Nuevamente el gobierno da palos de ciego al
enviar proyectos de ley, ya no basta con los infortunios del terremoto, los
mineros y la falta de reacción al aplicar políticas al matonaje de las vocerías
y más, si no que envío el reajuste al sector público sin previo acuerdo con la ANEF , la cual rompió las
conversaciones por parecerle insuficiente lo ofrecido y el gobierno toma la
decisión equivocada de enviar el proyecto trasfiriendo la presión al
parlamento, donde el tres punto siete ofrecido corrió distinta suerte.
El ejecutivo olvida que la ANEF es quizás el gremio más
poderoso y organizado, con muchos adherentes, mejor todavía, consciente de su
poder, sumándole el hecho que todos sus dirigentes son de partidos de oposición
en su mayoría, donde esta ejercerá presión e influencia política al gobierno para
no sólo buscar legítimas reivindicaciones
a los sectores sociales, sino que también poner en aprietos al gobierno y manejar la politización
de aquellos problemas que el gobierno no quiera tocar o que ignore, provocando
desde ya una tención política que va ir en ascenso paulatinamente.
¿Es legítimo presionar al gobierno? ¿La
oposición tiene poca paciencia?
Si es legítimo, la presión siempre y cuando no
se abuse de ese derecho ni de quien es beneficiado, y es cierto que la
oposición ha intervenido en críticas al gobierno, pero no por poca paciencia,
sino por los resultados de las políticas que han creado en este poco tiempo,
despidos en empresas públicas, mal trato sindical, la excesiva manipulación
comunicacional, etc.
A raíz de esto la oposición se ve obligada
actuar y a imponer sus ideas e indicar al gobierno lo malo o dañino de alguna
de sus políticas.
Sin duda para el gobierno es una derrota que lo
obliga a generar más instancias de diálogo, tome en consideración a los gremios,
pero si no deja de lado su soberbia política y ninguneo social tendrá un costo
político muy grande.
Este rechazo no es sólo el rechazo al
dinero ofrecido, sino que también a las conductas políticas del gobierno y a su
complejo de patrón de fundo que ha mostrado a diario, junto con la falta de
manejo político y la poca capacidad de muchos ministros, los cuales
evidentemente dan pie para que la oposición actúe a diario.
La primera pregunta se responde de manera
fácil, siempre va a ser legítima la presión por reivindicaciones mientras sean
dentro de lo legal y lo correcto, sin abusar de esos derechos donde, en
algunas ocasiones estos se cometen y donde la organización debe tener el
control de sus afiliados.
En el caso de la segunda pregunta, es cierto
que la oposición ha actuado fuertemente en estas últimas semanas, pero hay que
recordar que todavía esta en un proceso de reordenamiento, lo cual los ha mantenido
muy callados, incluso abusando de ello a diario, donde recién en estas semanas
aparecen fuertemente en estas materias, utilizando su poder, generándole
conflictos y soluciones al gobierno, haciéndose necesarios.
Mientras este proceso se profundiza, el
gobierno obliga reacciones a la oposición producto de su autoritarismo y decisiones
políticas erróneas, de fuerte impacto social,
lo cual no satisface a muchos ciudadanos. La conducta gubernamental por lo
tanto de aquí en adelante debe ser pluralista, abierta al dialogo, no sólo político,
sino con los gremios, de lo contrario entraremos en disputas donde el presidente no podrá gobernar, ni
bien y menos tranquilo, lo que nos perjudica a todos.
Nelson Leiva Lerzundi
Cientista Político