sábado, 17 de diciembre de 2011

SUELDOS REGULEQUES Y MISERABLES, EL COSTO DE SALIRSE DE CONTEXTO

La despedida vicepresidenta de la Junji, salió de su cargo no precisamente por las desvinculaciones que el Estado esta llevando a cabo, sino por el contrario, fue despedida por un conjunto de declaraciones muy desafortunadas, algunas muy ciertas y otras erróneas, pero en su mayoría fuera del contexto de sus atribuciones como  directora de un servicio público. Sus comentarios originaron desde un contexto político que las autoridades la tuvieran bajo la lupa ante otro error, es por ello que la última de sus graciosas declaraciones, donde califica de reguleque su sueldo de más de tres millones de pesos, no sólo acabó con su carrera política, también la dejó sin trabajo y de paso la instala en el debate, ¿los cargos de confianza del gobierno en el servicio público y los de alta dirección que existen hoy en día, entran a este servicio por servir a su país o simplemente quieren dinero, como decían los Prisioneros? 

Es difícil generalizar, pero en su gran mayoría están en el servicio público, por intereses políticos y monetarios. Son en frases o palabras como estas donde se refleja la calidad de las autoridades que tenemos, que sólo buscan enriquecerse en el aparato público y abusar de su condición de casi inamovibles, causando más problemas que solucionándolos,  discriminando y atendiendo por lo general mal al público, lo que deja de manifiesto que por su eficiencia por sus servicios sus altos sueldos están exagerados y muy lejos de lo que merecen. Por cierto, que no todos los funcionarios públicos están comportándose del mismo modo y hay muchos que se ganan su dinero honesta y eficientemente, pero sus jefes ¿Pueden decir lo mismo?  

La pregunta está en cada conciencia y en el actuar de cada uno, es lo que vemos como ciudadanos día a día, juzgue  Ud.  

Ahora, si vemos la respuesta de la representante de los funcionarios de la Junji que calificó que “Si el sueldo de la directora es reguleque, el de los funcionarios es miserable”. Podemos ver en esta aseveración el toque de ironía y la realidad correspondiente, ya que muchos funcionarios ganan trecientos mil pesos o menos y que son muy diferentes a los tres millones, aunque sumado a los problemas que enfrentan es bien poco. Demuestra no sólo insensibilidad, sino que una total falta de tino y consideración los dichos de Ximena Ossandón. 

Por conclusión, esto nos indica que  los intereses  individuales están primando por sobre los intereses país y que algunas autoridades políticas están pensando más en su bolsillo que en la nación, ninguna novedad ahora ni en el pasado. Entonces  ¿dónde están los cambios?, no sólo los políticos, sino que los técnicos en cada servicio, los trabajadores no hacen bien su pega y los jefes actúan, opinan e intervienen en materias que no les competen como fueron el conjunto de declaraciones emitidas por Ossandón, coronadas por esta última, que deja la lección política de no meter la cuchara donde no los mandan. No han habido cambios respecto a los gobiernos anteriores, como se prometió tan encarecidamente.

Esta lección que Ximena Ossandón recibió, quedando además abandonada por su partido, nos deja claro que antes de hablar y actuar en política se debe cuidar el lugar, el tiempo político y el tino social, de lo contrario queda uno o él que lo diga como un angurriento desubicado y esas formas, los gobiernos y el Estado no los aceptan de ningún modo; o no Ximena.



Nelson Leiva Lerzundi
Cientista político

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