quizás otros más, ambicionan la formación de un pacto por la estabilidad de la gobernabilidad, comprometiendo a todos los partidos políticos con representación parlamentaria que sean a fines a su causa. Tómese esta acción como la formación de una táctica del centro político, una alianza contra la impunidad que demanda que no haya arbitrariedad. O si utilizamos la frase de Gino Girardi, es un pacto “anti indulto”.
En otras palabras, los partidos de centro izquierda como el PPD, y el PR, junto a la DC de centro derecha, nuevamente convergen en “Todo por Chile” para las elecciones de consejeros constitucionales. Estos partidos sin ser lo mismo son parte de un centro moderado, la centro izquierda modernizadora y la centro derecha, caracterizados por querer reformar, pero sin radicalizarse.
Quizás a muchos no le guste retomar estas posturas que nacen como respuesta a la mala representación que ha dejado el gobierno con sus indecisiones y la impunidad que ha tenido antes ciertos temas, tales como los indultos. No obstante, pese al pesimismo que puede significar volver a viejas alianzas concertacionistas, es ese mismo pesimismo el que puede permitir mucho mejores resultados a los esperados, porque obviamente la alianza se encuentra en una posición privilegiada de moderación.
La derecha evidentemente quiere cuidar la casa, que se haga lo menos posible. Mientras el oficialismo quiere cambios radicales, salvo el partido Socialista. Entre una alianza que quiere la anarquía y otra que no quiere cambios, la ciudadanía principalmente buscará la tranquilidad y cambios con imperturbabilidad que puede ofrecer quienes dan moderación.
Entonces, en eso nos debatimos en Chile ¿tener alianza a largo plazo o buscar sólo alianzas del tipo electoral?, ¿están dispuesto los partidos y los ciudadanos a construir un tejido social político y humano para estas alianzas a largo plazo o solamente pactos electorales que pueden ser relativamente viables para dar una mínima gobernabilidad?. Si los partidos toman sus decisiones, qué es lo que hará el ciudadano ante estas ¿finalmente a quiénes apoyará?
Nelson Leiva Lerzundi
Cientista
Político
sábado, 25 de marzo de 2023
viernes, 24 de marzo de 2023
Los expertos Constitucionales
Los expertos Constitucionales
La comisión experta, conformada por 24 componentes de diversos ámbitos públicos, legislativos y académicos, tiene como propósito la elaboración de un anteproyecto de nueva constitución, la cual se presentará como base de discusión al consejo Constitucional que elegiremos el próximo 7 de mayo, y así facilitar su trabajo. Por esta misma razón, cada una de las Cámaras del Congreso Nacional, en partes iguales, eligió a 12 especialistas conforme a la regla de paridad.
Sin embargo, hay muchas voces disonantes y críticas respecto a la elección de estos cargos por haber sido nominados sin llevar a cabo una elección, como corresponde a la práctica democrática, y en su defecto reemplazada por la demonizada “cocina”. Es decir, no sabemos los motivos por los cuales fueron elegidos y qué intereses guardan.
Si bien muchos de estos reclamos que estamos percibiendo en los medios escritos, radios y televisión, provienen de voces directamente relacionadas con el estallido social, especialmente los sectores del frente amplio que defendían la causa. Todos reclamando por la legitimidad del proceso.
Entonces, surge la clara y simple pregunta que invita a la reflexión ¿Habría alguna posibilidad de haber evitado todo esto? Sí, por supuesto. Que la comunidad eligiera a las personas que realmente supieran a lo que iban, que conocieran el trabajo constitucional y las prácticas de debate democrático. Y eso no ocurrió.
Es más, existía un segunda posibilidad de funcionalidad, que los escogidos a pesar de su impericia o falta de conocimiento en los procesos, se hubieran asesorado como corresponde con la dieta que recibieron, para así dar una armonía y sustento jurídico político a las buenas ideas presentadas. Por el contrario, se vio una desorganización tal que se hizo lo que se pudo para aglutinar tantas ideas.
Ahora bien, el Congreso instauró la comisión de expertos para que se establezcan reglas claras y se respeten a futuro los acuerdos pre hechos, ante los nuevos representantes Constituyentes. Es una manera de encausar la discusión y darle cierto orden, con la esperanza de buena voluntad de atender los problemas necesitados.
Lo que es concreto ante el fracaso vivido con la Constituyente, es que el Congreso quiso seguir con el proceso, porque la sombra del estallido sigue vigente, el descontento y los innumerables abusos podrían hacer arder Troya. El Congreso podría haber terminado con el rechazo y nadie los iba a criticar porque se cumplió con las normas establecidas en el acuerdo inicial. Aunque todos sabemos que el bien común es el fin de todo acto político, y no intentar reparar las evidentes fallas del sistema sería un error moral.
Nuevamente podríamos culpar a los anteriores constituyentes por farrearse la oportunidad, por no estar a la altura de lo que requería ese momento. En cambio, ese mundo se horroriza con las reglas preclaras con el Consejo de expertos.
Sobre todo se alzan las voces de descontento porque los participantes se conocen y se relacionan entre sí, inclusive tienen un grado de amistad. La mayoría de estos son figuras de la academia, de las leyes, ex autoridades de gobierno, intelectuales de todos los sectores (izquierda, derecha, centros), son letrados y cuentan con una “indiscutible trayectoria profesional, técnica y/o académica” de acuerdo con los lineamientos establecidos por el acuerdo por Chile. Obviamente que se conocen. Lo que marca la diferencia es la altura de mira, pese a sus ideologías ellos mantienen el respeto en el debate, manejan el lenguaje político necesario para esta instancia.
Entonces, no es ninguna novedad que estos círculos se conozcan entre sí. Ese no es el argumento más fuerte para empezar a invalidar el trabajo que harán. Es la mejor solución que se pudo dar, porque la anterior propuesta no resultó.
Por lo tanto, se pide más reflexión, menos visceralidad, darnos
cuenta que una Constitución nunca va hacer perfecta. No obstante, el
procedimiento tiene que ser lo más perfecto y lo más pulcro posible, puesto que
se está trabajando sobre una institución político jurídica, la cual tiene que
tener forma. Si no hay forma y no hay estructura se hace una entidad
inaplicable.
Nelson
Leiva Lerzundi
Cientista
Político
sábado, 18 de marzo de 2023
viernes, 17 de marzo de 2023
jueves, 16 de marzo de 2023
El congreso del futuro o un metaverso político
El congreso
del futuro o un metaverso político
El congreso del futuro es un espacio gratuito, abierto a la comunidad del país, donde convergen científicos y humanistas destacados en sus áreas de investigación, estudiantes, jóvenes, dirigentes políticos, académicos y público en general, para discutir acerca de los dilemas y desafíos que el futuro nos plantea como humanidad. Nace como una idea transversal impulsada por la Comisión Desafíos del Futuro del Senado de la República, junto con la Academia Chilena de las ciencias y el Gobierno de Chile, en el marco de la celebración del Bicentenario del Congreso de la República de Chile en el año 2011.
Se han visto muchas temáticas a lo largo de los años, desde el cambio climático, los efectos de la pandemia a cambios económicos. Este año, el tema principal se relacionó con el metaverso y las oportunidades que representa la virtualidad en materias de tecnología. De estas dimensiones digitales, no reales, y de cómo afectan nuestra realidad tangible.
Sin embargo, a pesar de su gran relevancia en la difusión y debate público a nivel internacional, el Congreso del futuro se ha vuelto en una especie de metarverso del mundo político chileno, un mundo virtual para difundir lo que se quiere lograr con los avances de la ciencia y las nuevas tecnologías. En donde parlamentarios y parlamentarias nacionales, pretenden dar a conocer una especie de realidad alternativa en las que podremos hacer las mismas cosas que hacemos hoy, dejando fuera los entorpecimientos que crean la disputa y el debate político. Una especie de, si siguiéramos estas indicaciones todo sería mejor.
Podríamos pensar que es positivo utilizar esta tecnología en un metaverso, aunque no particularmente de naturaleza política, sino en uno que busque validar un discurso pro tecnológico que podría ser de interés para resolver ciertos debates. Sin embargo, en el fondo lo que se quiere es utilizar a la ciencia políticamente, algo evidentemente grave de acuerdo a la epistemología.
La epistemología es la rama de la filosofía más relevante desde el punto de vista científico, porque se encarga de analizar la validez o los fundamentos en los que se apoya el proceso de creación del conocimiento, pensamiento u origen de la ciencia. Más aún, es quien determina las bases para cuestionar que la misma no esté politizada y que no sea utilizada como herramienta de propaganda, así como tampoco de soporte político de un gobierno o de partidos políticos.
Es decir, en base a lo que hemos presenciado con el Congreso futuro y lo recién postulado, los distintos gobiernos desde su inauguración han tratado de dar un sello politizado de cómo quieren ver la ciencia, que desgraciadamente sólo acaba en la propaganda.
Este gobierno en particular entiende que la divulgación es importante para vender humo, esa es su especialidad. Así usan este metaverso como concepto, evidentemente moderno y tecnológico para vender más tecnología y vender este apego por las ciencias. De esa manera, establecen una marca de gestión, o de visión país, reconocible para todos.
Por otro lado, tenemos muchos personajes del Congreso Nacional involucrados, gestores y difusores de esta iniciativa, destacando a Guido Girardi, ex presidente del Senado, y Patricio Melero, ex presidente de la Cámara de diputados. Ambos son los políticos que más se han mostrado interesado en la ciencia, quizás de los pocos que han hablado de estas materias en el parlamento, sin recibir mucho apoyo o interés a cambio. No obstante, se prestan continuamente a representar y difundir este Congreso del futuro, directamente vendiendo este metaverso, que sin duda a ellos y a otros les trae beneficios políticos.
Entonces, eso es lo que hay que ver y reconocer. Si todo
esto se va a traducir en tecnologías aplicadas, modernas, coherentes y
beneficiosas para el desarrollo del país, o simplemente le servirá de espuma a
un grupo de personas que tienen intenciones políticas determinadas,
independiente de su ubicación en los espectros de visión. Esa es la gran
pregunta. Hasta el momento, gana más el beneficio político.
Nelson Leiva Lerzundi
Cientista
Político
sábado, 11 de marzo de 2023
viernes, 10 de marzo de 2023
La mesa de seguridad se queda sin una pata.
La mesa de seguridad se queda sin una pata.
El problema del vandalismo se ha salido de control. No sabemos si la delincuencia ve al gobierno anémico y aprovecha esta oportunidad para emerger a hacer desmanes y no subordinarse a la autoridad como corresponde, o es una coincidencia el alza en la tasa de criminalidad con el actual periodo del presidente Boric, ayudando a esta sensación la amplificación en la cobertura de los medios de comunicación. Lo que si tenemos claro es la lentitud de reacción en tomar políticas al respecto, tanto para la presente dirección del país como la anterior, dejan desprotegida a la ciudadanía.
Para remediar esta crisis, el presidente Gabriel Boric en una de sus giras en el mes de julio del pasado año por la región de Arica y Parinacota, anunció el Plan Nacional de Seguridad Publica y Prevención del delito, cuya finalidad busca proteger y acompañar a las víctimas de delitos, persecución del crimen organizado, control de armas y recuperación de espacios públicos. Seguidamente encabezó el primer Consejo nacional de Seguridad Pública para el periodo comprendido 2022–2026, en donde propone 30 medidas específicas para la gobernanza y el fortalecimiento institucional.
Sin embargo, esta agenda o mesa de seguridad de compromiso transversal se vio interrumpida a raíz de los polémicos indultos a 12 reos del estallido social y del ex frentista Jorge Mateluna. Que duda nos cabe, la inexperiencia y la simplicidad con la que esta administración maneja el discurso de seguridad complican aún más su desempeño con estas decisiones, manufacturando un problema aún más profundo en el control del delito.
Ahora, el gran problema es que para que se reestablezca esta mesa de seguridad tiene que existir confianza entre todos los sectores del sistema político para ponerse de acuerdo, confianza que el gobierno circunscribió con los indultos otorgados. Obviamente, la oposición tuvo una clara disposición a dificultar la tarea, porque ese es su trabajo. Los primeros en cuestionar la medida públicamente fue la bancada de diputados de la UDI. Luego le siguieron Renovación Nacional y Evópoli, quienes inmediatamente se restaron criticando duramente la señal.
Todos ellos se eximirían de la negociación hasta que el gobierno de pie atrás en estas medidas, argumentando que el gobierno está indultando delincuentes justamente el día después de que los invitara a conversar sobre temas de seguridad. Por consiguiente, hasta el momento las conversaciones con la oposición están en tiempo muerto. Aunque ellos reiteran al ejecutivo que ingrese al Congreso los proyectos de ley respectivos para rectificar las decisiones tomadas. Eliminando los indultos, ellos retomarían las conversaciones.
Por su parte el gobierno lo ve como un chantaje, como excusas para no sentarse y entorpecer su gestión. No hay que engañarse, esto es ciertamente un chantaje. También no es menos cierto que se requiere solucionar el problema de seguridad como prioridad. El tema radica que un gobierno en una materia tan delicada debe dar señales importantes y esos vestigios fundamentales no incluyen indultar a ningún tipo de delincuente. Y eso es precisamente lo que hace el gobierno en el primer día después que anuncia la mesa de seguridad.
En consecuencia, el retraso en implementar medidas afecta a todo el sistema. El gesto desconoce el sufrimiento de las víctimas y de la comunidad que se ve afectada. En cuanto a las policías, dónde queda su trabajo de investigación para encarcelar a los delincuentes. Evidentemente, no puede haber diálogo por estas torpezas políticas, con estos mensajes equívocos. Esta es una de las patas de la mesa de seguridad a la que no se atiende, a los gestos necesarios para generar confianza.
Finalmente, por la postura de ambos lados podemos decir con toda franqueza que esta mesa de seguridad se va a quedar tal cual como está, por la tozudez y el cálculo político que nos supera. Se entiende abiertamente la urgencia política de este momento, la emergencia de la seguridad como respuesta fundamental en todo el país. La ausencia de medidas se está comiendo la agenda, e inclusive el futuro proceso constituyente y eso no es buen negocio para el gobierno.
Nelson
Leiva Lerzundi
Cientista
Político
viernes, 3 de marzo de 2023
jueves, 2 de marzo de 2023
Idear una sola visión intelectual
Idear una sola visión intelectual
En otras palabras, ese ensueño alcanzable a largo tiempo que nos proporcione la motivación y el entusiasmo de estructurar la educación de acuerdo a criterios igualitarios y equitativos, de no perder de vista ese futuro de forma tangible y caminar en esa dirección para terminar con el elitismo, una idea que han tenido en nuestra larga historia republicana distintos sectores políticos y gobiernos que se han sucedido y que desgraciadamente no han podido terminarse o se han tratado de solucionar de mala manera
En efecto, siguiendo este punto de vista la Unidad Popular (UP) en el gobierno de Salvador Allende intentó iniciar un proyecto de reforma al sistema educativo, con la visión de que esta fuera permanente desde el nivel preescolar y durante toda la vida, que fuera democrático, participativa, pluralista, y de acorde con las necesidades económicas del país, más aún, eliminar las diferencias entre la enseñanza técnica y humanista, la llamaron, Escuela Nacional Unificada (ENU) uno de los proyectos revolucionarios para la educación de la época, que pretendía integrar a los maestros, trabajadores, alumnos, padres y apoderados, sobretodo, la comunidad totalizada, cuya finalidad, elevar a Chile a lo más altos niveles científicos y tecnológicos para así asegurar nuestra independencia económica. Por otra parte, fue apoyada por la Unesco. No obstante, tuvo claras intenciones de utilización política por lo que tuvo una gran resistencia y no pudo concretarse. Definitivamente, fue excluida en el golpe de estado 1973.
Por otra parte, Eduardo Frei Montalva inicio su visión con una Reforma Educacional (1965) de un informe llamado “Bases Generales para el Planeamiento de la educación chilena (1961), elaborada en la Presidencia de Jorge Alessandri. Es decir, se pretendía, reducir la deserción escolar para garantizar un nivel cultural mínimo para la población, constaba de diferentes niveles en la educación: parvulario, primario y medio, ciclo común y el medio diferenciado, los que finalmente concluirían con el ingreso del estudiante al nivel universitario. Dentro de sus logros aumento la matrícula escolar en sus seis años. Sobre todo, desarrollo un conjunto de políticas públicas para mejorar el sistema educativo, la formación de docentes a través del estado y la creación de la Junta Nacional de Auxilio Escolar y becas que apoyaron a escolares en alimentación, vestuario y becas entre otros.
Así
mismo, al presente, este gobierno también tiene una visión intelectual fortalecer
la educación pública y promover la
educación sexual “inclusiva y no sexista”, tal vez, este tipo de reforma educativa
quizás no tan profunda ni polémicas como la de antaño, por el contrario, caen en
la misma línea que pasamos de reforma a reforma educacional y que al final
nunca se terminan, además, de ningún modo dan los frutos tan añorados, al final,
termina segmentada y segregada la educación. Por el contrario, al parecer a
todo el mundo le pertenece y les gusta que este desdeñada. Por otra parte, una porción
estudiamos en colegios particulares, algunos por elitismo, otros, por un fundamento
coyuntural de tamaño del colegio, pequeño, no obstante, todos llegamos a la
educación privada, porque, o la buscamos o simplemente llegamos ahí, pero,
evidentemente el problema es que también hay un factor humano, de los
profesores, de los mismos alumnos, de la familia del estado de tener el mismo
interés y darle la misma validez a la educación en los distintos enfoques
sociales y recién esto se está convirtiendo en retirada del estallido social o
quizás antes desde la movilizaciones, por mejor educación, pero, antes no era
tan validado y no era tema en la sociedad y eso ha sido un autoengaño que lo característicos
sectores sociales han utilizado y han sufrido en los distintos tiempos. Por
esta razón, indiscutible y necesaria una mejor educación disminuir la brecha,
pero, también requiere aportes del estado, de los ciudadanos, de la familia,
cambiar un swicht en lo que es ser un ciudadano y de asumir esto como una tarea
de responsabilidad y no solamente como una consigna política propagandísticas y
no como una consigna real y para eso hay bastante camino que recorrer.
Nelson
Leiva Lerzundi
Cientista